Con la invasión rusa en Ucrania, los países de la OTAN —en la que España es miembro— ya han anunciado un incremento notable en los presupuestos de defensa de los próximos ejercicios. Una forma de reforzar las fuerzas armadas que también la están aplicando otros potenciales candidatos a entrar en la Alianza Atlántica como Suecia y Finlandia. En esta línea, uno de los sectores con más futuro y que más atención ha conseguido atraer dentro del material militar es el de los vehículos terrestres no tripulados y, entre ellos, el Mission Master creado por la filial canadiense de la compañía alemana Rheinmetall que acaba de realizar una demostración en suelo sueco.
El ejercicio se realizó el pasado día 7 en la base Trängslet de la agencia de adquisiciones sueca perteneciente a la Administración de Material de las Fuerzas Armadas del país. A él también acudieron delegaciones de Bélgica, Dinamarca, Noruega, Países Bajos y Polonia que evaluaron el rendimiento del Unmanned Ground Vehicle (UGV, de sus siglas en inglés).
En el caso del Mission Master, se trata de un UGV autónomo diseñado especialmente para dar cobertura a las tropas "militares en misiones peligrosas, terrenos difíciles y condiciones climáticas hostiles", según recoge la propia compañía. Esta demostración también sirvió a la compañía para rematar la evaluación de la integración del lanzacohetes FZ275 de 70 milímetros desarrollado por Thales Alenia.
No tripulado terrestre
El Rheinmetall Mission Master es el equivalente terrestre a los drones autónomos que desde hace unos años comenzaron a despertar los intereses de los ejércitos en labores de vigilancia y ataque para no arriesgar vidas humanas. Para ello, incluye un sistema de navegación y conducción autónomas que permiten la operación sin la participación directa del personal militar.
Esta propiedad de conducción autónoma permite eliminar una parte importante de carga de trabajo a los soldados, quienes pueden intervenir en el UGV a través de una tablet, un reloj inteligente o incluso mediante un mando a distancia. Entre las funciones del Mission Master, se encuentran modos de navegación como el follow-me (sígueme en español), uno totalmente autónomo y otra opción de convoy.
"Cada modo de control incorpora múltiples capas de protección para garantizar que el vínculo siempre funcione de manera segura", apuntan desde Rheinmetall. Desde la compañía también recogen que "se compromete a mantener a un ser humano informado en todas las operaciones cinéticas [lanzamiento de misiles], asegurando que nunca sea una máquina la que decida cuándo abrir fuego".
El Mission Master puede circular una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora sobre el terreno —lo que se aproxima a las que alcanzan otros carros de combate y tanques— y cuenta capacidad anfibia hasta una velocidad de 5 km/h. El Mission Master SP, la versión de la prueba, cuenta con 8 ruedas motrices en una longitud de 1,95 metros y un peso de 1.100 kilogramos con una carga útil de 600 kilogramos.
Su sistema de propulsión está representado por un motor eléctrico alimentado por baterías de litio con una autonomía de hasta 8 horas en la versión más básica y una semana en modo vigilancia. Opcionalmente, se puede instalar un motor híbrido diésel-eléctrico, generadores externos y protección balística. El Mission Master cuenta con una versión de apoyo de fuego y otra dedicada a labores de rescate y transporte de heridos.
Misiles guiados
En cuanto al sistema de armamento que se puede instalar a bordo, el UGV emplea el lanzador Thales FZ275 de 70 milímetros con misiles guiados por láser. Es el "más ligero y de mayor alcance de su clase, que ofrece precisión métrica y exactitud, por lo que proporciona apoyo de fuego infalible a las fuerzas armadas", según la compañía.
Con una longitud de 1,8 metros y un peso de 12,5 kilogramos (4,1 kilogramos la ojiva), el misil es capaz de operar en un rango que va desde los 1,5 a los 7 kilómetros impulsado con un motor de cohete. Su uso está especialmente indicado para atacar a vehículos de blindaje ligero, instalaciones de defensa aérea, radares, infraestructuras de telecomunicaciones, aeronaves en tierra, pequeñas embarcaciones y francotiradores.
Al ser una plataforma modular, el Rheinmetall puede equipar con un arma extra representada por una ametralladora de 12,7 milímetros, una multicañón M134D o lanzagranadas de 40 milímetros.
Debido a su relativo pequeño tamaño y ligereza, puede transportarse en helicópteros tan populares como el Chinook o a bordo de aviones como el C-130 Hércules. Desde Rheinmetall también informan que puede lanzarse mediante paracaídas y ser remolcado por otro vehículo hasta los 60 kilómetros por hora.
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