El mundo de los grandes yates de lujo va incorporando cada vez más tecnologías, para hacer estos vehículos marítimos de lujo todavía más confortables, pero también más ecológicos. Hay soluciones ingeniosas, como utilizar una cometa para ahorrar combustible, mientras otros apuestan por el hidrógeno como alternativa a la gasolina. En España tenemos ejemplos como el yate de Fernando Alonso, plagado de paneles solares y lujo en 18 metros de eslora, una solución que también han adoptado los creadores del VisionF 80 BLCK, lo más parecido a una versión marítima del Batmóvil.
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Este catamarán de aluminio del astillero turco VisionF llama poderosamente la atención por el color negro mate que cubre todo el casco. Esto atrae los rayos del sol y aumenta la eficiencia de los paneles solares que cubren el techo de la cubierta, capaces de captar suficiente energía como para alimentar todos los electrodomésticos, luces y dispositivos auxiliares del barco. En caso de querer más potencia, los propietarios también pueden sustituir las tumbonas situadas del puente elevado por paneles solares adicionales.
De la propulsión de esta llamativa embarcación se encargan dos motores Volvo Penta IPS 1050, que alcanzan una velocidad máxima de 18 nudos. A una velocidad de crucero de 12 nudos, el catamarán consume menos de 30 litros de combustible por hora. Futuras versiones contarán con propulsión eléctrica, y el precio actual del yate ronda los 5 millones de euros.
Crucero familiar
A veces menos es más. Y en el caso del VisionF 80, eso se traduce en una eslora de menos de 24 metros y un calado de 6, que lo hacen perfecto para echar el ancla cerca de la costa y acceder a bahías y zonas vírgenes más recónditas, en las que los gigantescos yates monocasco como el de Jeff Bezos no se atreverían a entrar.
El yate cuenta con una cubierta de proa abierta con un salón por debajo de ese nivel. A esta zona se puede acceder directamente desde el salón principal a través de una puerta de concha integrada junto al puesto de mando.
La zona superior es el lugar perfecto para las fiestas, con un sistema de sonido Void incluido como extra en la edición BLCK. Durante el día, este lugar es el ideal para tomar el sol o sentarse y disfrutar de las vistas al mar desde las tumbonas y asientos exteriores.
La amplia zona de la cabina tiene espacio para ocho comensales, con una gran tumbona en una esquina a la sombra y un área de almacenamiento para un Sea Bob (una especie de moto de agua submarina que permite bucear a gran velocidad y sin esfuerzo) en la otra.
En la cubierta los propietarios disponen de una embarcación auxiliar y una moto acuática. Aún así, el astillero ofrece distintas opciones de personalización, para que el dueño del barco pueda adaptar la mayor parte de las características del barco a sus necesidades, incluida la distribución.
En el modelo que suelen comercializar el interior dispone de espacio para 12 comensales, mientras que para dormir, cuatro camarotes ofrecen acomodo a ocho huéspedes. Eso sí, el más lujoso y con mayor superficie es el gran camarote principal, situado a estribor y con grandes ventanales para disfrutar del mar.
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