La estación espacial Pioneer

La estación espacial Pioneer Orbital Assembly Omicrono

Tecnología

Pioneer, el alucinante hotel espacial con gravedad artificial al que podrás viajar en 2025

Orbital Assembly asegura que en tres años pondrá en órbita la primera estación espacial híbrida: servirá tanto para investigación como turismo.

12 mayo, 2022 04:38

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El pasado abril la Ax-1 hizo historia convirtiéndose en la primera misión capaz de completar un viaje privado a la Estación Espacial Internacional. Lo hizo además con el comandante nacido en España Miguel López Alegría y menú de José Andrés. Justo esa facilidad para hacer viajes al espacio es lo que busca Orbital Assembly Corporation (OAC), que ha revelado sus planes para poner en órbita grandes estaciones capaces de albergar a turistas espaciales. Su compromiso es que en 2025 estará operativa Pioneer, la que sería la primera estación espacial híbrida con gravedad artificial habitable y de gestión privada.

Este nuevo modelo de estación espacial se adelantaría así a Voyager Station, que la misma compañía había anunciado para 2027, porque el proyecto en comparación es más pequeño y asequible. Pioneer, que según los cálculos de OAC podría ser una realidad en apenas tres años, utilizará un anillo gravitatorio similar al de Voyager, pero a una escala más reducida. Así, sus habitáculos serán cinco espaciosos módulos, pensados para acoger a empresas, científicos y turistas espaciales.

Este modelo básico de estación orbital tendría capacidad para 28 personas (frente a las 400 de Voyager), proporcionando un entorno de microgravedad (casi ausencia de gravedad) y niveles variables de gravedad, según el módulo elegido. La idea es que cada habitáculo ofrezca diferentes grados de personalización, para acomodar a más huéspedes o para albergar los equipos técnicos específicos de quienes estén interesados en "alquilarlo" para su empresa. En total, cada uno de estos espacios ofrecerá hasta 400 metros cúbicos de capacidad.

Competencia feroz

Pioneer puede ser un primer paso crucial para combinar la vertiente más comercial de los viajes al espacio con su papel en la investigación y el desarrollo de nuevos productos y soluciones tecnológicas. La fecha de caducidad de la Estación Espacial Internacional (ISS) corre en su contra, ya que está previsto que emprenda su viaje de regreso a la Tierra en 2030. Además, la guerra de Ucrania ha contribuido decisivamente a interrumpir la colaboración entre la NASA y la agencia espacial rusa, más aún tras episodios recientes tan polémicos como la llegada al ISS de tres cosmonautas rusos con trajes amarillos, el color de la bandera ucraniana.

Voyager Station

Voyager Station Orbital Assembly Omicrono

En cualquier caso, hace falta un recambio para este coloso del espacio tras cerca de tres décadas en órbita, un "hueco" que empresas como la propia OAC, Blue Origin, Nanoracks o Northrop Grumman pretenden llenar. Hace solo unos meses, la NASA firmó acuerdos con estas tres últimas compañías para desarrollar diseños de estaciones espaciales y ayudar en esta transición. Los acuerdos, por un monto total de 415 millones de dólares, forman parte de los esfuerzos de la agencia espacial por hacer posible una economía comercial en la órbita terrestre baja.

"Hemos sido capaces de desarrollar una estación modular segura y fiable que generará ingresos y rentabilidad tanto en el sector turístico como en el comercial antes que nuestros competidores, que se ciñen a los calendarios de la NASA", afirmó Rhonda Stevenson, directora general de Orbital Assembly, en un comunicado de prensa. Una ventaja competitiva que debe ser refrendada por un aumento considerable en la financiación, a la que de momento no se ha sumado ningún magnate comparable a Bezos, Branson o Musk.

Obstáculos

Antes de que Pioneer y Voyager sean una realidad, los técnicos y diseñadores de OAC deben solventar múltiples dificultades. Para ello se han asociado con 100-year Starship, organización de la exastronauta de la NASA Mae Jemison, y con la Universidad de California, con el fin de profundizar en el estudio de los efectos de la gravedad artificial en la fisiología humana. Los investigadores han descubierto que las condiciones de gravedad cero que se experimentan durante las estancias prolongadas en el espacio pueden provocar graves problemas médicos y están trabajando en cómo solucionarlos.

Las cápsulas de Pioneer han sido diseñadas para simular una sexta parte de la gravedad de la Tierra, girando alrededor de un anillo de gravedad de más de 61 metros de diámetro. Eso permitiría a los turistas espaciales moverse “mientras comen o beben de una taza normalmente y duermen sin tener que estar atadas a una cama”, según reza el comunicado de la compañía, algo imposible hasta hace poco en este tipo de entornos.

Habitación dentro de la Voyager Station

Habitación dentro de la Voyager Station Orbital Assembly

El otro gran inconveniente son los elevados costes del lanzamiento y cómo repercutirán en el precio de las estancias, un dato que de momento no se ha facilitado pero que, al menos en los primeros viajes, podría implicar un coste de varios millones de dólares. Aún así, los responsables de OAC están convencidos de la viabilidad del proyecto y de que, en un futuro, sea accesible para personas con una economía más modesta, como sucedió el pasado siglo con los viajes en avión. 

El auge de este tipo de iniciativas también ha suscitado dudas sobre la idoneidad de las actuales leyes espaciales, que se ocupan principalmente de la exploración y el mantenimiento del espacio libre de armas. Uno de los mayores obstáculos legales es que los hoteles espaciales tienen que ser autorizados por el país de origen de la empresa, con lo que el gobierno que permita la puesta en órbita de Pioneer o Voyager, en este caso Estados Unidos, estaría aceptando su responsabilidad legal ante cualquier daño, a perpetuidad. 

Viabilidad

Todos esos inconvenientes no impiden el triunfalismo de los responsables de OAC, convencidos de la viabilidad de sus proyectos. "Las múltiples fuentes de ingresos procedentes de los mercados comercial, de investigación y turístico nos permitirán subvencionar el mercado de viajes estancias de una a dos semanas", sostiene Stevenson. "Esperamos que los turistas se sientan motivados a planificar estancias más cortas o más frecuentes a medida que los viajes espaciales se vuelvan menos costosos".

Paseo espacial en el Voyager Station

Paseo espacial en el Voyager Station Orbital Assembly

Por su parte, Tim Alatorre, director de operaciones de Orbital Assembly Corporation, aseguró que "una vez que la gente llegue al espacio, cambiará su perspectiva sobre la Tierra. Los viajes espaciales aún están en pañales, y nos entusiasma contribuir para impulsarlos y ayudar a mejorar la vida en la Tierra".

El optimismo de los responsables de OAC choca también con el fracaso de proyectos similares, como la estación espacial Aurora de la compañía Orion Space. Este proyecto, que pretendía abrir sus puertas este mismo año, se fue al traste cuando la empresa se vio obligada a cerrar el año pasado y devolver el dinero a sus inversores ante la imposibilidad de cumplir con lo prometido. 

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