Los escudos antiaéreos y los misiles anticarro han sido las grandes bazas del ejército ucraniano desde que comenzó la invasión a finales de febrero. Gracias a este equipamiento, en el que España ha participado con envíos puntuales, y a los soldados comandados por Volodímir Zelenski, los tanques y helicópteros rusos quedan inutilizados por centenares. Ahora, el gobierno federal de Alemania planea entregar el sistema radar Cobra a Ucrania que se combinarán con los obuses blindados Panzerhaubitze 2000 que también tienen previsto enviarse.
Este movimiento llega unos días después de que el embajador ucraniano en Berlín, Andrij Melnyk, expresara el deseo de que Alemania enviara equipamiento militar a su país. En particular, mencionó a los tanques Leopard, vehículos de infantería Marder, el radar Cobra y el obús blindado Panzerhaubitze.
La solicitud inicial ucraniana habría contemplando el envío de 40 unidades de radares cobra, según el diario alemán Die Welt. Cantidad que se vería reducida considerablemente a entre 3 y 5 unidades operativas de las 19 que tiene almacenadas las Fuerzas Armadas alemanas.
Radar Cobra
El Cobra (COunter Battery RAdar o Radar Anti Baterías) está desarrollado por la compañía Thales con participación de Alemania, Francia, Reino Unido y Estados Unidos. Su desarrollo comenzó en los años 90 y lleva operativo desde 1999 con presencia en los tres primeros países del consorcio.
Desde entonces, se ha sometido a varias actualizaciones y mejoras. La última de ellas —para las unidades alemanas y francesas— se aprobó hace menos de un año siendo la compañía Hensoldt la encargada de reemplazar el simulador de entorno radar. Un elemento indispensable para determinar el despliegue óptimo y la comprobación del rendimiento de Cobra.
El radar va incorporado en un camión todoterreno 8x8 lo que le proporciona movilidad y flexibilidad para desplegarse sobre cualquier terreno. El sistema tiene el objetivo de localizar de forma precisa y rápida armas, lanzacohetes y morteros enemigos. Cuenta también con un modo que le permite servir como registro de artillería amiga para conocer dónde cae un proyectil y así medir la precisión.
Para ello, dispone de un radar de barrido electrónico activo (AESA, de sus siglas en inglés) conformado por más de 20.000 circuitos integrados de arseniuro de galio en cada antena. Esta particularidad le permite alcanzar mayor radio y resistir a las ofensivas de bombardeos por saturación, que en otras condiciones dejarían inutilizados los radares debido a una sobrecarga de trabajo.
El sistema ha sido probado en condiciones climáticas extremas en ambientes con temperaturas de más de 50 grados y añade una función extra que le permite operar en tormentas de arena gracias a un filtrado automático.
Su rango de detección puede llegar incluso hasta los 100 kilómetros de distancia con un error de 10 metros en detecciones a 20 kilómetros. En cuanto a rendimiento, es capaz de detectar más de 40 baterías de 6 ametralladoras en menos de 2 minutos y tiene protección contra fragmentos de proyectiles gracias a un laminado exterior que le sirve de armadura.
Dispone de "potentes algoritmos", según Hensoldt capaces de compensar automáticamente las irregularidades del terreno. Tanto el cabeceo como el balanceo. Esto le permite ajustar autónomamente la altura del haz de búsqueda de amenazas y reducir de forma considerable el tiempo de despliegue.
Obús PzH 2000
Al posible envío de los sistemas de radares se une un lote confirmado de 7 unidades del Panzerhaubitze 2000 (o PzH 2000). Esta arma de artillería es uno de los obuses más avanzados y potentes del mundo que desarrolló en los 90 las compañías alemanas Krauss-Maffei Wegmann y Rheinmetall.
El PzH 2000 lleva operativo en el ejército alemán desde 1998 y casi desde su estreno sirvió en la Guerra de Afganistán. Con un peso en orden de batalla de 55,8 toneladas y una longitud de 11,7 metros, este obús dispone de un cañón principal de calibre 155 milímetros cromado en los 8 metros de longitud.
El radar Cobra es el complemento perfecto del obús, que puede ejecutar ataques con un alcance de entre 30 y 36 kilómetros utilizando munición convencional y hasta 67 kilómetros con algunos proyectiles con propulsión asistida. También puede emplear munición inteligente capaz de detectar al blindado enemigo y utilizar su punto débil para atacarlo desde la vertical.
El obús dispone de un sistema de tracción de orugas impulsadas por un motor de 986 caballos de potencia que le confiere una velocidad punta de 67 kilómetros por hora en carretera y 45 km/h fuera de ella. Con el depósito de combustible lleno, el PzH puede recorrer hasta 420 kilómetros.
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