El prototipo de barco propulsado con hidrógeno de Dhamma Blue

El prototipo de barco propulsado con hidrógeno de Dhamma Blue Dhamma Blue Omicrono

Tecnología

Así es el primer barco español propulsado por hidrógeno: más de 100 km de autonomía para navegar sin contaminar

La empresa Dhamma Blue ha desarrollado un prototipo plenamente operativo que aúna un motor eléctrico con un sistema de hidrógeno PEM.

Más información: Así es la primera estación de repostaje de hidrógeno verde para yates: combina diseño y tecnología

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La búsqueda de combustibles más sostenibles y eficientes ha impulsado la innovación en el sector del transporte, y el hidrógeno se ha erigido como una de las alternativas más prometedoras por tierra, mar y aire. Su capacidad para generar energía limpia y abundante, sin emisiones de CO2 y con el vapor de agua como único subproducto, lo convierte en un candidato ideal para impulsar la transición hacia un futuro más verde. En el ámbito marítimo, la adopción del hidrógeno cobra especial relevancia, ya que permitiría reducir la huella de carbono de una industria tradicionalmente dependiente de combustibles fósiles.

En este contexto, la empresa española Dhamma Blue ha desarrollado su primer prototipo de barco propulsado por hidrógeno, un hito que marca un punto de inflexión en la industria náutica nacional. "Este proyecto empezó a ponerse en marcha de forma oficial a finales de 2022, por lo que ha sido bastante intenso y rápido todo, pero estamos muy contentos ya que los resultados son inmejorables”, señala en declaraciones a EL ESPAÑOL-Omicrono el cofundador de Dhamma Blue e ingeniero naval responsable del diseño de la embarcación, Robin Imaz.

El prototipo resultante, tan avanzado que es casi una versión final del modelo que se producirá en serie, se pudo ver en el reciente Barcelona Electric Marine Show, celebrado a principios de abril. En ese contexto, Philippe Esposito, cofundador de la empresa, aseguró que "desde el punto de vista económico, los costes del hidrógeno verde están cayendo rápidamente, mientras que los del diésel tienden al alza debido a nuevas regulaciones. De hecho, el coste por milla navegada en barcos como Dhamma Blue puede ser incluso inferior al del diésel, gracias a la eficiencia de las pilas de combustible".

Un prototipo muy avanzado

El objetivo inicial era crear un prototipo para demostrar la viabilidad de la tecnología, pero el resultado final ha superado todas las expectativas. "La idea inicial con este primer prototipo era poder demostrar que la tecnología estaba ya a punto, que podíamos tener barcos propulsados de forma limpia sin emisiones de CO2 y silenciosos", señala Imaz.

En tiempo récord, la embarcación se ha convertido en un producto prácticamente listo para el mercado, lo que ha permitido a la empresa acortar los plazos de producción y presentarlo en ferias y exposiciones náuticas. "Hace 2 años y medio no sabíamos absolutamente nada de hidrógeno", reconoce Imaz, "por lo que integrarlo todo en tan poco tiempo y en un barco, con los requisitos e impedimentos del ambiente marino, tenía una alta carga de incertidumbre y de riesgo".

Interior del prototipo de Dhamma Blue

Interior del prototipo de Dhamma Blue Dhamma Blue Omicrono

El principal reto al que se enfrentaron los ingenieros fue la integración del sistema de hidrógeno con el resto de componentes del sistema de propulsión. "Hemos apostado por un sistema híbrido, compuesto por un motor eléctrico y una batería que trabaja en conjunto con el sistema de hidrógeno para generar la potencia que necesita el motor para mover el barco. La comunicación de un sistema con otro para que el barco funcione como tú quieres que funcione, es algo que puede parecer relativamente sencillo, pero ha sido lo que más trabajo nos ha llevado".

En cuanto a la experiencia de navegación a bordo del barco, además de ser más respetuosa con el medioambiente, es mucho más cómoda, según los responsables de la compañía. "Donde se marca realmente la diferencia con respecto a los motores de combustión es que no tienes ni los olores del gasoil, ni el ruido que produce, ni el mismo nivel de vibraciones. Eso hace que la navegación sea mucho más confortable", destaca Imaz.

Autonomía y rendimiento

El barco, de 7,9 metros de eslora, cuenta con un sistema de hidrógeno PEM (siglas en inglés de membrana de intercambio protónico) de 40 kW. Este se alimenta gracias a un tanque de hidrógeno de 350 litros, que pesa 8,4 kg y contiene el combustible a 350 bares de presión. En cuanto al motor eléctrico, tiene una potencia de 135 kW, aunque alcanza los 210 kW de potencia pico. Ambos sistemas dependen de una batería de iones de litio con capacidad de 63 kWh.

Tras un extenso periodo de simulaciones por ordenador, las primeras pruebas del Dhamma Blue han igualado o incluso superado las expectativas iniciales, al menos en cuanto a la velocidad, que inicialmente era de 26 nudos y finalmente ha llegado a 28 (equivalente a 50 km/h). "Teníamos una estimación teórica del rendimiento del barco y se corresponde bastante con las pruebas que hemos realizado después", señala Imaz, aunque quedan por validar cuestiones tan importantes como la autonomía."

Según las simulaciones, una carga completa del tanque de hidrógeno permitiría llegar a las 60 millas náuticas (111 km), cerca del doble de su equivalente eléctrico puro. Es una cifra más que suficiente para hacer una navegación de día: "salir a dar un paseo, fondear en una cala, bañarte, comer y volver al mismo puerto o ir costeando".

Máxima seguridad

A la hora de diseñar un barco todo es importante, desde la parte estética hasta los materiales del casco (en este caso fibra de vidrio inicialmente, que más adelante se sustituirá por bio-composites y materiales sostenibles). Sin embargo, en este caso ha habido una prioridad: la seguridad. "Es un aspecto absolutamente crítico, somos muy conscientes de ello", asume Imaz.

Esquema de los barcos de hidrógeno de Dhamma Blue

Esquema de los barcos de hidrógeno de Dhamma Blue Dhamma Blue Omicrono

Por ello, el barco cuenta con un sistema que va conectado directamente al tanque de hidrógeno y, en el momento en el que existe alguna desviación a nivel de temperatura, presión o detección de gas o humo en el compartimento, automáticamente libera todo el hidrógeno a través de un sistema de purgado.

Además, "en el espacio donde se sitúa el tanque no hay ningún componente que pueda ser una fuente de ignición". A eso también se le suma un sistema de ventilación forzada, "que nos permite mantener ese espacio siempre ventilado para que no se produzca una acumulación de hidrógeno".

Ahora, Imaz y su equipo siguen optimizando el sistema, haciendo ajustes y calibraciones para mejorar sus prestaciones, pero lo más importante es que la tecnología es escalable. De hecho, desde la compañía ya trabajan en un proyecto de barco más grande propulsado por hidrógeno, que apunta a convertirse en "el primer yate comercial certificado por DNV", empresa líder a nivel mundial en evaluación de productos y verificación del cumplimiento de regulaciones.

Repostaje y primeras unidades

Para llegar hasta aquí, los responsables de Dhamma Blue han superado muchos desafíos, pero todavía quedan algunos obstáculos por salvar. El mayor ahora mismo, igual que sucedió con los coches eléctricos al principio, es la falta de infraestructuras de repostaje de hidrógeno. De momento, la empresa está trabajando en soluciones temporales, como sistemas de repostaje móviles que se pueden trasladar en trailers o remolcar con coches, mientras se avanza en su integración en los puertos.

Exterior del prototipo de Dhamma Blue amarrado en puerto

Exterior del prototipo de Dhamma Blue amarrado en puerto Dhamma Blue Omicrono

De hecho, algunas de estas soluciones ya se están desarrollando en España, aunque en ese sentido vamos por detrás de Italia, que ya cuenta con más de veinte marinas y puertos deportivos que han firmado acuerdos con proveedores para incorporar el repostaje de hidrógeno en sus instalaciones.

Mientras tanto, en Dhamma Blue trabajan para tener las primeras unidades comerciales terminadas a finales de este año o principios del próximo. En cuanto a los costes, esperan que a medida que se estandarice esta tecnología los precios serán más competitivos, "pero en las primeras fases, nuestros barcos de hidrógeno serán en torno a un 25-30% más caros que un barco eléctrico equivalente. Hasta que podamos bajar los precios, nuestra baza está en diferenciarnos, en hacer algo impecable, que guste mucho a nivel estético, de uso y funcionalidad", concluye Imaz.