El telescopio James Webb alcanzó en enero su destino, el punto L2 del espacio, donde se ha encontrado con la nave Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), en la que participa España. Allí ha iniciado las pruebas para poner a punto todos sus instrumentos, lo que le ha llevado a conseguir la primera foto totalmente enfocada de una estrella.
El 11 de marzo terminó la etapa de alineación, es decir, las pruebas de calibración necesarias para que las imágenes que llegan a la Tierra desde el espacio estén bien enfocadas. Este es el nuevo hito del telescopio que inicia su andadura a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra.
A esa distancia, su objetivo es detectar la radiación infrarroja del espacio y revisar sus orígenes, observando las primeras galaxias que nacieron tras el Big Bang. El proyecto, que ha costado 20 años de trabajo, va cumpliendo etapas hacia esa importante misión.
Primeros enfoques
La NASA ha publicado la primera fotografía enfocada de Webb para celebrar que el avance de esta nave "es tan bueno o mejor de lo que esperábamos en nuestras predicciones". Para conseguir esos buenos resultados, han hecho falta varias fases de alineación o calibración en los que Webb se ha hecho varios selfies.
La última fase ha consistido en ajustar ese necesario enfoque. Se han usado varios elementos ópticos para capturar imágenes desenfocadas y detectar errores en la alineación. Esto se consigue con PIL o pupil imaging lens de la NIRcam, instrumento que ha tomado el reflejo del espejo principal del telescopio, por eso se le ha considerado un nuevo selfie del James Webb.
A través de ese espejo, el telescopio ha tomado la captura de una estrella. Así ha enviado a la Tierra la primera imagen espacial completamente enfocada. Se trata de la estrella de nombre imposible 2MASS J17554042+6551277.
Con este brillo, la NASA se prepara para iniciar las siguientes fases de alineación y puesta a punto. Todavía quedan algunos meses de trabajo para que lleguen las imágenes reales con las que iniciar la observación y estudio del universo, que será en verano. Mientras tanto, el James Webb se ha encontrado con una nave amiga.
Foto de bienvenida
A millones de kilómetros de distancia de la Tierra, Gaia y Webb se han encontrado en sus respectivas misiones de observación. La ESA ha compartido la imagen de Webb tomada desde Gaia. Ambas naves se encuentran a un millón de kilómetros de distancia, pero un poco de luz solar ha bastado para poder ver a Webb 'saludando' a Gaia en la lejanía.
Conociendo la trayectoria y ritmo del James Weeb, los investigadores a cargo de Gaia, Uli Bastian de la Universidad de Heidelberg y Francois Mignard del Observatorio de Niza, se dieron cuenta de que ambos objetos se acabarían cruzando y sería posible ver al recién llegado a través de los sensores de escaneo de Gaia. Aunque esta nave no puede tomar fotografías reales, una parte de sus instrumentos pueden generar una "especie de imágenes del cielo", tal y como explican en la ESA.
Es lo que se conoce como finder scope (telescopio buscador de la traducción literal), un rastreador que cada seis horas escanea una estrecha franja de 360 grados de la esfera terrestre, para después de unos meses haber cubierto todo el cielo y registrado estrellas y otros objetos. Con esta técnica, se calculó el ritmo de observación y se determinó que el 18 de febrero sería el día para buscar a Webb.
Tras analizar los datos recibidos desde la nave, los investigadores enviaron un correo a todos los miembros del proyecto: "JWST: Got it" (James Webb Space Telescopio: Lo tenemos). Esa emoción inicial tuvo que esperar varios días más hasta que el ingeniero de calibración de Gaia, Juanma Martin-Fleitas, identificará a Webb entre las motas brillantes de las imágenes y lo catalogara: "He identificado nuestro objetivo" escribió.
"Gaia ahora tiene una nave espacial amiga en L2, y juntos descubrirán nuestra galaxia natal y el Universo más allá" termina diciendo el comunicado de la ESA. Gaia se ha convertido en un orgullo para la observación espacial europea, consiguiendo en unos 8 años crear el mapa estelar más grande y completo de la historia con un millón de objetos recogidos en 3D.
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