El incesante goteo de armamento que ha ido llegando a suelo ucraniano desde que comenzó la invasión ha permitido a las tropas de Volodímir Zelenski derrotar a una parte importante de la artillería rusa. Este tipo de material, que España también ha proveído, se complementa con los diferentes sistemas antiaéreos y los especialmente dedicados a hundir embarcaciones. De estos últimos Ucrania tiene cierta experiencia con los Neptune que atacaron al buque Moskva y ahora Reino Unido quiere reforzarlos con el envío de unidades de Brimstone (Azufre, en español).
Los británicos tienen planeado enviar cientos de estos misiles guiados Brimstone "en las próximas semanas", según declaró James Heappey, ministro de Defensa del país. Sin mencionar expresamente las propiedades antibuque. Y es que, esta munición es una de las más flexibles de las que fabrica el consorcio paneuropeo MBDA pudiéndose lanzar desde el aire, tierra firme e incluso existe una versión para el despliegue desde otras embarcaciones.
Por el momento, todos los países que operan el misil Brimstone han optado por la versión que se lanza desde el aire, relegando a una segunda posición a los vehículos de tierra firme y a las embarcaciones. Algo que no quita que las fuerzas armadas ucranianas pueden convertirse en las primeras, para lo que necesitaría de un proceso más o menos complejo de integración al equipamiento existente en sus filas. Aunque siempre menor que su adaptación a los cazas.
Brimstone
El desarrollo de Brimstone comenzó como una actualización del misil Hellfire estadounidense y que lleva operativo desde los años 70. Este lavado de cara llevado a cabo en los 90, en principio más o menos leve, se convirtió en un nuevo modelo totalmente diferente y con tecnología moderna. El misil que recibirá Ucrania lleva poco más de 15 años operativo e incluye los sistemas de búsqueda de objetivos más nuevos.
MBDA lo describe como un arma "única e inigualable para todo tipo de clima". Dispone también de la capacidad de actuar independientemente del número de amenazas que detecte con un sistema antienjambre que le permite dirigirse a su objetivo. "Ofrece al operador atacar a un amplio abanico de blancos, incluidos objetivos individuales que se mueve rápidamente en entornos abarrotados".
La versión marítima es la última de las desarrolladas dentro de la familia Brimstone como uno de los sistemas más exitosos que actualmente opera dentro de la Real Fuerza Aérea de Reino Unido. Con despliegues de la versión aerotransportada en Irak, Afganistán, Libia y Siria. "Brimstone ha demostrado ser el arma elegida por su capacidad única para realizar ataques quirúrgicos y enfrentamientos en misiones críticas tanto de día como de noche".
El Birmstone dispone de un sistema radar que trabaja juntamente con un láser semi activo para la navegación tras el lanzamiento. También integra un buscador con navegación inercial que se emplea para la adquisición de objetivos. Todo ello en 50 kilogramos —carga incluida— en 1,8 metros de largo por 18 centímetros de diámetro con un sistema de propulsión de cohete con combustible sólido de 2 etapas.
En cuanto a la ojiva, este misil que próximamente tendrá Ucrania dispone de cargar en tándem ideadas tanto para ataque a superficie como a embarcaciones. Aunque está dirigido a barcos de menor tamaño que el buque Moskva. Tiene disponible modelos de impacto flexible capaces de retardar la detonación o adelantarla, para realizar el mayor daño según el objetivo.
El alcance del Brimstone depende del modelo, los datos obtenidos oficialmente provienen de las versiones lanzadas desde el aire que consiguen alcanzar objetivos entre 7 y 25 kilómetros. Teniendo en cuenta que no será el caso del ejército ucraniano, estos datos serán sensiblemente menores al tener que despegar desde la superficie.
Junto a los Neptune
Hasta que reciba los Brimstone, el ejército de Ucrania debe conformarse con los misiles Neptune de fabricación nacional. En esta guerra, una unidad de este modelo ha sido la responsable del hundimiento del buque de guerra ruso Moskva de 186,4 metros de eslora. Una gran pérdida para la Flota del Mar Negro a órdenes del Kremlin.
El desarrollo del R-360 Neptune, como se conoce oficialmente, comenzó poco antes de la invasión de Crimea en 2014 y su objetivo es el de hundir grandes embarcaciones. El misil tiene su base de lanzamiento en la plataforma transportada USPU-360 instalada en un camión y, cada una de ellas, se compone de 4 misiles.
Con un rango de acción de 300 kilómetros, el Neptune tiene un peso total de 870 kilogramos con una ojiva de fragmentación explosiva que llega a los 150 kilogramos. Esta carga explotará justo al tocar el buque objetivo, como parece que ocurrió con el Moskva y que los rusos pudieron confundir con una incendio en el almacén de municiones del barco.
El objetivo de Ucrania era desarrollar versiones lanzadas desde tierra firme antes de la invasión. Por lo que todo hace pensar que este desarrollo ya se encuentra muy avanzado. Al igual que el Brimstone, también consideran modelos de lanzamiento desde embarcaciones y desde aciones. De estas dos últimas, por el momento, no se conocen más detalles; aunque sí se sabe que el Neptune podría atacar instalaciones en tierra firme igual que a barcos.
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