El abogado de Cristina de Borbón, Miquel Roca, justificó ante la UDEF que si dio el visto bueno para negociar con Ausbanc la retirada de la acusación de Manos Limpias en el caso Nóos fue por "curiosidad por saber qué ofrecían". Roca reconoció que fue él quien autorizó la celebración de al menos una reunión personal entre el directivo del Banco Sabadell Gonzalo Barettino con el presidente de Ausbanc Luis Pineda, en la que este último exigió tres millones de euros a cambio de la retirada de la acusación para "cubrir los gastos" del procedimiento judicial.
La versión del abogado de la infanta es poco creíble. Resulta inverosímil que autorizase este encuentro sólo para satisfacer su curiosidad, sobre todo teniendo en cuenta que tanto Roca como Barettino no acudieron a la Policía inmediatamente después del encuentro, sino que esperaron dos semanas tras una "posterior reflexión", según su declaración a la UDEF. Esta demora incide en la sospecha de que el abogado sopesó la oferta del presidente de Ausbanc de retirar la acusación a cambio de dinero. Además de la citada reunión, Roca también habría promovido una negociación con Manos Limpias, llegando a realizar un ofrecimiento económico concreto, según asegura Pineda en los pinchazos.
Todo parece indicar que el abogado de la infanta pretendía evitar el juicio de Cristina de Borbón al margen de la ley. Tal y como publicó en exclusiva este periódico, el instructor del caso Nóos José Castro sostiene que recibió una invitación de Miquel Roca a finales de 2013 para mantener una cita secreta. Roca también lo niega pero estas revelaciones son más que suficientes para que el juez Castro le llame a declarar.