Apple Watch Series 7 Omicrono
Tu futuro Apple Watch podrá medir tu presión arterial gracias a un sistema de monitoreo que ya está patentado
Este método podría aplicarse a futuros relojes inteligentes de la compañía, gracias a su proceso no invasivo para con el usuario.
Más información: Apple se defiende de la demanda sobre la toxicidad de algunas correas del Apple Watch: "Son seguras de llevar"
Si algo han demostrado los relojes de Apple, es que son algunos de los smartwatch mejor valorados del mercado. Los Apple Watch Series 10 disponibles en España están siendo muy queridos por la comunidad, y no son pocos los usuarios que esperan por el futurible Apple Watch barato, que tendrá un rediseño enfocado principalmente a niños. Ahora, se vislumbra un futuro en el que los Apple Watch podrían medir la presión arterial gracias a un sistema de monitoreo de hipertensión.
Apple acaba de conseguir una nueva patente para desarrollar una solución de monitoreo de presión arterial para el Apple Watch, que se une a una importante caterva de patentes anteriores que datan desde al menos 2018, según Patently Apple. Si bien los primeros rumores hablaban sobre la llegada de este sistema en 2024, las nuevas patentes indican que como mínimo, Apple no ha abandonado la idea y está planteándose el cómo introducir esta novedad en sus futuros relojes.
En este sentido, la patente presenta esquemas con dispositivos similares a los Apple Watch y métodos y sistemas no invasivos para determinar la presión sanguínea dentro del sistema cardiovascular de un usuario. Lo más llamativo es que varios de los dispositivos presentados en esta patente son básicamente relojes, ya que se atan a las muñecas e integran una variedad de sensores configurados para interactuar con la piel; igual que un Apple Watch.
Presión arterial en los Apple Watch
El sistema propuesto por Apple en esta patente funciona de manera muy similar a como lo hace el sensor de frecuencia cardíaca de los Apple Watch. La idea es que el usuario pueda tener lo que se llama 'seguimiento pasivo' para obtener datos de manera frecuente sin necesidad de que el usuario tenga que solicitar dichas mediciones. También permite al usuario activar este sistema y así conocer sus niveles de presión arterial sin problemas.
Estos métodos abren la puerta a un monitoreo de la presión arterial sin necesidad alguna de realizar calibraciones o seguimientos de los valores de presión arterial relativa. Datos que al igual que ocurre con los proporcionados por los sensores de frecuencia cardíaca, son de gran interés para los profesionales de la salud asociados al usuario. "Se describen métdos que usan cambios de presión hidrostática para determinar una presión arterial media o absoluta, y más específicamente, que emplean técnicas de oscilometría de presión o volumen modificado".
Un sensor se sitúa sobre la muñeca del usuario, bajo el Apple Watch. Luego, el usuario mueve la muñeca para que las alturas del sensor "difieran dentro de un rango de alturas con respecto al corazón del usuario". Así, el dispositivo puede medir la presión sanguínea a cada altura, afianzando la medición final respecto al corazón modificando el nivel de presión hidrostática. El rango de alturas con respecto a este órgano puede ir desde un centímetro hasta los 40, haciendo la prueba tremendamente accesible.
Dicho sensor, que emite pulsos de luz sobre la piel del usuario, se encarga de detectar las diferentes profundidades de penetración medias de esta luz. El procedimiento incluye, como ya hemos mencionado, el movimiento del brazo para cambiar la presión hidrostática de la muñeca del usuario y validar todavía más la medición de la presión arterial. En la patente también se ilustran "varios dispositivos de tonometría de aplanación para medir pulsos de presión en la muñeca del usuario".
Cabe aclarar, como siempre, que las patentes no son más que ideas que se protegen de cara a un momento en el que la tecnología permita todas estas novedades. Es imposible determinar, por otro lado, cuando veremos un Apple Watch con sistemas de medición de presión arterial, una de las funciones que más se esperan de cara al futuro.
