Si por algo es famosa Disney fuera de la gran pantalla, es sin duda alguna por sus animatrónicos. Estos dispositivos animados han ido cambiando con el paso de las generaciones, integrando la última tecnología en robótica y recreación de animaciones. Una idea que todavía no se ha explorado del todo en España. Las redes sociales han ardido de emoción con los últimos animatrónicos presentados por Disney.

Todo viene a raíz de la controversia de la Splash Mountain, su famosísima atracción acuática de Disney World que fue cerrada en junio debido a sus raíces racistas. La atracción, ahora llamada Tiana's Bayu Adventure, ha estrenado una serie de animatrónicos que poblarán la atracción y que aluden a los personajes de Tiana y el Sapo, la primera película en ofrecer una princesa Disney de color.

Todos estos animatrónicos han pasado por la serie de YouTube "We Call It Imagineering" de Disney, y en ella muestran a personajes reimaginados como robots, o "audio-animatrónicos" según la propia compañía. Los responsables de dichos dispositivos provienen de Walt Disney Imagineering, encargados de desarrollar planes y tecnologías para los parques temáticos de Disney.

robots

Todos estos avances han sido reflejados en un vídeo dedicado de Walt Disney Imagineering, en el que se tratan estos nuevos animatrónicos. Esta serie de vídeos cubre todos los avances en robótica y tecnología general que se llevan a cabo para estos dispositivos, presentes en los parques de Disney. 

Estos animatrónicos llevan una carga de trabajo extremadamente amplia a sus espaldas. De hecho, integran equipos que representan más de 100 disciplinas; ingenieros, titiriteros, arquitectos, pintores y un largo etcétera. En este sentido, Disney se reserva mostrar algunos de los detalles más técnicos de sus robots, por lo que este vídeo es solo una muestra de su alcance tecnológico.

Desde Disney Imagineering cuentan que para recrear estos animatrónicos, se basaron directamente en las escenas de la película original. De esa escena extraen aspectos como la caracterización, los movimientos faciales, su estética, su situación...  Según Avi Tuchman, programador principal de show en Walt Disney Imagineering, comienzan desde la misma base. "Averiguamos qué deben hacer los personajes en cada escena individual y se construye a partir de ese punto".

Destacan la caracterización, qué es lo que el personaje hace o por qué están en esa situación. "Comenzamos a visualizarlo todo digitalmente, en animación 3D, justo como tú lo verías para una película. Y revisamos qué cosas necesita hacer el personaje para comunicar el punto de la historia", relata Tuchman. Con esto, se consigue un mayor nivel de inmersión en el público.

Uno de los animatrónicos de Disney. Disney Imagineering Omicrono

De esta forma se consigue que el usuario pueda visualizar al animatrónico como el personaje que aparece en pantalla, ya que lo imita a la perfección en la mayoría de casos. Esto se consigue gracias a una colaboración increíblemente estrecha entre los animadores de Disney y los propios ingenieros de Imagineering, especialmente los de diseño e ingeniería mecánica. 

Así lo explica Sarah Nesbitt, manager de programación para shoe de Imagineering. "Todo esto viene del animador, que trabaja de manera cercana con sus colaboradores del estudio de diseño e ingeniería mecánica del show, para llevar el desarrollo a nuestro equipo de acabado de figuras", su división para dar forma final al aspecto físico de los animatrónicos.

Imagen de animación de uno de los animatrónicos. Disney Imagineering Omicrono

En este equipo se encargan de todos los detalles, desde el acabado de los vestidos y trajes que llevan los animatrónicos hasta el desarrollo del movimiento de los motores del animatrónico. De hecho, trabajan en conjunto para que, por ejemplo, la ropa se ajuste lo mejor posible a los movimientos del animatrónico. Algo difícil, ya que en palabras de sus creadores, hay una gran cantidad de tecnología, por lo que los ajustes a la ropa son vitales.

Para los movimientos, se usan una serie de motores que determinan los movimientos concretos del robot. En el caso de un animatrónico de Tiana, los animadores explican que solo en un antebrazo puede haber hasta cinco motores que se encargan de levantar o bajar el brazo, o de girar la muñeca. Lo mismo ocurre para el resto de articulaciones y rostro, que requieren de sus propios motores.

Animatrónico de Lewis al desnudo. Disney Imagineering Omicrono

Un caso particular es el de Lewis, un gran cocodrilo que aparece en la película y que por supuesto tiene su propio animatrónico. Está repleto de partes móviles y de motores, que trabajan juntos en armonía. Parte de la filosofía de desarrollo de este robot se basa en las capas, que se compenetran una con la otra para garantizar el movimiento final del robot.

Un ejemplo son sus cubiertas que, valga la redundancia, sirven para cubrir el motor y dar movimiento a partes del cuerpo como la barriga. En este caso, estas cubiertas se sincronizan para moverse al unísono y, además, mantienen el soporte del dispositivo para que este se pueda mover sin problemas. Muchas de estas capas y cubiertas, sin ir más lejos, también están animadas y motorizadas, constituyendo una figura eléctrica completa.

Ingeniero junto al animatrónico de Lewis Disney Imagineering Omicrono

Tal y como lo expone Sonny Chapman, principal desarrollador de ilusiones en Imagineriing, las nuevas tecnologías han jugado un rol increíble en este desarrollo. "Esta es una figura eléctrica completa, por lo que las tolerancias y el movimiento que obtenemos de los motores eléctricos son acertados", relata Chapman en el vídeo de presentación.

Para que este animatrónico se mueva, al igual que ocurre con el resto de dispositivos, un programador se encarga de "entrenar" al animatrónico y asegurarse de que la figura está lista mecánicamente hablando, comprobando que todos sus componentes estén en su sitio y bien establecidos para que no choquen en el movimiento.

Sección de prueba de movimientos de los animatrónicos. Walt Disney Imagineering YouTube

Otro de los aspectos clave de la creación de las animaciones y movimientos de los animatrónicos reside en reflejar cómo sus movimientos provocan distintas reacciones a su cuerpo en diferentes situaciones y espacios. Mediante un avatar digital y un animatrónico de muestra, los ingenieros pueden revisar cada uno de estos aspectos y recoger hasta la más mínima reacción y modificarla para comprobar el funcionamiento de los motores y las piezas del animatrónico.

Desde Imagineering especifican que cada actuador o motor tiene una función muy concreta dentro del robot, y que dependiendo de sus necesidades este será más grande, pequeño, activo o pasivo. En definitiva, estos tienen que trabajar en consonancia, un aspecto vital que se puede controlar con esta metodología de trabajo.