La figura de las telefonistas fue clave durante los inicios de la telefonía y en momentos históricos como la Guerra Civil en España. Series y películas han retratado a esas chicas del cable que gestionaban las conexiones quitando y poniendo cables. Quién les iba a decir que décadas después una familia de robots heredaría su papel en las múltiples interconexiones simultáneas que se realizan a diario para que internet funcione. Así son los Patchbots, robots de parcheo que pretenden conquistar los centros de datos y automatizar el día a día de las conexiones globales.
El uso de internet está en continuo crecimiento, más después de su importancia durante la pandemia. Es una tecnología que lo abarca casi todo y que depende en gran medida de su gestión en los centros de datos. Estas instalaciones son el centro de millones de interconexiones, un mercado en el que España va camino de convertirse en el mayor 'hub' de datos del sur de Europa. Para agilizar el trabajo que allí se realiza de día y de noche, las máquinas se presentan como los incansables ayudantes de los técnicos que controlan todo el entramado de cables.
Un informe de Gartner apunta que para 2025 el 50% de los centros de datos contarán con robots que trabajarán para aumentar hasta en un 30% su eficiencia operativa. Los habrá que controlen la seguridad de las instalaciones como el perro de Boston Dynamics, mientras otros gestionarán la humedad y refrigeración de las salas. Pero, si hay una tarea constante y abrumadora en estas instalaciones, es la de poner orden en el lío de cables. Y aquí es donde entran Margaret Patcher, Patchy McPatchbot, Sir Patchalot, creados por la compañía DE-CIX.
Los robots del cable
Torres y torres con miles de conexiones por cable en cada pasillo. Así son los centros de datos, núcleos por los que pasan todas las interacciones de la red. Todos los emails que se mandan, imágenes, vídeos en streaming y el sinfín de aplicaciones y actividades que los usuarios y empresas le dan a la red de redes. Por esas torres se mueven los robots de DE-CIX.
Para que internet funcione con normalidad, en estos inmensos centros de datos se crean, modifican o eliminan conexiones constantemente, porque la Word Wide Web no duerme. Es lo que se conoce como enrutamiento, trabajo que se realiza con cables de fibra oscura, o lo que es lo mismo, circuitos de fibra óptica que han sido desplegados y que no están siendo utilizados. Según crece la demanda de interconexión global, más se necesita automatizar un proceso como este, de ahí que estén surgiendo robots como Patcher.
"Su único propósito es localizar una toma de corriente en un marco de distribución óptica, como un panel de conexiones tradicional, y luego conectar un cable de fibra óptica en él", explica por correo electrónico Thomas King, CTO de DE-CIX a EL ESPAÑOL-Omicrono. Durante el día o la noche, en cualquier momento, estos robots de parcheo pueden implementar nuevas conexiones de fibra, conectando nuevos puertos, actualizando y ajustando los anchos de banda.
Patchy McPatchbot fue el primero en llegar en 2018, y un año después le siguieron Sir Patchalot y Margaret Patcher. Entre los tres hay sutiles diferencias, como cuenta King: "para la nueva generación de robots, los bastidores fueron construidos completamente por nuestro equipo. Esto hace posible una ampliación de la capacidad sin tener que instalar un robot adicional. Sin embargo, el sistema de control, así como los paneles de conexión, son los mismos en los tres".
Patchy y sus hermanos no son tan ágiles todavía como lo eran las antiguas telefonistas. Para cada parcheo tardan unos seis minutos de media, pero lo pueden realizar de forma semiautónoma. El robot extrae uno de los finísimos cables de fibra óptica, que hay que manejar con mucha delicadeza, y se desplaza con cautela hasta la sección en la que debe volver a conectarlo. En todo el proceso es supervisado a distancia por los técnicos, sin que sea necesaria ninguna intervención física por parte del equipo de trabajadores.
Parcheando día y noche
Explica la compañía que su uso supone un gran avance para aquellos centros donde se requieren estas tareas con frecuencia y a gran escala. "Significa que nuestros empleados no tienen que conducir hasta el centro de datos para cambiar una conexión, como solían hacer en el pasado, sino que pueden encargarse de los cambios de forma telemática desde cualquier lugar. Es mucho más rápido y eficiente con los robots, y también es mucho menos propenso a errores", explica.
Además, los clientes pueden ajustar sus conexiones en función de sus necesidades a través de un portal de atención al cliente o una API abierta. No obstante, solo los empleados pueden hacer uso de los robots como medida de seguridad. Así se protegen de posibles "agentes externos que quieran cortar una conexión de forma malintencionada".
En DE-CIX Frankfurt, por ejemplo, uno de los grandes puntos de intercambio de Internet del mundo, hay más de 1.000 interconexiones entre redes, así como distintos anchos de banda de datos, y deben ajustarse cada día. Allí, la familia Patch Robot demuestra a diario su capacidad, aunque el gran reto se llevó a cabo en 2018, cuando el centro se trasladó a una nueva ubicación en la ciudad alemana. Aquel fue " el primer éxito de los robots de parcheo", dice King.
"Fue una migración a gran escala de más de 450 clientes en vivo. Durante esta migración, se tendió un total de más de 15 kilómetros de cable de fibra óptica" prosigue el CTO de DE-CIX. Los tres robots de parcheo siguen en funcionamiento en las instalaciones de la compañía en Frankfurt. Todavía no han llegado a otros centros, como el que hay en Madrid, pero hay planes "para desplegarlos en otros lugares del mundo en el futuro".
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