El legendario obús de la Segunda Guerra Mundial con el que Taiwán podría atacar la China continental
El obús M1 Dragón Negro estadounidense se fabricó en los años 40 y el ejército taiwanés lo lleva usando desde los 50 de manera ininterrumpida.
22 agosto, 2022 01:04Igual que está ocurriendo en Ucrania, la artillería sería clave en un conflicto militar abierto entre China y Taiwán. Proyectiles cruzando de lado a lado el estrecho de Formosa directos contra las posiciones terrestres enemigas. Pero las diferencias son abismales. El ejército comandado desde Taipéi no dispone de unas fuerzas armadas modernas —como sí tiene España— con acceso a las últimas tecnologías para el combate, algo que queda reflejado en algunos de sus obuses que datan de la Segunda Guerra Mundial y que solo ellos siguen manteniendo en activo en todo el mundo.
Se encuentran instalados en las islas Kinmen y Matsu, situadas muy cerca de la China continental y bajo el paraguas de Taiwán. Según recoge The National Interest, los proyectiles del obús M1, apodado Black Dragon (Dragón Negro), pueden alcanzar la ciudad de Xiamen, que acoge a 5 millones de habitantes.
El Dragón Negro fue el arma de artillería más pesada de todas las desplegadas por el Ejército de Estados Unidos en la contienda mundial. Es un obús que surtió su efecto en las infraestructuras de hormigón del Eje en Europa y en los búnkeres situados en las montañas chinas durante la Guerra de Corea.
Los norteamericanos dejaron de emplear este tipo de obús en los años 50 en favor de un modelo mejorado con más alcance y menos tiempo entre disparos. Mientras, Taiwán los guardó a buen recaudo y los fortificó en esas islas.
El vetusto obús
El desarrollo del M1 comenzó en 1941 —en plena Segunda Guerra Mundial— con el objetivo de impulsar tecnológicamente la rama más pesada de la infantería estadounidense, que anteriormente había empleado una versión de un obús francés con malos resultados. Un borrón y cuenta nueva después, el Army de Estados Unidos arrancó la producción del Dragón Negro en 1942 y tan solo un año después ya se encontraba en activo.
El primer uso en batalla estuvo a cargo de un batallón estadounidense en Italia. Donde los obuses M1 de 240 milímetros junto con cañones de 203 milímetros se emplearon a fondo en fuego de contrabatería contra los cañones alemanes desplegados. Los resultados fueron extraordinarios, terminando por completo con la artillería berlinesa y con algunos tanques que se encontraban en los alrededores.
Las casi 30 toneladas que pesaba en su conjunto supusieron todo un reto para la logística de la época. Los camiones disponibles para el campo de batalla eran incapaces de acarrear tanta carga y los ingenieros del ejército decidieron separarla para que viajaran el cañón por un lado y el carro y retroceso por otro.
A medida que iba pasando el tiempo y con el fin de simplificar todo el proceso de transporte y posterior montaje —grúa incluida— modificaron el chasis de un tanque pesado para que pudiese albergar al M1 de 240 milímetros. Pero llegó demasiado tarde. De los 115 obuses autopropulsados planeados tan solo se llegaron a construir 5 debido a la conclusión de la guerra.
Según algunas estimaciones, se construyeron poco más de 300 de estos obuses hasta 1945. Una vez terminada la gran guerra también se detuvo la producción y en Estados Unidos no tardaron mucho en desguazar sus unidades.
Las primeras unidades llegaron a Taiwán en la Segunda Crisis del Estrecho que comenzó en agosto de 1958 y concluyó en diciembre de ese mismo año. Estados Unidos, que participó activamente en ella, envió un número muy importante de material militar a la isla, siendo los M1 Dragón Negro una de las armas más potentes.
Además de las 30 toneladas, la longitud del cañón alcanza los 8 metros y la zona de carga cuenta con casi 3 de ancho. Una de sus características que le hacen estar muy por detrás de los obuses modernos es que tan solo puede disparar 30 proyectiles a la hora. La baja cadencia, junto con los 14 operadores que necesita para funcionar, es uno de sus grandes hándicaps.
En cuanto al resto de especificaciones, cuenta con una velocidad de salida de 700 metros por segundo y dispone de un alcance máximo de 23 kilómetros con ojivas alto explosivo: más que suficiente para alcanzar suelo chino desde las islas donde están instalados. Posee también una elevación que va desde los 15 a los 65 grados y un movimiento lateral de 22,5 grados a derecha e izquierda.
El Paladín no llega
Las necesidades de Taiwán ante una posible invasión china no se satisfacen con los M1 Dragón Negro. Hace un año el gobierno de Taipéi pidió al presidente estadounidense Biden la aprobación para adquirir 40 obuses autopropulsados M109A6 Paladín por 750 millones de dólares.
A raíz de esa información y tras la luz verde de Washington D. C., medios taiwaneses recogieron que la entrega de las primeras unidades estaba prevista en 2023. Pero las últimas informaciones del Ministerio de Defensa de Taipéi anunciaron en mayo que Estados Unidos había aplazado la fecha hasta 2026, como muy pronto.
Ahora, con una presión de China mucho mayor que hace unos meses, Taiwán considera otros sistemas de armas alternativos de precisión y largo alcance, según recoge Reuters, incluidos los lanzacohetes HIMARS que tan buenos resultados están dando en Ucrania.
El M109A6 Paladín es una de las variantes noventeras del obús autopropulsado M109, que lleva sirviendo en el ejército estadounidense desde los años 60. Las primeras unidades se entregaron en 1994 y las últimas en 1999, hasta completar las 950 acordadas por la Army.
El modelo Paladín incluye un blindaje más resistente, un esquema interno rediseñado para almacenar mayor cantidad de municiones así como mejoras en el motor, suspensiones y cañón. Incorpora también un sistema de navegación inercial independiente del GPS, sensores que detectan la posición de las armas y un sistema de comunicación encriptado.
Tiene un peso algo inferior de las 30 toneladas que emplean un motor diésel Detroit de 440 caballos de potencia. En cuanto al armamento, la versión Paladín cuenta con un cañón de 155 milímetros compatible con munición alto explosivo con un alcance de 21 kilómetros. También puede disparar proyectiles asistidos por cohete (RAP, de sus siglas en inglés) con alcance de 30 kilómetros y la munición Excalibur con sistema de guiado que alcanza 40 kilómetros.
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