Así es Neptune, el misil ucraniano que ha roto los escudos de Rusia y lleva la guerra a un nuevo nivel
El misil Neptune es una de las armas más nuevas dentro del ejército ucraniano y puede atacar tanto a embarcaciones como a objetivos en tierra.
16 abril, 2022 12:14Noticias relacionadas
El hundimiento del buque de guerra ruso Moskva supone una gran pérdida para Moscú y la Flota del Mar Negro. Ucrania reivindicó la autoría el ataque desde el principio mientras el Kremlin desviaba la atención hacia un incendio en uno de los polvorines del barco e incluso llegaron a anunciar que lo habían conseguido controlar y que no afectaba a la línea de flotación. Finalmente, los análisis realizados por la inteligencia de Estados Unidos confirmaron que el ataque ucraniano fue ejecutado con un misil Neptune de producción nacional, algo que ha tenido consecuencias.
Pocas horas después de la confirmación del hundimiento, el Ministerio de Defensa ruso emitió un comunicado donde señalaba el ataque a la fábrica de Vizar, a las afueras de Kiev. Por su parte, el fabricante estatal de armas de Ucrania, Ukroboronprom, ha informado que esa misma fábrica de Vizar ha participado en la producción de misiles Neptune y cohetes guiados Alder. Las instalaciones industriales quedaron totalmente destruidas.
El hundimiento del buque Moskva es la primera demostración oficial del empleo del misil en una operación militar. Poniendo también de relieve su capacidad para burlar el sistema antiaéreo S-300 con el que Rusia había equipado a la embarcación con el fin de protegerla y también para servir de paraguas al resto de la Flota del Mar Negro.
Disponer de este misil supone un revulsivo para las tropas ucranianas en un momento clave de la guerra con Rusia reconcentrando sus medios en el este. Oficialmente no se conoce el número de unidades en los almacenes de Ucrania y la destrucción de su planta de fabricación —o al menos una de ellas— puede mermar su capacidad de despliegue de Neptune.
El más moderno
El desarrollo del R-360 Neptune comenzó poco antes de la invasión rusa de la península de Crimea en 2014 y se supo de su existencia por primera vez en el 2015. Está basado en el misil de crucero soviético Kh-35 y actualmente se ha desarrollado por el Estudio de Diseño Luch en la ciudad ucraniana de Khariv. Se trata de un misil de crucero antibuque y conforma una de las armas más modernas de las que sirven en todo el ejército.
El misil tiene su base de lanzamiento en la plataforma transportada USPU-360 instalada en un camión y está compuesta por un total de 4 misiles, un camión extra para recargar la munición y un vehículo de comando. Cuenta con un sistema de guiado por inerciales y una autonomía capaz de alcanzar los 300 kilómetros.
El formato de lanzamiento consiste en un vuelo subsónico —por debajo de la velocidad del sonido— impulsado por un motor de cohete que sobrevolará a unos 10 o 20 metros de altura los últimos metros antes de llegar al buque. Unos segundos antes de alcanzarlo, el Neptune descenderá a tan solo 4 o 5 metros para impactar en la zona más sensible de un barco, según explicó el experto en defensa ucraniana Serhiy Sguretz a AINOnline.
El Neptune tiene un peso total de 870 kilogramos con una ojiva de fragmentación explosiva que llega a 150 kilogramos. Esta carga explotará justo al tocar el buque objetivo, como parece que ocurrió con el Moskva y que los rusos pudieron confundir con una explosión en un almacén de munición.
Antes de que comenzara la invasión, Ucrania tenía planes de construir versiones lanzadas desde tierra firme —la que habrían utilizado en esta ocasión—, desde barcos y también desde aviones. De estas dos últimas por el momento no se conocen más detalles, aunque sí se sabe que el Neptune podría atacar igualmente a instalaciones en tierra firme.