La filtración de miles de expedientes sustraídos a un despacho de abogados panameño especializado en la creación de sociedades offshore ha causado un gran revuelo internacional, pues en ellos aparecen nombres de personalidades de medio mundo. El escándalo salpica, directa o indirectamente, a políticos que son o han sido jefes de Estado -caso de Putin, Macri o el primer ministro islandés-, pero también aparecen nombres relacionados con el mundo del deporte o el espectáculo.
Es cierto que tener una sociedad offshore no es ningún delito, pero es sabido que quien la crea persigue, en el mejor de los casos, ocultar información: bien a otras personas o bien a las autoridades de su país. En el caso concreto de Panamá, la mayoría de quienes crean allí una mercantil offshore busca testaferros que borren el rastro de su patrimonio.
El caso de Pilar de Borbón
La presión de organismos internacionales ha servido para reducir el número de paraísos fiscales, cuyo atractivo consiste, más allá de ofrecer ventajas fiscales, en garantizar anonimato y opacidad. Es sabido además que, al amparo de esa legislación, en ocasiones se blanquea dinero procedente de actividades ilícitas, como corrupción, terrorismo o narcotráfico.
Por lo que hace referencia a España, la personalidad más importante que se menciona en los denominados papeles de Panamá es Pilar de Borbón. Para despejar cualquier sombra de duda sobre lo ético de su proceder, la hermana de Juan Carlos I debería explicar qué razones la llevaron a constuituir una sociedad en Panamá. Pero, dado que tanto su apertura como su cierre coinciden con dos momentos clave en la vida del rey emérito -la asunción de la Jefatura del Estado de forma interina por la enfermedad de Franco, y la abdicación- la aclaración se hace necesaria. Y es que ya hay quien se ha apresurado a sugerir que el verdadero titular de la sociedad -y lo que podría ocultarse tras ella- sería don Juan Carlos.
La Agencia Tributaria y la Fiscalía, por su parte, están obligadas a hacer todo lo que esté en su mano para averiguar si quienes aparecen en la documentación panameña cometieron alguna irregularidad. Además de Pilar de Borbón, hay nombres como los de Pedro Almodóvar, Messi o Micaela Domecq, esposa del comisario europeo y exministro Miguel Arias Cañete.
El Consorcio y la Justicia
Ahora bien, sorprende que a la hora de tratar de hacer su trabajo, la Justicia española no pueda disponer de la documentación que ha puesto al descubierto el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, con sede en Estados Unidos, por la negativa de éste a dar otro uso a la información que no sea el de la denuncia ante la opinión pública. Creemos que es un gravísimo error que podría facilitar que posibles irregularidades quedaran impunes.
Los dos medios españoles asociados al Consorcio -El Confidencial y La Sexta- deberían presionar para que toda la información relevante fuera puesta a disposición de la Justicia. La labor del periodismo de investigación no es obtener grandes titulares, sino contribuir a mejorar la sociedad con sus denuncias. Así lo entienden quienes facilitaron al juez, como era su deber, los papeles de Bárcenas, incluso antes de su publicación.