Hace unos años se lanzó el Fitbit Ionic, el considerado como el primer smartwatch de la firma que pertenece ahora a Google y que se podía comprar en España. No obstante, este reloj también está siendo famoso por algo mucho peor que su diseño: estaría sufriendo problemas de sobrecalentamiento que, además, habría provocado quemaduras a sus usuarios.

Según ha anunciado la propia Fitbit, la compañía está retirando de forma totalmente voluntaria este producto, colaborando con la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos. En total, se habrían recibido más de 100 reportes sobre calentamiento excesivo en estos Fitbit Ionic, así como 78 casos de quemaduras en los clientes debido a ese sobrecalentamiento.

Fitbit, que ha enarbolado "la seguridad del cliente" en su comunicado, ha lanzado un comunicado en el que dejan claro que los usuarios afectados recibirán el reembolso del precio original del reloj, 299 dólares y que además tendrán un código de descuento del 40% en dispositivos específicos.

Retirada de relojes Fitbit

Estos reportes no se limitan a Estados Unidos. De hecho, solo en ese país se recibieron hasta 115 informes de casos distintos, y a nivel internacional, 59. Lo mismo ocurre con los daños por quemadura, que se cuentan por 78 en EE.UU y 40 en el resto del mundo. Lo más preocupante es que de estos usuarios afectados por quemaduras, 2 fueron por quemaduras de tercer grado y 4 de ellos, por quemaduras de segundo grado.

El problema está en la batería de iones de litio del reloj, la cual aparentemente estaría provocando el sobrecalentamiento del dispositivo y en los casos más extremos, provocando estas quemaduras. Fitbit asegura que estos casos representan menos del 0,01% de los relojes que se vendieron en Estados Unidos, que alcanzó el millón de unidades. A nivel internacional se vendieron otras 693.000 unidades.

Este reloj, el cual fue uno de los primeros de la compañía en incorporar funciones como el sensor de medición de oxígeno en sangre, no tuvo muy buenas críticas salvo la de su buena autonomía y fue retirado del catálogo en el año 2020. El caso recuerda enormemente al que sufrió Samsung en esos mismos años, con el Samsung Galaxy Note 7. Este dispositivo Android tenía problemas en sus baterías, provocando que estas se incendiaran, causando que la compañía coreana lo retirara por completo del mercado.

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