La disposición de la ley electoral que prohíbe expresamente publicar encuestas con intención de voto cinco días antes de ir a las urnas ha quedado absolutamente desfasada. Se trata de un precepto que carece de sentido en la era de la comunicación y que viene a demostrar lo caduca que está nuestra norma electoral, aprobada hace casi cuatro décadas.
Es esa misma ley la que ha consagrado una desproporción inaceptable entre el número de votos y su traducción en escaños, algo que ha permitido a Rajoy jactarse estos días, por ejemplo, de que hay 25 provincias en las que votar a Ciudadanos "no sirve para nada".
Hoy publicamos en EL ESPAÑOL un estudio basado en el promedio de todos los sondeos que permite tener una fotografía bastante certera de dónde esta cada partido en este momento. Los resultados indican que el bloque de la izquierda suma más escaños (169) que el del centro derecha (160), con la particularidad de que, al contrario de lo que sucedió el pasado 20-D, hay mucha menos volatilidad en el voto.
En cualquier caso, las graves deficiencias de la ley electoral deberían llevar a su reforma en la próxima legislatura, dentro de un gran paquete de medidas para una regeneración que es inaplazable.