La agencia espacial estadounidense ha dado el primer gran paso para iniciar el programa Artemis: desplegar del gigantesco cohete SLS en una emisión en directo que se ha podido ver desde todo el mundo, incluida España. Es un día histórico para los propósitos de la NASA de volver a pisar la Luna, esta vez con la intención de colonizarla y establecer una colonia humana durante décadas.
Tal y como estaba previsto, la NASA ha trasladado el cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) —con la nave Orion en la punta— montado en un vehículo oruga desde el centro de ensamblaje a la plataforma de lanzamiento 39B del Centro Espacial Kennedy. Una distancia de 6,7 kilómetros que ha recorrido con la precisión que requiere una maniobra tan delicada como esta, es por ello por lo que en la vía de cantos rodados no se ha superado la milla por hora (en torno a 1,6 km/h).
Esta operación no es tarea fácil, y es que las dimensiones y peso del SLS son considerables. El cohete, junto con la Orion en la punta, miden más de 101 metros y pesan algo más de 2,6 toneladas. Es por ello por lo que la operación se hace con sumo cuidado y con una precisión exigente, y está prevista que abarque unas seis horas de recorrido de la "oruga" a destino, posteriormente se colocará en un proceso que puede durar entre once o doce horas.
El siguiente paso será realizar un ensayo húmedo consistente en la carga de combustible del cohete y la realización de una cuenta atrás parcial que se detendrá justo antes de llegar al momento de la ignición. Esta prueba está programada para el 3 de abril, aunque podría sufrir algún retraso hasta entonces. Una vez realizado, varios días después, el cohete y la cápsula volverán a ser llevados de nuevo al edificio de ensamblaje para las pruebas finales antes del histórico lanzamiento de Artemis I.
El cohete más potente
Esta etapa central tiene una altura de 64,6 metros y un peso que supera las 1.000 toneladas cuando esté cargado con los 2 millones de litros de combustible y comburente líquidos. Los RD-25, por su parte, tienen una potencia de empuje de 1.852 kN al nivel del mar y beben directamente del depósito fabricado por Boeing, que le puede proveer durante 480 segundos.
El sistema de propulsión primario se remata con 2 boosters situados en una posición diametralmente opuesta que se encargan de proporcionar el 75% del empuje en los 2 primeros minutos de vuelo. En esta ocasión, el contratista ha sido Northrop Grumman quien estará presente en los propulsores extras hasta que se ponga en marcha el SLS Block 2, la tercera versión, tras Block 1 y Block 1b, del cohete.
Según un documento de la NASA, SLS tiene la fuerza suficiente para ayudar a la nave Orion a alcanzar la velocidad de 39.400 kilómetros/hora (24.500 millas por hora) necesaria para llegar a la Luna. Esto implica que el SLS es entre un 10 y un 20% más potente que el Saturn V, según la versión. Algo que le coloca como el cochete más potente jamás construido.
Esta misión, que cuenta con varias empresas de España participando en proyectos clave, no sólo marca un hito por contar con el SLS, el cohete más potente que se ha construido evolucionará para poderse usar en viajes interplanetarios a Marte en un futuro.
Objetivo: colonizar la Luna
El objetivo último del primer lanzamiento dentro del programa Artemis es acercarse a la Luna en un vuelo no tripulado. El Artemis 1, como así se ha denominado, abre camino con el fin de probar todos los sistemas de propulsión y también a la nave Orion como futura residencia de los astronautas.
El último reporte de la NASA indica que esta primera misión se llevará a cabo en la ventana de lanzamiento entre el 7 y el 21 de mayo. Una previsión demasiado optimista que, seguramente, se verá retrasada hasta junio o julio de este mismo año.
En esta primera misión la nave Orion llegará a una órbita de más de 64.300 km (40.000 millas) más allá de la Luna, lo que significa que estará a más de 450.000 km (280.000 millas) de la Tierra. Posteriormente, en la misión Artemis II, prevista para mayo de 2024, sí llevará astronautas en un vuelo para orbitar la Luna, mientras que la Artemis III es la que llevará a la Luna a astronautas, entre ellos una mujer y una persona de color negro, de acuerdo con el compromiso de la NASA.
El último objetivo del programa Artemis es proporcionar una base para la exploración del espacio profundo con humanos y ayudar a establecer una presencia a largo plazo en la Luna y más allá, según los comunicados de la agencia espacial.
En noviembre pasado, el administrador de la NASA, Bill Nelson, anunció que el regreso tripulado a la Luna, inicialmente previsto para 2024, se retrasó hasta 2025 debido a problemas técnicos, legales y la pandemia. Los chinos están siendo muy "agresivos" en el espacio, pero "queremos ser los primeros en regresar a la Luna después de más de medio siglo", expresó Nelson entonces.
Respecto a los viajes a Marte, dijo que "una cosa es ir 240.000 millas (la Luna) y volver, y otra es recorrer millones y millones de millas. "Hay mucho que aprender en la Luna para ir a Marte", manifestó.
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