La base naval de Rota (Cádiz) es uno de los emplazamientos más importantes de la Marina de Estados Unidos fuera de su territorio. Frontera entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, un destacamento de barcos de guerra permanece operativo y alerta como parte del escudo antimisiles rusos desplegado para proteger a los países de la OTAN. La Fuerza Naval de Despliegue Avanzado en Europa, como así la denomina la Navy, está compuesta por 4 embarcaciones a las que pronto se sumará una quinta.

Esta última incorporación está protagonizada por el destructor USS Paul Ignatius (DDG 117) que partió de Mayport (Florida) el pasado 27 de abril y que se dirigirá a aguas gaditanas una vez finalice la patrulla inaugural del barco, según recoge la propia Navy. "El movimiento del Paul Ignatius es uno de los cambios de puerto base programados para apoyar el plan a largo plazo de la Marina de EEUU para rotar gradualmente los destructores con base en Rota".

"Esta es la culminación de mucho trabajo duro de los marineros para preparar el barco y perfeccionar el oficio", ha comentado Aaron Arky, comandante del Paul Ignatius. "El Paul Ignatius es uno de los destructores más nuevos y avanzados de la Marina. Junto con nuestro destacamento de helicópteros embarcados, estamos portando mucha capacidad al área de operaciones de la Sexta Flota de Estados Unidos".

Destructor

La embarcación pertenece a la clase Arleigh Burke especialmente diseñada para su papel como destructora empleando misiles guiados. Las primeras unidades salieron del astillero a principios de los años 90 y desde entonces la plataforma original ha ido recibiendo actualizaciones y mejoras. Algunas de ellas muy importantes relacionadas con los sistemas de armamento y la capacidad de acarrear aeronaves.

El USS Paul Ignatius se encuadra en la variante IIA Technology Insertion. Un modelo a caballo entre la segunda gran actualización de la clase Arleigh Burke y la tercera, de la que por el momento no hay ninguna unidad en activo. Se botó a finales de 2015 y entró en servicio activo el 27 de julio de 2019, desde entonces ha pasado todas las pruebas y certificaciones necesarias antes de ser comisionado para servir en Cádiz.

USS Paul Ignatius Navy

Nombrado en honor al exsecretario de la Marian Paul Ignatius, este buque de guerra se encargará de demostrar la "determinación nacional, fortalecer alianzas, disuadir a adversarios potenciales y mejorar la capacidad de responder rápidamente a las contingencias", según explican desde la Marina. "Rota ofrece una instalación portuario de clase mundial que brinda una excelente ubicación para que los barcos multimisión [con tecnología] Aegis respalden las misiones, los ejercicios y los compromisos de la OTAN y de Estados Unidos".

Para llevar a cabo ese cometido, el Paul Ignatius cuenta con una amplísima carta de armamento a bordo. Con hincapié en formar parte del escudo antimisiles rusos que tiene en la base naval de Rota uno de los emplazamientos más importantes en el mundo.

USS Paul Ignatius Brian G. Reynolds / US Navy

En el apartado de armamento, todas las embarcaciones hermanas del Paul Ignatius disponen de varios tipos de ametralladoras distribuidas en toda la cubierta y cañones de lanzamiento de proyectiles de 127 milímetros de calibre. La Marina de Estados Unidos tiene previsto equipar sistemas de armas láser en sus buques clase Arleigh Burke y ya ha llevado a cabo pruebas en un buque hermano al Paul Ignatius.

Aunque donde destacan de verdad es en el apartado de los misiles. Uno de los más letales es el de ataque a tierra Tomahawk de largo radio con más de 1.000 kilómetros de alcance. A él se unen los misiles superficie-aire RIM-66M, misiles antibalísticos para el escudo aéreo con hasta 1.200 km de alcance y varios tipos más antisubmarinos y antiaéreos.

Torreta disparando en el USS Paul Ignatius US Navy

Una de las particularidades más importantes del USS Paul Ignatius es que dispone del sistema de guerra Aegis. Desarrollado por la estadounidense Lockheed Martin y con presencia en la Armada española, interconecta los radares de embarcaciones y transmite los datos de forma segura entre todos los integrantes. La información se comparte en tiempo real y mejora notablemente la consciencia situacional y la toma de decisiones.

En cuanto a las contramedidas a bordo, dispone de sistemas de guerra electrónica fabricados por Raytheon y señuelos dedicados a confundir a torpedos y misiles enemigos. La protección en la clase Arleigh Burke se completa con la instalación de un sistema de filtración de aire contra ataques nucleares, biológicos y químicos.

Los 155 metros de eslora por 20 de manga se completan con un desplazamiento de 9.500 toneladas en orden de servicio. Dispone de una autonomía de 8.100 kilómetros a una velocidad de crucero de 37 kilómetros por hora gracias a 4 turbinas de gas fabricadas por General Electric que proporcionan un total aproximado de 100.000 caballos de potencia.

Helicópteros a bordo

El USS Paul Ignatius tiene espacio en la popa para operar un par de helicópteros Sikorsky MH-60R desarrollados dentro del Sistema Multipropósito Aerotransportado Ligero (LAMPS, de sus siglas en inglés). Este programa de la Marina busca crear un binomio entre la aeronave y la embarcación que puede mejorar las capacidades de esta última contra submarinos y otros barcos.

MH-60R disparando un misil Mark A. Leonesio / U.S. Navy

Para ello, el MH-60R realiza labores de inteligencia gracias a los sistemas y sensores instalados que recopilan información continuamente y la envían a la embarcación nodriza. Pero también dispone de misiles y torpedos para ejecutar ataques desde el aire.

En concreto, puede llevar a la vez hasta 2 torpedos clase Mark de varios modelos, 4 misiles Hellfire, misiles AGR-20 guiados de 70 milímetros y ametralladoras. Todo ello en un peso máximo que por poco no llega a las 11 toneladas impulsadas por un par de turbinas T700 firmadas por General Electric. Tiene una velocidad máxima de 270 kilómetros por hora y una autonomía en modo guerra antisubmarina de 3 horas y media.

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