En los peores años de la pandemia, el suministro de componentes y hardware a nivel mundial se vio tremendamente afectado. Tanto es así, que durante una época dispositivos como consolas de nueva generación o smartphones no tenían existencias suficientes en España para abastecer la demanda. Lenovo es consciente de ello y por ello, ha anunciado un nuevo hito: fabricar y distribuir un millón de servidores y workstations desde sus instalaciones de producción.
Todo un logro si tenemos en cuenta que Lenovo ha distribuido dicho equipamiento desde sus instalaciones a medida en Europa, tras poco más de un año de su puesta en funcionamiento en Hungría. Y es que dicha planta abrió en junio de 2022, después de 10 meses de obras realizadas durante la pandemia.
Esta planta abastece a clientes de Europa, Oriente Medio y África, y busca responder a las necesidades de infraestructura de servidores, así como sistemas de almacenamiento y estaciones de trabajo en formato PC de alta gama. Un año después, en junio de este año, la fábrica ha proporcionado de equipamiento a más de 1.000 clientes a lo largo de 69 países.
Lenovo destaca en producción
Desde que se inaugurase su primera fábrica propia en Hungría, más de 180 clientes han visitado la ubicación, mejorando las relaciones a nivel de colaboración, comunicación y transparencia con sus clientes. Esta fábrica, en palabras del responsable de Fábrica de Lenovo, Szabolcs Zolyomi, es todo un hito "puesto que extendió nuestras operaciones de producción internacionales, proporcionando acceso a un potencial económico muy significativo para los sectores público y privado".
Así, la idea de distribuir un millón de unidades se constituye como una respuesta "a las necesidades de los clientes más efectiva, con mayor eficiencia y control sobre el desarrollo de los productos y las operaciones de la cadena de suministro". No es para menos; el equipo de la planta, desde su apertura, ha crecido en un 20% para satisfacer dichas necesidades.
La fábrica ubicada en Budapest fue construida desde el enfoque de la sostenibilidad, ya que Lenovo asegura que se han mejorado aspectos como el aislamiento térmico, completando la instalación "de sistemas sensores de iluminación y optimizando la utilización del calor residual de los compresores de aire", explican desde la empresa. Por si fuera poco, se ha iniciado una segunda fase de instalación de paneles solares para conseguir una capacidad de hasta 4 megavatios.
Esto da como resultado un mayor aprovechamiento de los recursos generados por la propia planta. Por ejemplo, el calor generado en las labores de fabricación se aprovecha para mantener el calor de las instalaciones, y en invierno, el aire frío del exterior se emplea para la refrigeración. Estos procesos se verán aplicados al resto de la fábrica pronto.
Esta fábrica de Hungría no es más que una pieza más en la vasta red de producción global de Lenovo, que se distribuye entre 35 ubicaciones de hasta 8 regiones distintas que dan servicio a clientes de 180 mercados, incluyendo algunos clave como Japón, Estados Unidos o India.