En el año 2014 el Fondo Mundial de Alimentos para programas de refugiados tuvo una reducción del 40%. En parte de los millones de personas asistidas en centros de Turquía, Líbano o Jordania cundió el pánico y cientos de miles de ellos salieron huyendo hacia nuestras fronteras. La guerra y acoso totalitario de los fanáticos yihadistas en distintos países de la región sigue provocando el éxodo constante de hombres, mujeres y niños y el riesgo de tránsitos que pueden terminar en su muerte.
Países como Canadá tramitan de forma segura el viaje de las personas que van a acoger, utilizando los medios consulares ordinarios en terceros países. En cambio, muchos de los líderes de los gobiernos europeos se han venido escondiendo en realidad en el Consejo Europeo para no asumir responsabilidades concretas.
Miles de personas -la mitad niños- han fallecido en el Mediterráneo y hemos estimulado la delincuencia de los traficantes
Se han sucedido las cumbres, las fotos y la retórica de compromisos económicos o políticos que no tenían intención de cumplir. Es por eso que en ningún momento han deseado evitar una fórmula consular con tránsitos seguros para los refugiados que escapan. Miles de personas -más de la mitad, niños- han fallecido en el mar Mediterráneo y hemos estimulado la delincuencia de los traficantes que han desplumado a los desesperados.
Ante la llegada de más de un millón de personas, la mayoría "asilables" según el derecho humanitario, y ante el fenómeno de tránsitos masivos desordenados y problemas de atención humanitaria se presentó el proyecto de creación de hotspots. Fue anunciado como el inicio de un sistema de centros de acogida y documentación y el objetivo declarado: garantizar una correcta identificación de los llegados y minimizar algunos problemas en el tránsito de fronteras, ayudando a la documentación de las peticiones de asilo.
Nunca se dotó a la Oficina de Asilo y la gran mayoría de los expedientes han quedado varados
En realidad este sistema no podía funcionar, porque resulta imposible que funcione un sistema de recepción y tramitación cuando no se desea realizar una política común de reparto europea de la carga de acogida y reubicación. Nunca se dotó a la Oficina de Asilo y la gran mayoría de los expedientes han quedado varados como las pobres embarcaciones embarrancadas en cualquier punto de las islas más cercanas a Turquía.
Los planes sobre los hotspots fueron presentados ante el Parlamento Europeo y para nuestra vergüenza desde hace dos semanas se han convertido en un lugar para la antología de la historia de la infamia.
No se resuelve, sin embargo, el problema de los flujos, que ya se están reorientando hacia otros puntos de entrada. Y no vamos a frenar -sino a reforzar con nuestra incapacidad de liderazgo y materialización de los valores que proclamamos sobre el papel- el discurso de los populistas xenófobos.
Los recién llegados encuentran un modelo que busca el control policial organizado para la rápida expulsión
En lugar de organizaciones humanitarias de acogida con una palabra de aliento y esperanza, los hombres, mujeres y niños recién llegados encuentran un modelo que busca el control policial organizado para la rápida expulsión. Acnur y Médicos Sin Fronteras se niegan a legitimarlo.
Afrontar los grandes retos de la política en estos tiempos convulsos supone leer los rasgos de la época en la que vivimos y la naturaleza de sus conflictos. La crisis de los refugiados de guerra viene derivada en última instancia, por la mutación ideológica y operativa del totalitarismo yihadista en tiempos de globalización. Por mucho que cosifiquemos a las víctimas inocentes que nos piden ayuda no dejarán de llegar. Por mucho que los maltratemos o reciban gases lacrimógenos en nuestras fronteras por parte de nuestros aspirantes a socios, no debilitaremos a los populistas xenófobos, al contrario, reforzaremos la expansión del egoísmo ciego y el debilitamiento de nuestro sistema político.
Es un error extraordinario que necesitamos revertir.
***Guy Verhofstadt es presidente del Grupo Alianza de Liberales y Demócratas Europeos del Parlamento Europeo (ALDE).
***Maite Pagazaurtundúa es eurodiputada por UPYD en la comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo.