Así es el escudo antiaéreo del Ejército de Tierra que vigilará el cielo de Letonia ante la amenaza rusa
El Estado Mayor de la Defensa ha anunciado que ya están desplegados los sistemas antiaéreos en Letonia como parte del escudo de la OTAN.
2 julio, 2022 03:41Lejos de detenerse, los movimientos militares de los países de la OTAN han tenido un nuevo impulso en los últimos días con la cumbre celebrada en España como telón de fondo. Al anuncio del presidente estadounidense Joe Biden del envío de más buques de guerra a la base naval de Rota (Cádiz) se une el despliegue por parte del Ejército de Tierra de un sistema de defensa antiaérea NASAMS en Letonia.
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Esta batería de misiles se acompaña de la adición de 85 efectivos que se sumarán al contingente español —que contará con un total de 600 efectivos desplazados— y el envío de tanques Leopard y blindados de infantería de clase Pizarro. Los militares desplegados están integrados dentro del Regimiento de Artillería Antiaérea 73 con base en la localidad murciana de Cartagena.
Este nuevo envío de material va a parar a la Presencia Reforzada Avanzada (Enhanced Forward PResence o eFP), que tiene como objetivo "mantener la disuasión frente a cualquier agresión a nuestros Aliados Bálticos, a tavés de un despliegue de naturaleza defensiva", según recoge el Estado Mayor de la Defensa (EMAD).
Según informa el propio EMAD en un comunicado, el Ejército de Tierra ya ha desplegado el nuevo material en la base Lielvardes, situada a menos de 200 kilómetros de la frontera con Rusia. La capacidad del equipamiento enviado "aporta un alcance intermedio para protección de puntos vitales y permite la integración en el sistema de defensa aérea y antimisiles de la OTAN".
NASAMS
El desarrollo del sistema de defensa aérea NASAMS comenzó en los años 90 como parte de un porgrama de la Fuerza Aérea de Noruega. Para llevarlo a buen puerto, la compañía nacional Kongsberg Defense & Aerospace se alió con la estadounidense Raytheon y consiguieron ponerlo en activo en 1998.
A esta primera versión, le siguió inmediatamente después un proceso de mejora que culminó con el lanzamiento del NASAMS 2, que completó su periodo de prueba oficial en 2006. Este segundo modelo es el que se encuentra en las filas del Ejército de Tierra. En particular, se adquirieron un total de 4 baterías antiaéreas, con 2 lanzadores cada una.
La adquisición por parte de España de este tipo de armamento vino como parte de la contraprestación por las 5 corbetas Nansen fabricadas por Navantia en la primera década de los 2000. Desde entonces, el sistema NASAMS ha sido uno de los armas de cabecera de las Fuerzas Armadas para la guerra antiaérea de corto y mediano alcance.
Cada una de las baterías incorpora un radar MPQ-64 Sentinel fabricado por Raytheon e integrado en todo el sistema. Dispone de detección en 3D empleando la banda de los rayos X para realizar las labores de detección. El Sentinel es uno de los grandes éxitos comerciales de la compañía estadounidense, que lleva fabricándolos ininterrumpidamente desde los años 90, con versiones mejoradas mediante.
Este sensor emplea un mecanismo de giro de 30 revoluciones por minuto que consigue una cobertura de 360 grados. Además, se desarrolló para que ofreciera gran resistencia contra armas electrónicas, contramedidas y misiles anti-radación, que son capaces de dejar fuera de juego a cualquier dispositivo de su clase.
En cuanto a especificaciones, el fabricante anuncia un radio de detección de unos 75 kilómetros como máximo y un radio efectivo de 40 kilómetros. Existen algunas versiones mejoradas que consiguen hasta 120 kilómetros, aunque normalmente se encuentran más limitados debido a los misiles.
Una de las particularidades de la segunda versión de NASAMS es su integración con el sistema de transmisión de datos Link 16. Se trata de una red de telecomunicaciones propia de los países de la OTAN —y de algunos aliados con permiso especial— que tiene como objetivo compartir datos entre todos los efectivos. Eso incluye desde los sistemas antiaéreos como el NASAMS, hasta buques de guerra y todo tipo de aeronaves militares.
El Link 16 permite crear todo un ecosistema de información accesible en tiempo real clave para la protección de los países pertenecientes a la Alianza Atlántica. Y las baterías enviadas por España a Letonia son un eslabón más de la cadena.
Misiles
La munición empleada por el escudo antiaéreo español en Letonia son los AMRAAM (Advanced Medium-Range Air-to-Air Missile o Misil Aire-Aire Avanzado de Medio Alcance) en una versión particular capaz de lanzarse desde tierra firme. Están fabricados por la propia Raytheon, quien se encarga de la producción desde 1997 tras absorber al primer contratista, quien llevaba firmándolos desde 1991.
Si bien es más común ver los misiles AMRAAM montados en cazas como el F-18, Eurofighter, F-35 o F-16, el Cuerpo de Marines y el Ejército de Estados Unidos realizaron una serie de pruebas de adaptación en lanzadores terrestres. El resultado fue tan satisfactorio que comenzaron a integrarlo —de la mano de Raytheon— el el sistema NASAMS.
Según recoge el Ejértico de Tierra español, se trata de un misil "dispara y olvida" que se guía gracias a los sistemas a bordo y se apoya en el ecosistema de radares para alcanzar el objetivo. Tiene un peso total de 157 kilogramos, de los que 35 corresponden a la ojiva.
Cuenta con un alcance máximo de 25 kilómetros, aunque el rango efectivo se reduce a una cúpula de entre 7 y 10 kilómetros de radio por una altura de 10.000 metros. Además, dispone de un sistema de guiado semiactivo con inerciales y un radar terminal activo para recorrer los últimos metros. La versión de lanzamiento terrestre cuenta con una velocidad máxima aproximada de 2 veces la del sonido, es decir, casi 2500 kilómetros por hora.
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