El submarino perdido rumbo a los restos del Titanic

El submarino perdido rumbo a los restos del Titanic

Tecnología

Nadie sabe dónde está el Titan: las tres hipótesis que anticipan la tragedia del submarino del Titanic

  • Continúan las labores de búsqueda para intentar localizar el sumergible de OceanGate, al que le quedarían menos de 30 horas de soporte vital.
  • Siga en directo la búsqueda del submarino desaparecido cerca del Titanic
21 junio, 2023 02:48

"Sigue los pasos de Jacques Cousteau y conviértete en un explorador submarino, empezando por una inmersión en los restos del RMS Titanic. Esta es tu oportunidad de salir de la vida cotidiana y descubrir algo verdaderamente extraordinario", se lee en la web de OceanGate Expeditions. Es la empresa que opera Titan, el sumergible que lleva en paradero desconocido desde el domingo con cinco personas a bordo, cada vez con menos opciones de ser rescatadas con vida.

Las labores para localizar y recuperar la nave en mitad del Atlántico, a 1.500 km de la costa estadounidense, están a pleno rendimiento, en una lucha contrarreloj en la que la tecnología está jugando un papel fundamental. No tanto la del propio Titan, que ha quedado en entredicho tras conocerse sorprendentes detalles sobre su equipamiento, sino la de los efectivos de la Guardia Costera canadiense y estadounidense, que están utilizando todos los medios a su alcance para encontrar el sumergible y a sus ocupantes.

Toda la atención se centra en las labores de rescate y en calcular cuántas horas de soporte vital les pueden quedar al piloto y los cuatro pasajeros de la expedición que partió para contemplar los restos del Titanic. A diferencia de un submarino, un sumergible tiene reservas de energía y oxígeno limitadas, por lo que necesita una nave nodriza que pueda lanzarlo y recuperarlo. Según las especificaciones del Titan, dispone de hasta 96 horas de autonomía bajo el agua, de las que quedarían unas 30 horas en esta angustiosa cuenta atrás.

Qué ha podido fallar

En 2022 Stockton Rush, el CEO de OceanGate Expeditions, aseguró en un evento público que su empresa había llegado a los restos del Titanic seis veces en 2021 y otras siete el año pasado. Varios pasajeros de anteriores inmersiones han compartido en redes sociales momentos en los que se perdió la comunicación entre el sumergible y la superficie, pero este tipo de expediciones siempre se consideran de alto riesgo, dadas las extremas condiciones de las profundidades marinas, incluso más complejas que las que plantea el espacio. 

David Pogue, reportero de CBS que realizó una de esas inmersiones, tuvo que firmar una renuncia a cualquier tipo de indemnización en caso de accidente, ya que la cápsula submarina, catalogada como experimental, "no había sido aprobada ni certificada por ningún organismo regulador" y una travesía en su interior "provocar lesiones físicas, discapacidad, traumas emocionales y la muerte".

La inmersión hasta los restos del Titanic a 3.800 metros dura unas dos horas, y se suelen dedicar otras cuatro a inspeccionar los restos del naufragio. Como la comunicación se interrumpió una hora y 45 minutos después del lanzamiento del sumergible desde su plataforma, algunos expertos calculan que el problema se pudo producir a partir de los 3.000 metros de profundidad.

Sobre lo ocurrido se barajan tres hipótesis, ninguna de ellas demasiado halagüeña. El resultado más favorable sería que el sumergible, tras detectar una emergencia a través de sus sensores, soltara automáticamente un "peso de caída" para volver a la superficie, señala Alistair Greig, experto en submarinos del University College de Londres, en declaraciones a la BBC

[Nautilus, el increíble yate que también es submarino y se sumerge a 200 metros]

Sin embargo, incluso en el caso de que el sumergible esté en la superficie, lo que es más preocupante es su sistema de sellado. Los tripulantes del barco MV Polar Prince son los encargados de cerrar herméticamente el sumergible desde el exterior con 17 pernos, que no pueden ser retirados desde el interior. Por tanto, aún en caso de que el Titan haya conseguido salir a flote, sus ocupantes tendrán que esperar a que los equipos de rescate los encuentren y abran la compuerta desde fuera para poder salir.  

Otra de las posibilidades es que el fallo eléctrico o con las baterías haya dejado inutilizados los cuatro propulsores de la nave, en cuyo caso deberían haber funcionado los sistemas para reflotar la embarcación. También se estudia la posibilidad de que el casco haya sufrido daños en algún momento de la inmersión, en cuyo caso no habría casi opciones. Con la inmensa presión a la que está sometido el vehículo a esas profundidades, cualquier fuga, por pequeña que sea, puede ser fatal. Si eso ha sucedido, Titan puede haber acabado en el lecho marino, sin posibilidad de subir por sus propios medios, por lo que las opciones de rescate, según Greig, "son muy limitadas".

Cómo es Titan

Titan es un sumergible tripulado de clase Cíclope con un casco de fibra de carbono y titanio diseñado para llevar a 5 personas a profundidades de hasta 4.000 metros. Sus funciones son variadas y van desde la inspección, la investigación y la recogida de datos hasta la producción de películas y pruebas de hardware y software en aguas profundas. "Una solución única a la creciente necesidad de observación, inspección y exploración en las profundidades oceánicas", según afirma OceanGate en su página web.

Con unas medidas de 6,7 metros de eslora, 2,8 de altura y 2,5 de manga, el Titan tiene un peso en vacío cercano a las 10 toneladas y puede llevar en su interior una carga de hasta 658 kg. Para navegar a una velocidad máxima de 3 nudos (5,5 km/h) utiliza cuatro propulsores eléctricos Innerspace, dos verticales y dos horizontales, para poder maniobrar en todas direcciones. Además, cuenta con equipos de vídeo y fotografía con calidad 4K para registrar todas sus operaciones.

Diagramas del sumergible Titán

Diagramas del sumergible Titán Arte EE Omicrono

Los instrumentos de navegación del sumergible son un sonar BlueView 2D y un láser subacuático dinámico de 2G Robotics para orientarse en las profundidades marinas. En todo caso, se trata de un sumergible singular, ya que muy pocos son capaces de llegar hasta esos límites por la enorme presión a la que se somete su casco. El interior es claustrofóbico, con un diminuto baño en extremo y una única ventana al exterior de 21 cm de diámetro.

El Titan fue lanzado el domingo por la plataforma de lanzamiento y recuperación integrada en el MV Polar Prince, su buque nodriza. Para iniciar la inmersión, esta especie de dique seco inunda sus tanques de flotación con agua para realizar un descenso controlado a una profundidad de 9,1 metros, con el objetivo de evitar cualquier turbulencia en la superficie.

[Submarinos nucleares como naves nodriza de drones acuáticos: así es el plan secreto de EEUU]

Una vez sumergida, la plataforma utiliza un sistema patentado de flotación con amortiguación del movimiento para permanecer acoplada a la superficie y, aun así, proporcionar una plataforma subacuática estable. Al término de cada inmersión, los sumergibles se colocan en la plataforma y todo el sistema se lleva a la superficie en aproximadamente dos minutos, llenando de aire los tanques de lastre. 

Lo más inesperado de Titan son algunos elementos de su equipamiento desvelados por anteriores tripulantes como el propio David Pogue. Él fue el primer sorprendido al comprobar que el sumergible se controla con un simple mando de videojuegos, el F710 de Logitech, disponible por 40 euros en Amazon.  En el reportaje de Pogue, el CEO de OceanGate señaló: "sólo tenemos un botón, eso es todo. Debería ser como un ascensor, no debería requerir mucha habilidad".

El pequeño espacio interior y el mando utilizado para controlar el sumergible Titán

El pequeño espacio interior y el mando utilizado para controlar el sumergible Titán CBS Omicrono

 

Por extraño que pueda parecer, no es raro que este tipo de vehículos utilicen mandos de videojuegos. Por ejemplo, en 2017 se conoció que los submarinos de la clase Virginia de la US Navy habían empezado a incorporar mandos de Xbox, aunque en ese caso sólo para controlar las funciones del periscopio. Otros vehículos militares, como algunos modelos de tanques y drones, también se controlan con este tipo de dispositivos habituales de las consolas de videojuegos y el PC.

La operación de rescate

En caso de que el sumergible esté en la superficie, la misión de rescate será mucho más sencilla. El contralmirante John Mauger de la Guardia Costera de Canadá, portavoz del equipo que intenta encontrar la nave, aseguró ayer martes que han cubierto más de 16.000 metros cuadrados gracias a varios aviones y embarcaciones, tanto militares como privadas

Los más utilizados han sido los HC-130J de la Guardia Costera estadounidense. El sistema de misión de estas aeronaves incluye capacidades de identificación automática y radiogoniometría, radar multimodo de largo alcance y una torreta de sensores electroópticos e infrarrojos, que proporciona tanto imágenes como datos de objetivos.

En la búsqueda también están participando varios P-8A Poseidón de la US Navy, aviones de patrulla marítima multimisión, que destacan en la guerra antisubmarina y guerra antisuperficie, pero que también pueden realizar labores de inteligencia, vigilancia, búsqueda y salvamento.

Un C130 Hercules

Un C130 Hercules Wikimedia Commons Omicrono

Los esfuerzos canadienses se centran en las posibilidades que ofrece el CP-140 Aurora, un avión de patrulla de largo alcance utilizado para múltiples tipos de misiones sobre tierra y agua, entre ellas de búsqueda y rescate. Esta aeronave puede llevar a cabo búsquedas con sonar, que pueden ser la clave para dar con la cápsula submarina. 

En cuanto a los barcos, las labores de reconocimiento las están llevando a cabo principalmente el buque nodriza del Titan, el Polar Prince, y el Deep Energy, un barco especializado en trabajos submarinos en aguas poco profundas y ultraprofundas de hasta 3.000 metros. Este último está específicamente diseñado para operar en el mar del Norte, la cuenca atlántica y en proyectos intercontinentales de gran magnitud.

El robot CURV-21

El robot CURV-21 US Navy Omicrono

En caso de que el Titan se encuentre sumergido a más de 200 metros, las labores de rescate se complicarían hasta rozar lo imposible. En primer lugar, por la localización, que sólo puede lograrse a través de sonar y está 'interrumpida' por los propios restos del Titanic, y en segundo lugar por las dificultades añadidas en la recuperación del sumergible.  

La Navy estadounidense dispone de un vehículo subacuático para rescatar a personas de submarinos, pero su profundidad máxima es de sólo 600 metros. La única opción de rescate posible a partir de esos niveles de profundidad serían vehículos no tripulados como el CURV-21. Este puede alcanzar profundidades de hasta 6.000 metros, pero tiene otro grave problema en este caso: su capacidad de elevación es de sólo 1.500 kilos y el Titan pesa cerca de 10.000 kilos.

Francia anunció ayer por la tarde que va a enviar un buque oceanográfico equipado con un robot de exploración para colaborar en la búsqueda. Se trata de L'Atalante, que pertenece a un instituto francés de investigación marítima y se encuentra a unas 48 horas del lugar donde se hundió el Titanic. Se espera que el equipo francés llegue a Canadá el miércoles, antes de dirigirse al lugar donde se vió por última vez el Titan para operar el robot, que puede sumergirse a cerca de 4.000 metros.

También te puede interesar: