Rusia se ha convertido en la principal potencia mundial de las armas hipersónicas. Este tipo de material militar es capaz de superar 5 veces la velocidad del sonido (6.000 kilómetros por hora) y pasar desapercibido a los sistemas de defensa aérea que vigilan a todos los países de la OTAN, España incluida. Los rumores sobre su uso en la invasión de Ucrania —que llevan publicándose desde el inicio— parecen terminarse con las declaraciones de un portavoz del Ministerio de Defensa ruso que confirmó en la mañana del sábado el lanzamiento de un misil Kinzhal.
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Los detalles aportados por el portavoz indican que el objetivo del Kinzhal era destruir un almacén subterráneo de misiles y municiones para aeronaves del ejército ucraniano situado en la región Ivano-Frankivsk, en el oeste del país. Siendo esta la primera vez que Rusia desplegaba este tipo de armas desde que comenzó la guerra el pasado 24 de febrero.
El anuncio vino acompañado por la publicación de un vídeo —grabado probablemente desde un dron que no lanzó el misil— en redes sociales donde se recoge el ataque pertrechado desde aire. En los 27 segundos del material multimedia se puede ver cómo explota lo que parece una nave industrial o agrícola en mitad del campo rodeada de nieve.
Si bien no hay confirmación por parte del gobierno ucraniano, algunos análisis han concluido que las instalaciones bombardeadas que aparecen en el vídeo ni están en el oeste ni se produjeron el pasado viernes ni, seguramente, se trataran de un arsenal. Según el reporte de The War Zone, el ataque se habría realizado al este de Ucrania en una zona rural previamente bombardeara que ya aparecía destruida el 12 de marzo tal y como indican las imágenes satelitales a las que han tenido acceso.
Rápidos e indetectables
Los misiles hipersónicos son todos aquellos que consigan traspasar la barrera de las 5 veces la velocidad del sonido y que lo consiga, además, a una relativa baja altitud. Ambas características se combinan y dan como resultado un arma prácticamente indetectable.
Actualmente, que se sepa, existen dos métodos para el lanzamiento de estos sistemas hipersónicos. El primero de ellos utiliza un cohete para impulsar un vehículo planeador que no lleva motor pero que sí tiene capacidad para maniobrar. El objetivo es impulsar el misil a gran velocidad durante la primera etapa de lanzamiento para que luego la atracción gravitatoria y los alerones hagan el resto. Un esquema que utilizó china el pasado verano y que consiguió que su misil pasara totalmente desapercibido.
El segundo método —el que, de confirmarse, habría utilizado el Kinzhal ruso— emplea un motor de reacción especialmente diseñado para trabajar a velocidades hipersónicas. Este modelo es mucho más versátil para poderlo lanzar desde cazas, bombarderos o incluso desde submarinos o barcos. Este también sería el utilizado por el Zircón que hace pocos meses entró en producción.
La baja altitud también es esencial en este caso gracias a que así consiguen evadir los escudos antiaéreos que países como Estados Unidos tienen desplegados por todo el mundo. Debido a la curvatura de la Tierra y a escasa altura a la que vuelan, cuando estos sistemas diseñados para derribar amenazas detectan un misil hipersónico es demasiado tarde.
Algo que preocupa a Corea del Sur o Japón debido a las diversas pruebas armamentísticas llevadas a cabo por Corea del Norte recientemente y al empuje de China en esta tecnología. Y, por supuesto, a Estados Unidos que ve cómo ha perdido el liderazgo frente a Rusia y ya trabaja en el desarrollo de escudos capaces de monitorizar estas amenazas.
Kinzhal
El Kinzhal (Daga, en castellano) es una de las últimas y más modernas incorporaciones en el ejército de Rusia. Su desarrollo responde a las necesidades de crear un misil aire-tierra capaz de penetrar en las defensas aéreas de las fuerzas de la OTAN. Como por ejemplo, los Patriot que recientemente Estados Unidos ha desplegado en Polonia o el sistema de combate Aegis con el que España ha equipado sus fragatas F-100.
El sistema de lanzamiento de este modelo de misil comparte la primera etapa de propulsión con el Iskander, otro de los misiles con el que Rusia lleva bombardeando Ucrania desde el inicio de la guerra. Que se une a una apariencia externa muy similar y a que ambos pueden acarrear ojivas nucleares, según la agencia gubernamental TASS.
Rusia eligió al Mikoyan MiG-31 como plataforma de lanzamiento de referencia del Kinzhal y lo lleva utilizando desde finales de 2019, cuando oficialmente se llevó a cabo el primer lanzamiento de prueba en el Ártico. Más recientemente y poco antes de comenzar la invasión de Ucrania, Rusia movió varias unidades de MiG-31 a una base aérea en Kaliningrado.
El Kinzhal tiene la capacidad de acarrear hasta 480 kilogramos de ojiva con versiones nucleares y convencionales. Sus 8 metros de longitud y por 1 de diámetro alcanzan un rango entre 1.500 y 2.000 kilómetros por una altitud máxima de 20.000 metros. Cuenta con sistema de guiado tanto satelital como por inerciales y una velocidad máxima situada entre 10 y 12 veces la del sonido (de 12.300 a 14.700 kilómetros por hora).
Zircón y Vanguardia
Actualmente Rusia cuenta con dos grandes programas de desarrollo armamentístico relacionados con misiles hipersónicos. El más avanzado de todos ellos, el Zircón, ha sido el protagonista indiscutible de las pruebas militares rusas de los últimos 12 meses. Empleando un motor de reacción, este arma es capaz de superar las 9 veces la velocidad del sonido y alcanzar objetivos más allá de los 1.000 kilómetros.
En un discurso pronunciado a principios de 2019, el propio Vladímir Putin comentó las que el misil Zircón será un arma económica gracias a que es capaz de operar en los lanzadores para los misiles de crucero Kalibr instalados en los buques de guerra. También han anunciado que están en pleno desarrollo de una clase de submarinos que los pueda operar sin necesidad de realizar ninguna adaptación.
La otra gran pata del arsenal armamentístico hipersónico de Rusia está protagonizado por el Avangard (Vanguardia, en español) que emplea el sistema de lanzamiento con un cohete. "Las Fuerzas de Cohetes Estratégicos han completado la renovación del primer regimiento de cohetes de los sistemas Avangard con misiles balísticos intercontinentales, armados con ojivas planeadoras hipersónicas", según declaró a finales del pasado diciembre el ministro de Defensa ruso Sergey Shoigu.
A diferencia del Zircón que podría entrar en servicio a finales de 2022 o principios del 2023, el Avangard se encuentra en un estado sensiblemente menos desarrollado y, por tanto, los datos que se saben de él son todavía más escasos. Los últimos reportes indican que podría viajar a 20 veces la velocidad del sonido (27.700 kilómetros por hora) y tener un radio que supere los 6.000 kilómetros.
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