Uno de los grandes logros a los que aspira la humanidad es la de hacer lo más accesible posible la energía nuclear. En España ya se han podido ver inventos para evitar cargar el móvil en forma de baterías nucleares en miniatura, y que aspiran a revolucionar el mercado energético. La compañía Infinity Power afirma haber conseguido desarrollar una batería nuclear del tamaño de una pila de botón.
Así lo explica la propia empresa en un comunicado en el que asegura haber contado con la participación del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Con la ayuda de la entidad, Infinity Power asegura haber obtenido una célula atómica increíblemente compacta que además destaca por ser eficiente y duradera. Se basa en la recolección de energía mediante desintegración de radioisótopos.
Las promesas son altas, ya que Infinity Power explica haber logrado el nivel más alto de eficiencia jamás alcanzado en lo que a tecnologías de conversión de energía de radioisótopos. Este nuevo invento promete generar brutales cantidades de milivatios durante al menos un siglo entero, de nuevo, en el tamaño de una simple pila de botón convencional.
Una batería nuclear en forma de pila
La clave de dicho avance tecnológico radica en la conversión de energía electroquímica basada en la disolución de electrolitos con radioisótopos. Dicho proceso augura una eficiencia de un 62% respecto a los métodos de obtención de energía vistos en otras baterías de nucleares, como sería la conversión de energía obtenida por desintegración de isótopos radioactivos a electricidad. El método do, aseguran desde Infinity Power, conduce a una alta eficiencia de conversión.
Y es que en palabras de la firma, la escalabilidad de la tecnología que ha permitido el desarrollo de esta batería abre un "amplio espectro de generación de energía, que abarca desde nanovatios hasta kilovatios o más". No solo eso, sino que incluso con su tamaño, esta batería puede generar "decenas de milivatios de energía" durante décadas, solo con ajustar los parámetros clave de su diseño.
La alta eficiencia respecto a los métodos de conversión habituales permite a la batería producir más energía usando menos cantidad de radioisótopos. Por otro lado, incluye una gama bastante más amplia "de selección de radioisótopos que otras tecnologías que sólo permiten una selección restringida", especifican desde su comunicado.
Así, gracias a los radioisótopos integrados de la batería, esta podría otorgar grandes cantidades de electricidad en períodos prolongados de tiempo, todo ello sin que sea necesario el uso de fuentes de energía externas. Un recurso que muchas veces es intrínseco de los sistemas modernos más utilizados de nuestra industria actual, como los dispositivos móviles o los robots, que se valen de baterías.
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EL ESPAÑOL - Omicrono ha podido hablar con Alfredo García, licenciado como operador de reactor y supervisor e ingeniero de telecomunicaciones además de divulgador de ciencia conocido en redes sociales como Operador Nuclear. García relata la base que sustenta el funcionamiento de este tipo de dispositivos: aprovechar la energía liberada durante la desintegración de los isótopos radioactivos.
Los dispositivos más habituales que aprovechan este método son los conocidos como generadores termoeléctricos de radioisótopos o RTG, por sus siglas en inglés. Los RTG son ampliamente usados por dispositivos espaciales como las sondas Voyager o los rovers Curiosity y Perseverance, explica García a EL ESPAÑOL - Omicrono.
La clave de los RTG radica en su capacidad para convertir el calor generado por la desintegración radioactiva natural del plutonio-238, un emisor de partículas alfa o núcleos de helio en un flujo constante de electricidad mediante termopares. Dichos termopares que sirven como sensores de temperatura, asegura García, basan su funcionamiento en el llamado efecto Seebeck, que describe la emisión de electricidad en un circuito eléctrico compuesto por conductores diferentes con diferentes temperaturas.
El isótopo radioactivo de la batería de Infinity Power es níquel-63, un emisor de partículas beta (electrones). García cree que el hecho de que la firma no haya dado detalles técnicos sobre la nueva conversión electroquímica de la batería que permite ese 62% de eficiencia es debido a cuestiones de privacidad empresarial.
García cree que si las declaraciones de Infinity Power son ciertas, el logro que acaba de conseguir es como mínimo llamativo, al menos en lo que a eficiencia refiere. "Si cumplen lo que dicen, el avance en eficiencia es considerable, porque la mayoría de sistemas de acumulación de electricidad pierden una parte muy importante de su energía en forma de calor", relata el ingeniero.
Por otro lado, Alfredo García incide en la protección de la propia batería. Asegura que la radiación beta (en este caso, de muy baja energía cinética) "se puede detener con una simple hoja de papel, así que una carcasa de acero o titanio sería más que suficiente para detener toda la radiación". De esta forma y en palabras de García, la radiación se vuelve indetectable desde el exterior "y por tanto inocua para las personas que llevan la batería en su reloj, marcapasos o audífono".
La clave del avance la da Jae W. Kwon, fundador y actual CEO de Infinity Power. Kwon afirma que la forma líquida de los radioisótopos "crea un canal amplio y más eficaz para la recolección de electrones, lo que conduce a una alta eficiencia de conversión". También resalta en el comunicado el diseño escalable y la capacidad de producción en masa de la propia batería, para conseguir una mayor adopción en el mercado en caso de futuros lanzamientos.
Infinity Power pone el punto de vista en dispositivos médicos implantables, así como en sistemas de energía en zonas remotas o sistemas de energía espacial como posibles campos en los que probar la eficiencia de esta nueva batería nuclear. "Nuestros objetivos son dirigir este descubrimiento hacia un lanzamiento exitoso del producto y comenzar un nuevo capítulo en la historia de las soluciones innovadoras de almacenamiento de energía", apostilló el propio Kwon.
La idea detrás de esta batería es acabar con lo que la firma define como interrupciones usualmente provocadas por la necesidad de repostar o recargar los sistemas actuales basados en sistemas de energía externa. Por supuesto, la seguridad es un punto cubierto en este desarrollo, ya que Infinity Power asegura que el blindaje de la carcasa que envuelve el material de su interior no deja pasar la radiación. De esta manera, el uso seguro en dispositivos electrónicos de consumo habituales está garantizado.