Un yate y un dirigible, todo en uno, que parece salido de una película de James Bond. La idea no es nueva, tampoco el nombre de AirYatch, pero lo que cuenta en este caso no es tanto la originalidad sino la espectacularidad y versatilidad de un vehículo que, según aseguran sus responsables, estará listo para zarpar (o despegar) a finales 2026, quién sabe si desde algún lugar de España.
El proyecto, todavía en fase de diseño y fabricación, consta de un opulento yate de 60 metros de eslora "pegado" a un zepelín gigante de 200 metros. Ambos pueden utilizarse juntos o por separado, una manera muy ingeniosa de poder llegar a los rincones más remotos del globo. Sus responsables, los suizos Guillaume Hoddé y Matthieu Ozanne, planean que el dirigible funcione exclusivamente con hidrógeno, aunque las primeras pruebas las han realizado con un sistema de propulsión híbrido.
De manera autónoma, el dirigible puede alcanzar los 50 nudos a máxima velocidad, tiene espacio para tres tripulantes y llega a los 9.800 pies de altura. Por su parte, el superyate o "residencia", como la denominan sus creadores, cuenta con un casco aerodinámico fabricado íntegramente en carbono ultraligero para que se desplace sin problemas tanto por el aire o como por el agua.
De momento el yate no cuenta con motores propios, ya que añadirían demasiado peso al AirYatch, así que de momento depende de la aeronave para desplazarse. Distribuido en tres niveles de altura, el interior tiene una superficie de 750 metros cuadrados y puede alojar hasta 12 huéspedes en una distribución de cinco o seis camarotes, incluida la suite del propietario.
El AirYatch también cuenta con 350 metros cuadrados de espacio exterior, el colmo del lujo para sus futuros propietarios. Las cubierta de proa y de popa están equipadas con un jacuzzi y una piscina, además de un hammam, un gimnasio, un helipuerto y un garaje para coches, motos acuáticas y embarcaciones auxiliares.
Equipado con un ascensor, el AirYatch permite subir o bajar de ambos vehículos sin que sea necesario aterrizar o desembarcar si se está a bordo. Otra promesa de sus responsables es que cuando empiece a surcar las aguas será entre diez y cincuenta veces menos contaminante que un yate equivalente de su tamaño.
Casi tan fastuosas como las imágenes que ha compartido la firma suiza son las declaraciones del diseñador náutico Franck Darnet, de Darnet Design, encargado de convertir en realidad lo que podría ser el sueño húmedo de los millonarios protagonistas de la serie Succession: "con AirYacht hemos superado los límites de lo imposible como hicieron Julio Verne o Leonardo da Vinci hace unos siglos".
También le puede interesar:
- Air Yatch, el catamarán para millonarios que vuela como un dirigible
- El yate de 450 toneladas que ahorra combustible al ser tirado por una cometa
- Capitolo, el yate de lujo con un casco transparente para navegar viendo siempre el mar
- Solar Impact, el yate de lujo con placas solares que navega sin contaminar