Hace 40 grados a la sombra, el calor emerge del asfalto y el sudor nos recorre el cuerpo. Toca meterse en el coche, que lleva unas horas aparcado a pleno sol, alcanzando una temperatura interior insoportable. Una auténtica pesadilla que se repite cada día en España durante el verano, aunque los avances en tecnología pueden hacerte olvidar el aire acondicionado, manteniendo el coche fresco incluso en las peores condiciones posibles.
Es en lo que trabaja un equipo de ingenieros de Nissan desde 2021. Ellos son los responsables de una innovadora pintura que, tras varias pruebas, ha demostrado su capacidad para bajar hasta 12 grados la temperatura de los vehículos. Además de mejorar el confort de los ocupantes del coche, este avance promete reducir el consumo asociado al aire acondicionado, tanto en coches con motor de combustión como en los eléctricos, aumentando notablemente su autonomía.
"Mi sueño es crear coches más frescos sin consumir energía", ha afirmado Susumu Miura, director y experto del Laboratorio de Materiales y Procesos Avanzados del Centro de Investigación de Nissan. "Esto es especialmente importante en la era de los vehículos eléctricos, donde la carga del aire acondicionado en verano puede tener un impacto considerable", sostiene en un comunicado de prensa.
Refrigeración radiativa
Miura, que ha dedicado su carrera profesional en Nissan a investigar nuevas formas de fabricar coches más silenciosos, fríos y eficientes, se centró en desarrollar un metamaterial capaz de 'rebotar' el calor del sol. Estos materiales sintéticos se crean en laboratorio, utilizando estructuras con propiedades que los hacen únicos.
Este trabajo se lleva a cabo desde hace más de 3 años en colaboración con la empresa Radi-Cool Japan, especialista en productos de refrigeración radiativa, como la pintura que ya se utiliza de forma habitual en el revestimiento de edificios y otras superficies.
El resultado de esta colaboración son dos partículas microestructuradas que reaccionan de forma distinta a la luz. La primera se encarga de reflejar el infrarrojo cercano de la luz solar, que habitualmente es el que provoca vibraciones a nivel molecular en la pintura convencional y eleva su temperatura.
Mientras, la segunda partícula es la que esconde la verdadera innovación: gracias a su composición, crea ondas electromagnéticas capaces de contrarrestar los rayos solares y desviar el calor del vehículo hacia la atmósfera. La combinación de ambas partículas es lo que "reduce la transferencia de calor a superficies como el techo, el capó, las puertas o los paneles interiores" del automóvil, según sus responsables.
Desarrollo y pruebas
A la hora de desarrollar la pintura fría, los ingenieros de Nissan se enfrentaron a numerosos retos y obstáculos. Los principales fueron incorporar una capa superior transparente para proteger de agentes externos, y posibilitar su aplicación con pistola, en lugar de rodillo. Este tipo de pintura refrigerante radiante suele tener un gran espesor, lo que dificulta su aplicación a superficies como las de un coche, además de poder dejar residuos calcáreos al tocarla.
Para reducir esos efectos negativos y cumplir con los exigentes estándares de calidad del fabricante japonés de coches, Miura y su equipo han desarrollado más de 100 muestras distintas de pintura. Su variante más prometedora tiene un grosor de sólo 120 micras, aún así, unas seis veces más gruesa que la finísima capa de pintura que suelen tener los automóviles.
Tras ser sometida a diferentes pruebas de laboratorio, esta pintura fría ha confirmado su resistencia a la sal y el desconchado, el descascarillado, los arañazos y las reacciones químicas, además de conservar la consistencia del color y su reparabilidad. Aún así, desde Nissan insisten en que siguen trabajando para encontrar opciones más finas capaces de ofrecer los mismos resultados.
Para ponerla a prueba en condiciones reales, Nissan llegó a un acuerdo con la aerolínea All Nippon Airways (ANA) y el Aeropuerto Internacional de Tokio, en Haneda. Así, durante 12 meses se ha estudiado el comportamiento de la pintura en una furgoneta Nissan NV100 operada por ANA.
Calor en el aeropuerto
El entorno del aeropuerto demostró ser el más adecuado para comprobar la eficiencia de la pintura fría, ya que suele estar expuesto a altas temperaturas y al impacto directo de la luz solar. A lo largo de todo el año, los técnicos de Nissan han estudiado las diferencias de temperatura entre un vehículo tratado con la pintura refrigerante y otro igual, pero revestido con pintura convencional.
Las diferencias llegan hasta los 12 ºC en la superficie exterior del vehículo y 5 ºC en el interior del habitáculo, más o menos equivalente a tener un árbol o una estructura que produzca sombra. Además, se comprobó que el rendimiento y la diferencia de temperatura fue muy superior cuando los vehículos estuvieron aparcados al sol durante largos períodos de tiempo.
El resultado no sólo ofrece un habitáculo más fresco, sino que puede ser fundamental a la hora de reducir el consumo del motor. Así, además de mejorar el confort de conductor y pasajeros, este avance puede proporcionar una mejora en la autonomía tanto en vehículos eléctricos como en los de diésel o gasolina, ya que rebajaría las necesidades de refrigeración.
De momento, las pruebas siguen en marcha y Nissan todavía no aclara cuando utilizará su pintura fría en sus productos comerciales. De momento sólo ha desarrollado su versión blanca, pero Miura y su equipo esperan poder ofrecerla en varios colores. Su mayor potencial, estiman desde la compañía japonesa, está en vehículos comerciales ligeros como furgonetas, camiones o ambulancias.