La fragata Reina Sofía F-84

La fragata Reina Sofía F-84 Armada Española Omicrono

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Así es la 'Reina Sofía', la fragata de la Armada que se suma a las operaciones de la OTAN

El buque español se integrará en la operación 'Sea Guardian' en el Mediterráneo, que busca fortalecer la lucha contra el terrorismo en el "flanco sur" de la OTAN.

10 junio, 2022 03:23

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La geopolítica mundial sigue desbocada. Mientras todas las miradas están puestas en el asedio a Severodonetsk y los demás frentes de la guerra entre Rusia y Ucrania, la OTAN tiene en marcha una gran operación en el Mediterráneo llamada Sea Guardian. Es una misión "enfocada en el conocimiento del entorno marítimo para disuadir y luchar contra el terrorismo, así como mitigar el resto de amenazas", en la que España participa activamente con múltiples efectivos, a los que desde el lunes habrá que sumar la fragata Reina Sofía, 'hermana' de la joya de la Armada, el buque Blas de Lezo.

Aunque la fragata tiene una capacidad máxima de 226 tripulantes, la dotación que partirá para esta misión en concreto consistirá en 170 efectivos. Entre ellos, destaca la presencia de un Estado Mayor reducido, disponible para liderar cualquier operación, así como un equipo operativo de seguridad de Infantería de Marina y una Unidad Cinológica embarcada, procedentes del Tercio de Levante.

La fragata Reina Sofía, con un amplio historial a sus espaldas desde su botadura en 1989, ejercerá así como una de las puntas de lanza de una operación que lleva en marcha desde 2016, cuando al despliegue inicial se sumó el submarino español Mistral. De hecho, la fragata ya estuvo desplegada en 2019 en el marco de la misma operación, papel que ejercerá ahora desde el 13 de junio hasta el 1 de julio.

Clase Santa María 

La fragata Reina Sofía (F-84), que originalmente iba a llamarse América, es una de las seis fragatas de la 41ª Escuadrilla de la Armada que tienen como centro de operaciones la Base Naval de Rota, en la bahía de Cádiz. Es un ejemplo de lo que puede dar de sí la clase Santa María, también conocida como Clase F-80, basada en el diseño estadounidense de la clase Oliver Hazard Perry, una de las más numerosas del mundo tras la Segunda Guerra Mundial. 

Entre sus características más destacadas está su capacidad para embarcar dos helicópteros medios, normalmente los Sikorsky SH-60B Seahawk, con capacidad de lanzamiento de misiles Penguin, torpedos o drones ScanEagle de Boeing, un sistema de vigilancia autónoma que se utilizó por primera vez en la guerra de Irak.

Con una eslora de 138 metros, la Reina Sofía logra mover sus 3900 toneladas gracias a sus dos turbinas de gas LM-2500, capaces de generar 40.000 CV. Su máxima velocidad es de 29 nudos y cuenta con un calado de 7,5 metros.

La protección frente a posibles ataques enemigos es uno de los puntos fuertes de la fragata, con refuerzos de aluminio en los depósitos de municiones, acero en la zona que alberga los motores y kevlar, material ultrarresistente que se utiliza en neumáticosvelas náuticas y chalecos antibalas, protegiendo las estaciones electrónicas y de mando.

Armamento

En cuanto al equipamiento armamentístico, la fragata cuenta con un lanzador de misiles MK-13 con capacidad para misiles Standard (antiaéro-antisuperficie) y Harpoon (antisuperficie). Eso sí, sólo puede lanzar y guiar un misil, a lo sumo dos si es contra el mismo blanco. Además, dispone de un cañón Oto Melara de 76/62 mm y dos ametralladoras Sentinel de 12,7 mm. que se controlan de forma remota.

Para hacer frente a posibles submarinos hostiles, los dos montajes triples de tubos lanzatorpedos tienen capacidad para el lanzamiento de torpedos MK-46 Mod. 2/5, cada uno de ellos armado con 44 kilos de alto explosivo PBXN-103.

Cubierta y artillería de la Fragata Reina Sofía.

Cubierta y artillería de la Fragata "Reina Sofía". Armada

En cuanto a los sensores y sistemas defensivos, el buque Reina Sofía dispone de un radar aéreo AN/SPS-49, detector de amenazas aéreas de largo alcance fabricado por Raytheon. Además de vigilar el espacio aéreo, el radar también proporciona un sustancial rendimiento de detección contra blancos a alta altitud y misiles rozaolas.

Este sistema se complementa con el radar de superficie AN/SPS-55, diseñado para el reconocimiento y navegación marítima y con un alcance máximo cercano a los 200 kilómetros. Para completar el equipamiento de detección, la fragata incorpora un sonar de casco AN/SQS-56, un sonar activo/pasivo de baja frecuencia y un rango de 18 a 64 kilómetros. 

Por último, el buque también dispone de un sistema de defensa electrónica RIGEL, capaz de detectar y analizar señales de radar en el entorno de misión del buque. Así, identifica el tipo de radar al que corresponde la señal, lo que permite identificar el tipo de plataforma y, por tanto, el nivel de amenaza.

Historial de misiones

Según refleja la página web de la Armada, desde hace más de 30 años la fragata Reina Sofía ha recorrido cerca de 500.000 millas, cifra equivalente a más de una vuelta al mundo por año. Su primera participación relevante fue en la Operación Tormenta del Desierto, durante la primera Guerra del Golfo, pero también ha cumplido un papel importante durante la crisis de los Balcanes, en la Operación Libertad Duradera tras el 11-S y en la Operación Active Endeavour, precursora de Sea Guardian, para proteger el tráfico de buques aliados en su paso por el .

La fragata Reina Sofía en el puerto de Málaga

La fragata Reina Sofía en el puerto de Málaga Daniel Capilla Wikimedia Commons

Entre diciembre de 2007 y mayo de 2010, el buque fue sometido a obras de modernización de media vida con importantes actuaciones para actualizar y potenciar las capacidades de la plataforma y de su sistema de combate.

Ya actualizada con material militar del siglo XXI, en 2012 estuvo desplegada en la Operación Atalanta en el océano Índico, cerca de Somalia, para hacer frente a los buques piratas que ponían en peligro el tráfico mercante y controlar las actividades pesqueras de la zona. Esa ha sido su operación de mayor duración, ya que permaneció 163 días fuera de su base en Rota.

Su papel más destacado en los últimos años, aparte de integrarse en la agrupación naval permanente de la OTAN en el Mediterráneo, ha sido el de salvamento de inmigrantes frente a las costas de Libia. En julio de 2016 y en menos de 48 horas rescató a más de 1200 inmigrantes, una cifra que aumentó en los meses posteriores hasta llegar a más de 4000 personas. Además, detuvo a dos traficantes de personas que posteriormente fueron entregados a las autoridades italianas. 

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