Tras más de 30 días de resistencia, las fuerzas armadas ucranianas comienzan a recuperar territorios claves alrededor de Kiev. Una parte fundamental de este nuevo equilibrio de fuerzas se ha conseguido gracias al armamento que algunos países de la OTAN —entre los que se incluye España— han enviado; con los sistemas antitanques como uno de los más efectivos. Los últimos reportes apuntan incluso a que Ucrania ha conseguido atacar a instalaciones en territorio ruso utilizando misiles Tochka-U, también conocidos como Escarabajos.

El objetivo elegido ha sido un depósito de armamento situado en el óblast de Belgorod, a unos 10 kilómetros de la frontera con Ucrania. Según la agencia gubernamental TASS, la explosión del proyectil producido a eso de las 21:30 del martes hirió a 4 militares en un ataque que "según datos preliminares, se llevó a cabo desde el lado ucraniano".

El misil elegido es también el responsable de la destrucción de 3 buques rusos en Berdyansk y tiene su origen en los años 80 del pasado siglo. De esta forma, se amplía la lista de equipamiento de herencia soviética que se ha vuelto en contra de Rusia en esta guerra, como también es el escudo aéreo S-300 o los cazas MiG-29.

Misil Escarabajo

El Tochka, conocido como Scarab (Escarabajo) en su designación OTAN, comenzó a desarrollarse a finales de los años 60 con el objetivo de reemplazar a una serie de misiles no guiados que entraron en servicio a principios de esa misma década por otros mucho más avanzados. Oficialmente se conocen un par de versiones desarrolladas dentro de esta familia: la Scarab A fue la primera en introducirse en las fuerzas armadas —por entonces soviéticas— en 1975 y Scarab B la segunda, haciendo lo propio en 1989.

Este último es el modelo concreto con el que cuenta Ucrania y el que habría sido responsable del ataque al almacén de munición militar en suelo ruso. Este misil representa una mejora considerable respecto a la anterior versión incrementando su alcance hasta los 120 kilómetros gracias a un sistema de propulsión de una única etapa de combustible sólido. A este incremento de la autonomía se une la mejora notable de maniobrabilidad en pleno vuelo con el fin de esquivar las defensas antiaéreas.

Tochka en un desfile militar en Kiev, en 2016 REUTERS / Gleb Garanich

El Scarab B dispone de guía inercial combinada con GPS y un sistema de correlación que emplea un conjunto óptico o de radar. En conjunto, consigue una precisión de 95 metros, según Missile Threat. Todo ello en una longitud de 6,4 metros por un diámetro de 65 centímetros y un peso de 2.010 kilogramos.

De esas poco más de 2 toneladas, 482 kilogramos corresponden a su ojiva. El Tochka-U puede equipar cargas explosivas convencionales y también nucleares, proporcionando al ejército de tierra ruso la capacidad de transportar este tipo de armas de corto alcance en vehículos muy flexibles.

Tochka-U Wikimedia

En el plano las convencionales, este tipo de misil puede emplear ojivas de fragmentación o de racimo contra unidades militares o concentraciones de tropas. También puede emplear otro tipo de ojivas para destruir equipamiento eléctrico gracias a su carga de pulso electromagnético, dañar aeródromos y cualquier tipo de instalación militares.

Una de las particularidades del Tochka —tanto para el Scarab A como Scarab B— es que puede utilizarse tanto como un misil balístico como misil de crucero. La primera modalidad le permite un mayor alcance y velocidad, mientras que la segunda le proporciona cierta capacidad furtiva al volar más bajo y mayor precisión.

Tochka-U

Vehículo anfibio

La utilización del misil Scarab viene acompañado de un vehículo de lanzamiento especialmente polivalente gracias a sus capacidades anfibias. El TEL, como se denomina por sus siglas en inglés, puede acarrear una única unidad de Scarab al mismo tiempo que puede estar lista en 2 minutos mientras que la maniobra de recarga requiere unos 20.

En tierra firme puede circular a una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora y a 8 km/h cuando se encuentra en el agua. Sus tres tripulantes cuentan con protección para ataques químicos, biológicos y nucleares que lo hacen perfecto para moverse por terrenos contaminados.

Tochka-U Vitaliy via Wikimedia

Se estima que actualmente Rusia dispone de 300 vehículos TEL en activo junto con 310 ojivas nucleares para ambos modelos de Scarab. El número total de misiles —nucleares y convencionales— no se conoce. Por su parte, los últimos datos conocidos sobre su presencia en Ucrania apuntan a que el país tenía unos 500 misiles Scarab antes del comienzo de la guerra.

En cuanto a la presencia en conflictos, además de la invasión a Ucrania, los rusos lo han empleado en la guerra de Chechenia y ha tenido presencia las recientes guerras civiles de Siria y Yemen. También algunos reportes indican que varias unidades cayeron en manos de Corea del Norte en los 90 con el fin de basar sus propios sistemas de misiles balísticos de fabricación nacional.

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