El turismo virtual tras la pandemia: tecnologías para salvar la España más desconocida
Las visitas virtuales ya no son un sustituto del turismo tradicional y se reinventan como herramientas de información para curiosos y profesionales.
17 junio, 2022 01:45En plena naturaleza, a 30 kilómetros de Ávila, se aferran a la memoria los restos de una ciudad amurallada que los arqueólogos han bautizado como la Pompeya vettona. Los visitantes pasean por el castro de Ulaca sin saber muy bien todo lo que significan esas piedras que el año pasado se enfrentaron a un devastador incendio. Profundizar en la historia y conservación de este lugar es ahora más fácil a través de una visita virtual, un proyecto tecnológico creado para fomentar la conservación del patrimonio de la España vaciada.
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Las experiencias digitales se convirtieron en el principal recurso para que museos y visitantes mantuvieran el contacto durante la pandemia. Superadas ya las cuarentenas más estrictas, tecnologías como la realidad aumentada y la fotogrametría se están popularizando tanto para preservar monumentos como La Virgen del Acueducto de Segovia como para ofrecer experiencias más completas en las exposiciones.
Mediante modelos 3D y mapas interactivos, un equipo multidisciplinar de las universidades Politécnica y Complutense de Madrid, así como la de Salamanca y León ha elaborado esta web con la que pretenden demostrar cómo las nuevas soluciones digitales pueden promover el turismo sostenible. El proyecto tiene triple objetivo: promocionar el turismo en estos yacimientos, concienciar de la fragilidad del entorno y facilitar material de estudio para futuros trabajos de conservación.
"Vimos las carencias que existen en la difusión de los yacimientos arqueológicos, sobre todo en lugares como Ulaca, que tiene tan difícil acceso", explica a EL ESPAÑOL-Omicrono, Miguel Ángel Maté González, investigador de la UPM y parte del equipo de investigación. Ya han elegido otros dos yacimientos de la región para ampliar la iniciativa con nuevas visitas virtuales que fomenten un turismo más sostenible, que mezcle realidad y tecnología.
Del sofá a la montaña
Ulaca se encuentra en un lugar desprotegido, testigo de la historia prerromana de España, y no cuenta con las comodidades de un museo. En 2021, el castro se vió afectado por el incendio de Nalacruz que quemó la maleza cercana, aunque el viento consiguió que el yacimiento no sufriera daños graves, por lo que ahora se puede visitar de forma presencial y virtual.
Desde el sofá de casa se puede hacer una incursión previa del entorno a través del móvil o el ordenador, para después disfrutar de lo aprendido con las sensaciones que no pueden atravesar la pantalla. "Poder percibir, por ejemplo, el aroma de las plantas como el tomillo, el canto de los pájaros, y estar paseando por todo el entorno" describe Miguel Ángel, que deja claro que la web debe servir de complemento, no de sustituto.
La web interactiva rellena las lagunas que puedan tener los visitantes antes, durante o después del paseo, explica detalles de la zona y muestra los porcesos de excavación ya terminados. De igual manera, sirve de enlace con los museos. "Date cuenta de que cuando tú estás en un museo estás viendo las vitrinas y a lo mejor puedes ver vasijas, artefactos que son de la excavación, pero están descontextualizados", explica. Por su parte, la web muestra el origen de ese objeto expuesto y anima a realizar una visita a quienes no se lo habían planteado.
Así es como pretenden concienciar de la importancia de estos entornos que también están expuestos al vandalismo: "la Junta de Castilla y León tiene que tener un guarda vigilando el entorno para evitar que vaya gente con detectores de metales, por ejemplo, y así evitar el expolio del yacimiento".
Navegando por Ulanca
El turista accede desde su ordenador o smartphone a una web de apariencia sencilla, un wordpress que recuerda al estilo de las páginas de los 2000, pero cargada de elementos e información con los que interactuar. Con el ratón o con el dedo, el visitante virtual puede pasear a su ritmo por cada rincón del recorrido e ir descubriendo especies de la flora autóctona o datos sobre los restos vetones que tiene delante.
Un mapa esquemático muestra los distintos niveles del recorrido para situarse con mayor rapidez. Según se avanza, se puede elegir el nivel de profundidad e información en el que se quiere reparar. Como explica Miguel Ángel, habrá quién se conforme con ver algunas imágenes y explorar el terreno, mientras otros dedican más tiempo a ojear los escritos sobre la historia del lugar y jugar con los diferentes modelos en 3D. "Puedes ir de menos a más en función del interés que tengas".
La reproducción digital en 3D de las viviendas o la sauna de Ulaca puede provocar rechazo a quién no está familiarizado con esta tecnología o la fotogrametría arqueológica, pero resulta una herramienta muy completa. Se puede girar la pieza en todas las direcciones, ampliar, cambiar el fondo o nivelar la calidad de la imagen entre otros muchos parámetros.
Aunque para la mayoría de turistas todos estos botones sobren, el proyecto aspira a abarcar una amplia variedad de necesidades, desde las del visitante curioso, hasta la de profesionales con intereses muy específicos. Esta misma tecnología sirve en otros proyectos arqueológicos como preservación digital del patrimonio, un registro para consultar con el tiempo y comprobar el deterioro de los objetos y lugares.
Turistas y arqueólogos
"Los turistas van subiendo y se realizan actividades como la luna celta", dice Miguel Ángel en referencia a una celebración cultural en la que se han congregado miles de personas en años anteriores. El incendio de Navalacruz les animó a lanzar antes el trabajo para mostrar cómo estaba la zona antes del suceso.
La fotogrametría sirve actualmente de herramienta de preservación digital del patrimonio, un registro para consultar con el tiempo y comprobar el deterioro de los objetos y lugares. En Ucrania, por ejemplo, se utiliza para conservar el arte destruido por la guerra. "Esta visita virtual puede servir de base geoespacial para los arqueólogos". El modelo 3D sería replica de un momento concreto del tiempo y "si en un futuro hacemos otro modelo del altar, podemos ver si ha habido diferencias significativas".
Asegura Miguel Ángel que están notando un crecimiento de las visitas. Tras Ulaca, el equipo pretende ampliar el proyecto a otros dos castros cercanos en Ávila, que son los de Chamartí y Las Cogotas, y esperan la aprobación de la FECYT (Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología) para ponerlos en marcha. "Se ha visto que este tipo de actividades tiene potencial. Estos lugares están en la España vaciada, por así decirlo, asi que o les damos visibilidad para que la gente sepa que están ahí y lo que significan o no van a ir por sí solos", afirma Miguel Ángel.