Javier Fernández-Lasquetty (Madrid, 1966) tiene un despacho luminoso que da a la plaza de Chamberí. Bueno, no lo tiene, lo ocupa... o no: lo usa, que el verbo ocupar pone enfermo a este político liberal. "Liberal de los de verdad", comenta orgulloso, entre libros de Hayek y fotos con Vargas Llosa o Aznar. Para la foto, pide un segundo, "y coloco aquí a Tintín". ¿Y eso? "Es un intrépido, un aventurero".
Es consejero de Hacienda desde el inicio de la legislatura de Isabel Díaz Ayuso y ahora también de Economía, desde la convocatoria electoral intempestiva que llevará a los madrileños a las urnas el 4 de mayo.
Para quienes ven en la presidenta una reedición de la lideresa Esperanza Aguirre, viene esta conversación con uno que fue pupilo de la segunda y hoy lleva las riendas de la cartera clave de la primera. Una consejería que parece más un Ministerio. No en vano, "Madrid es el motor económico de España", muro de contención contra "el socialismo obligatorio" y laboratorio de "innovación política" para que Pablo Casado acumule fuerzas en su reconquista del electorado.
Lasquetty es un señor simpatiquísimo, aunque sus risas al decir verdades -las suyas-, sólo envuelven en papel de celofán auténticos misiles políticos. Uno sale del luminoso despacho inoculado de un soniquete repetitivo en la cabeza -menos impuestos y más libertad, menos impuestos y más libertad-. Y que Sánchez manipula y la UE se equivoca, en los test, en las vacunas y en el Plan de Recuperación.
¿Por qué Madrid siempre dice 'no'?
Al revés. Madrid dice 'sí'. Madrid dijo sí a hacer millones de test y al Gobierno no le interesaba; Madrid dijo sí a hacer test en las farmacias, a hacer controles en el aeropuerto, a que podamos acceder a mayor número de vacunas comprándolas directamente las autonomías. Madrid dice que sí a las cosas que tienen sentido. A lo que dice Madrid no es a hacer la política de Pablo Iglesias o del propio Pedro Sánchez. A eso dice que no, claro.
Entonces, casi me ahorro la siguiente pregunta, porque no creo que usted vaya a coincidir con el diagnóstico del presidente... ¿estamos en plena pandemia o "en el principio del fin"?
Lo malo es que a Pedro Sánchez eso se lo hemos oído varias veces. Lo que estamos es todavía en la pandemia y lo que hemos visto es que la política y las decisiones de las Comunidad de Madrid han demostrado ser acertadas.
Desde que, después del verano, pudimos tomar nuestras propias decisiones, en Madrid se han creado 102.000 empleos, de los cuales más o menos 50.000 son empleos de nueva creación y el resto son reincorporación a plena actividad de personas que estaban en ERTE. Al mismo tiempo, tenemos una de las mortandades por millón de habitantes más baja, la sexta o la séptima menor de España, y por debajo de la media. Y todo eso sin tener miedo a innovar.
¿Qué es innovar? ¿Proponer siempre todo lo contrario que el Gobierno?
Que las farmacias hagan test es innovar, por ejemplo. El Gobierno, de inmediato, dijo 'eso no se puede hacer'. Y luego sí se podía hacer. Ahora, innovar es pedir que las empresas compren vacunas y se las pongan a sus empleados. Eso es lo que hay que hacer, una política que no tenga una visión colectivista de la enfermedad.
Ellos dicen 'como seguro que alguno está contagiado, vamos a meterlos a todos en casa y que no salgan'. Nosotros preferimos hacer todo lo posible por detectar al que está contagiado, darle asistencia médica, hospitalización y, por supuesto, aislamiento. ¿Y los demás? Sin prohibiciones para trabajar, sin prohibiciones para ir por la calle, sin prohibiciones para seguir avanzando.
El Ministerio de Sanidad dice que las CCAA son libres de pedir que las empresas vacunen, pero se niega en redondo a que las empresas compren vacunas, como ustedes reclaman. ¿Eso no provocará desequilibrios entre ricos y pobres?
Pero... ¿usted sabe cuánto cuesta una vacuna?
No, pero estoy convencido de que el taller de la esquina no tiene un poder de compra como el de El Corte Inglés o la señora Von der Leyen...
No, pero la Asociación de Talleres sí que lo tiene. Y seguro que lo haría mucho mejor que la señora Von der Leyen. Porque ¿sabe usted qué está demostrando esto? Que los monopolios públicos no funcionan. ¡Nunca han funcionado para nada! Ni para distribuir gasolina, ni para poner teléfonos... ni ahora para comprar y distribuir vacunas. El error aquí fue pensar que un monopolio público iba a funcionar. Nunca lo hace y, además, en la Unión Europea, lo ha hecho particularmente mal.
Hemos dicho que las empresas puedan comprar, pero antes habíamos dicho que las Comunidades Autónomas pudiéramos hacerlo. Nosotros, ahora mismo estamos vacunando a unas 40.000 personas al día. Pero podríamos hacerlo a 100.000 si tuviésemos material suficiente. Es muy preocupante que los responsables sanitarios de la Comunidad de Madrid tengan que decir que si no nos llegan más vacunas, habrá que suspender la inmunización masiva en grandes recintos.
Es decir, que van a seguir defendiendo que las empresas puedan salir al mercado a comprar vacunas.
Todo lo que contribuya a que más personas se vacunen más rápido es bueno. Si lo hace el sector público es bueno. ¿Y por qué si lo hace el sector privado es malo? ¡Es bueno también!
Después del 9-M, ¿hay que prorrogar el estado de alarma... o qué? ¿Cuál es la propuesta del Gobierno de la Comunidad de Madrid?
El estado de alarma se ha demostrado que no es un instrumento pensado para una situación de esta naturaleza. Y menos con esta duración. Si hubiera sido una pandemia de una semana... pero una cosa que dura un año y que lo mismo sirve para tener a todo el mundo encerrado en toda España que para que en cada CCAA se haga una cosa distinta, es evidente que ha dejado de tener utilidad para nada.
Es decir, la ley de pandemias de Pablo Casado.
Claro, por eso llevamos meses, casi un año, cuando aún estábamos en confinamiento, proponiendo hacer una ley específica para situaciones como ésa. Que permita, por ejemplo, lo que hemos hecho aquí en la Comunidad de Madrid, es decir, restringir en torno a zonas básicas sanitarias, más pequeñas, que se ha demostrado mucho más eficaz que restringir la movilidad en toda la región. Se debería hacer esa ley cuanto antes, y ahí está el ofrecimiento del PP.
Lo que no vemos necesario es dar más pasos de restricción, sino continuar viendo la evolución, que creemos que va a ser positiva. Y al compás de esa evolución, ir tomando decisiones que tenderán más a ir eliminando prohibiciones que a añadirlas.
Es evidente que el estado de alarma no es para una pandemia de un año, ha dejado de tener utilidad para nada
Moncloa acusa al Gobierno de Díaz Ayuso de usar políticamente la pandemia. Y al PP por completo de haber tratado de derrocarlo con la excusa de "la mayor tragedia en el último siglo". ¿De verdad no se puede llegar a ningún pacto con el Gobierno de la nación?
Desgraciadamente, lo hace imposible Pedro Sánchez. Porque él es de un tipo muy especial de políticos, a los cuales no le importan nada las cosas ni la gente. Lo único que le interesa es la explotación mediática que pueda hacer de lo que pasa. Y si lo que pasa es una pandemia, pues con la pandemia.
No se ha visto a ningún otro primer ministro europeo que haya usado para su marketing, como él, cada paso que ha dado. Eso es lo que hace que sea muy difícil, porque la final lo que te está planteando es que te sumes a una cosa que no es ninguna estrategia contra la Covid, sino que es una mera coreografía. Así que para quienes nos tomamos esto en serio es muy difícil llegar a acuerdos. Y lo hemos intentado...
¿Sí? Concréteme en qué han estado cerca de un pacto, por favor.
Intentarlo no significa quedarse cerca, ojo. Intentarlo significa intentarlo cada vez. Por ejemplo, cada vez que decimos 'si usted no nos da más vacunas, déjenos ir a buscarlas, o que las empresas las compren', la respuesta del Gobierno es inmediatamente '¡no!'. Luego, dos semanas después, terminan diciendo que sí... bueno, pues eso es intentarlo, encontrándonos la mayor parte de las veces un muro enfrente, eso sí.
¿Ni siquiera ha mejorado el ambiente tras la salida de Pablo Iglesias? Su sustituta, Yolanda Díaz, presume de hacer política con el diálogo y el pacto.
Todos los componentes de Podemos en ese Gobierno hacen la misma política, que es la propia del comunismo más radical que existe en la Europa Occidental. No hay buenos y malos, son todos exactamente iguales. No ha cambiado absolutamente nada.
Pero la dificultad de acuerdos con el Gobierno no viene generada por Podemos. No, Podemos hace más radical lo que ya lo es. La dificultad procede directamente de Pedro Sánchez, por lo que le decía antes, porque mientras tú estás pensando en un problema y cómo lo arreglamos, él está pensando en una oportunidad y cómo la exploto. Por lo tanto, es una conversación que, en realidad, no se cruza porque está en planos distintos.
Permítame una trampa podemita: el PP es el partido que entrega la vivienda social a los fondos buitre; el PSOE es el que les quiere dar rebajas fiscales; y sólo Pablo Iglesias se preocupa por el derecho a la vivienda.
Permítame usted... a efectos generales, siempre es bueno partir de que con los comunistas, conviene no fijarse en lo que dicen, sino en lo que hacen. Porque si no, no habría habido régimen más bondadoso con la Humanidad que el de Lenin o Stalin. La política de vivienda que promueve Podemos, con Ada Colau en Barcelona, está haciendo que haya menos viviendas disponibles y que se encarezcan. Y están haciendo, ya en toda España, que haya muchos más okupas, porque pasan a estar protegidos por la ley. Incluso en la adjudicación de viviendas sociales, un okupa pasa por delante de quien de verdad tiene una necesidad social.
¿Qué es lo que significa todo eso? Que Podemos no está ni preocupado ni interesado por la gente, ni por sus problemas, ni por la vivienda. Podemos lo que quiere es derribar el sistema. Vale, está bien, pero no nos creamos que le preocupa la vivienda, lo que les preocupa es el capitalismo, y ya está.
Podemos no está preocupado por los problemas de la gente; lo que quiere es derribar el sistema. No nos creamos que le preocupa la vivienda, lo que les preocupa es el capitalismo
El equipo económico de Moncloa acusa al PP de obsesión ideológica con los impuestos: bajarlos cuando hay crisis, bajarlos cuando hay crecimiento, bajarlos para crear riqueza, bajarlos para redistribuirla... ¿Ahora qué toca, bajarlos otra vez?
Como no saben lo que son los principios, creen que son obsesiones. Los principios son la certeza de que el dinero donde está mejor es en el bolsillo de quien se lo ha ganado. A mí, la izquierda me acusa en la Asamblea de haber regalado 53.000 millones a la gente. ¡Y se equivocan! Lo que he hecho es no quitárselo a la gente. No quitarles lo que era de ellos.
En la Comunidad de Madrid llevamos 16 años bajando todos los impuestos y sin subir ninguno. Eso ha supuesto que, en vez de decidir sobre esos millones políticos como yo mismo, han decidido sus dueños. Y cada persona sabe mucho mejor que nadie qué es lo que necesita.
De esos 53.000 millones, ¿cuánto le ha tocado a cada madrileño?
Para cada una de esas personas, un ahorro medio de 16.500 euros en 16 años. Pero es que si nos fijamos en una persona de un nivel de renta de 20.000 euros, es decir, de renta muy baja, han sido 60.000 euros de ahorro. ¡Tres años de trabajo! En Madrid, y en España, los impuestos bajos son mejores.
Eso es el pasado, pero hablemos de lo que usted ofrece a partir del 4-M, que tenemos elecciones en Madrid. ¿Cuánto quiere usted bajar los impuestos?
Bajaremos medio punto el impuesto sobre la renta en cada uno de los tramos, que es la mayor bajada de estos 20 años. Mire, la renta media en Madrid son 32.000 euros, y quien gana eso en Madrid hoy paga 400 euros menos que quien lo gana en Extremadura, y 300 menos que en Cataluña. Bueno, pues ahora le vamos a añadir medio punto menos en cada tramo.
Además, la presidenta acaba de anunciar que bajaremos aún más el impuesto de sucesiones entre hermanos, que estaba bonificado al 15% y lo pasaremos al 25%; y entre tíos y sobrinos, que estaba al 10% y lo pasaremos al 20%. O sea, que un sobrino que hereda de su tío 100.000 euros, se va a ahorrar 1.700 euros en el impuesto... y recuerdo que la última vez que lo bajamos, en 2019, la recaudación creció a final de año.
El candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, dice que no los va a subir, pero María Jesús Montero habla de que ya en 2022 los va a "armonizar", porque Madrid hace "dumping fiscal".
En realidad, yo no creo que haya discrepancias entre lo que promete Gabilondo y lo que dicen Montero y Sánchez. La única diferencia es que el candidato intenta disimularlo y a los otros les da igual que se note. La mejor prueba es que Gabilondo, un mes y medio antes de convocarse el 4-M -cuando ni él ni nadie sabíamos que iba a haber elecciones-, firmó unas enmiendas junto con Más Madrid para subir los impuestos en 3.600 millones de euros.
El PSOE tiene fijación con los impuestos de Madrid desde hace años. No porque le preocupen los ciudadanos, sino porque les preocupa la posición en la que quedan, porque los vecinos de otros lugares dicen 'oiga, en Madrid las cosas funcionan mejor y pagan menos'. En Asturias, por ejemplo, el 20% de la gente no recoge la herencia de sus padres, y eso es una cosa muy seria.
¿Y por qué mantienen esa política si saben que es tan mala?
Lo que quieren es inventarse un mecanismo flagrantemente inconstitucional, saltándose la ley orgánica de financiación autonómica y la ley de cesión de tributos, para obligar a la Comunidad de Madrid no a 'armonizar', sino a subir la fiscalidad tanto como el que de ellos lo haya subido más.
Y eso, aparte de significar un hachazo fiscal de unos 2.000 euros por contribuyente cada año, que no es poca cosa, acarrea una cosa más seria. Es el intento de imponer que el socialismo fiscal sea obligatorio para todos. Y eso no es bueno, ni es constitucional. El pluralismo sí que es bueno, está bien que Gabilondo defienda subir impuestos y nosotros, bajarlos. Y que los ciudadanos decidan.
Entonces, la política fiscal madrileña sí que trata de competir y captar más inversiones que los demás...
...no, no, no. Nosotros no hacemos esto para algo. Lo hacemos porque creemos en ello. Creemos que la gente es dueña de su dinero.
Bajar impuestos, o mantenerlos bajos, es una política que favorece que haya más actividad económica, más crecimiento y más generación de oportunidades y de empleo. También genera más recaudación muchas veces, y reduce el fraude. Madrid tiene siete puntos menos de fraude que la media de España.
Entonces, me desmiente usted que estén haciendo competencia desleal, lo que Cataluña llama 'dumping fiscal'.
En caso de que estuviésemos compitiendo con alguien, sería con Ámsterdam, con Fráncfort, con Milán, con París... Porque con estas bajadas de impuestos la Comunidad de Madrid se ha colocado en una posición mejor con respecto a otras grandes regiones de Europa.
Pero no es una cosa instrumental. ¡Claro que sabemos que tiene buenas consecuencias! Pero es por principios. El dinero tiene que estar en manos de sus propietarios y hay que pedirles la cantidad estrictamente necesaria para tener los mejores servicios públicos. Como son los de Madrid, que tenemos seis de los 10 mejores hospitales públicos de España y tres de los 100 mejores del mundo.
A ustedes, el Gobierno les quiere 'armonizar' los impuestos, pero no se dice nada de 'armonizar' el cupo vasco.
Lo que no tiene sentido es que independentistas catalanes pidan a gritos 'vamos a tener todos los mismos impuestos porque no puede ser esta disparidad'. ¡Eso no cuadra por ningún lado!
La cuestión es que el concierto y el cupo vascos sí que están reflejados en la Constitución. Y como yo creo que lo peor que podría hacer España, en este momento, es abrir la Constitución, prefiero quedarme con ella tal y como está. ¿Que incluye el concierto y el cupo vasco? Pues qué le vamos a hacer.
Gabilondo también dice ahora que él tampoco habría cerrado los bares... ¿les están dando la razón desde Ferraz?
Claro. Ángel Gabilondo, con eso sólo termina reconociendo que quien tenía razón era Ayuso. Con los impuestos, con cómo hacer frente a los desafíos que plantea la pandemia... Se pasan años y años criticando algo y el día que se convocan las elecciones dicen 'si en realidad, yo no estoy en contra'. Entonces, perdona, o te has pasado años mintiendo o es ahora cuando mientes. Así que en ninguno de los dos casos te puedo tomar en serio.
Gabilondo pedía más impuestos y en campaña dice que no, o mentía antes o miente ahora, no se le puede tomar en serio
Las encuestas anuncian que el PP madrileño ya se habría comido a Ciudadanos. Y que contiene la subida hasta ahora incesante de Vox, ¿a qué lo achaca usted?
Nosotros no hacemos esta campaña como si fuera el Juego de Tronos que le gusta a Pablo Iglesias. Aquí hay una persona que se la ha jugado tomando decisiones, que se ha echado las cosas a la espalda, que es Isabel Díaz Ayuso. Y que ahora, llegado el momento, ha pedido el apoyo a los madrileños. Nosotros esperamos obtener el mayor apoyo posible, y creo que Ayuso se merece el apoyo de la gran mayoría de los madrileños, sinceramente.
Pero seguro que ustedes han analizado las razones de que el PP duplique, Cs se hunda y Vox, como mucho, se quede igual. Esto no pasa en el resto de España...
Es que las cosas han sido al revés. Aquí primero, Ayuso ha tomado decisiones gestionando la situación más terrible que ningún gobierno haya tenido -como los demás del mundo, claro-. Y en esas situaciones tan terribles es cuando todo se ve más. Las decisiones, sus consecuencias, su grado de coraje y de valentía... Y eso ha terminado teniendo como consecuencia que, según las encuestas, hay muchos madrileños que apoyan a Ayuso.
No es al revés, no es que para lograr ese apoyo hayamos tomado esas decisiones. No, porque cuando se tomaron esas decisiones, no se sabía que iba a haber elecciones.
Mi siguiente pregunta era que por qué eso no pasa a nivel nacional. ¿Es cosa de Pablo Casado?
Probablemente, porque el Partido Popular a nivel nacional no ha tenido las decisiones en la mano, ni una moción de censura inminente que le obligara a reaccionar así. A mí me da la sensación de que todo lo que está haciendo Ayuso en esta campaña está contribuyendo a hacer del PP un partido con más fuerza y capacidad de llegada a otras personas. Un partido que se entiende mejor.
Isabel es una persona muy ligada a Pablo Casado desde que ambos eran muy jóvenes, desde 2004 o 2005. Y creo que su trabajo está contribuyendo, de una manera que yo creo que va a ser decisiva, al triunfo de Casado.
Parece evidente que o gobierna el PSOE o lo hace el PP... pero ninguno lo hará solo. ¿La vicepresidencia de Isabel Díaz Ayuso la debería ocupar Edmundo Bal o Rocío Monasterio?
Nosotros, ahora en lo que estamos es en conseguir que la Isabel Díaz Ayuso que se echó a la espalda los problemas y dio la cara, consiga que los madrileños le den el mayor nivel posible de respaldo. Ahora mismo, no nos ponemos a hacer juegos ni combinaciones de composición del Gobierno. Desde que se convocaron las elecciones, no le he oído a nadie hablar de semejante cosa.
Pero pongámonos en el 5-M. Seamos valientes, como usted dice que es la presidenta. Si puede elegir entre Cs y Vox para la investidura, ¿el PP a quién prefiere pedirle los votos?
Perdone que sea reiterativo... aunque no menos que usted. No es una cuestión que nos planteemos ahora, sería absurdo. No tenemos ni idea de cuántos escaños vamos a tener, ni de cuántos van a tener Vox, Ciudadanos o los demás. Ahora se trata de conseguir el mayor respaldo posible para el PP. Y por cierto, le diré que cuando salgo a la calle a repartir propaganda electoral, hacía al menos diez años que no veía el nivel de entusiasmo con el PP.
Lo que está haciendo Ayuso contribuye a un PP que llega a más gente, será clave para que gane Casado; hacía más de 10 años que no veía tanto entusiasmo en la calle
Tras la destitución de los consejeros de Ciudadanos, usted es ahora también consejero de Economía, ¿qué le parece el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España?
Creo que lo que ha hecho la Unión Europea es una gigantesca oportunidad para España y requeriría que el Plan se hiciese con muchísima más profesionalidad, neutralidad y rapidez. No me parece normal que nueve meses después del acuerdo del Consejo Europeo del mes de julio, a día de hoy, nadie en toda España sepamos bajo qué procedimiento se van a asignar fondos a unas actuaciones concretas sí y a otras no. Ni grandes empresarios, ni pymes, ni autónomos, ni las Comunidades Autónomas sabemos nada.
Yo he oído decir dos veces a Manuel de la Rocha que habrá concurrencias competitivas, pero eso no aparece en el decreto ley, en ninguna de sus 80 páginas. Pero sí aparece una cosa que es muy peligrosa, la posibilidad de que España vuelva a tener una especie de INI [Instituto Nacional de Industria], un grupo de empresas públicas... ¡Anda que no han fracasado las empresas públicas en todo el mundo cada vez que se han puesto!
...el artículo 69, aparecido a última hora.
...exactamente. Mire, cuando tuvimos la única conferencia sectorial, en enero, la ministra de Hacienda nos habló durante dos horas seguidas sin mencionar que fuera a haber procesos de concurrencia pública. Y cuando yo le pregunté, me dijo 'ah, sí, sí, por supuesto'. Este lunes volveremos a tener una conferencia sectorial, por fin, y le volveremos a preguntar.
Porque no es normal que las empresas, las CCAA y los Ayuntamientos tengamos un montón de ideas y proyectos bien pensados, pulidos y refinados, alineados con los objetivos de digitalización, eficiencia energética y las políticas palanca, pero no sepamos nada. El riesgo es que haya una enorme frustración y que si no hay mucha transparencia nos encontremos con que lo de la aerolínea Plus Ultra no sea el único caso. Por eso, lo lógico es lo que ha pedido Pablo Casado, que haya una autoridad independiente para gestionar el proyecto, como en otros países europeos. El Gobierno debe definir los objetivos, eso está bien, pero la gestión la debe llevar alguien muy transparente, y no es el caso.
Entonces, no cree usted que con el Plan de Moncloa, España se convertirá en "líder mundial en bienestar e innovación".
En el mes de julio, a Sánchez le oímos unas cosas. Luego, ha hecho nueve comparecencias, una detrás de otra. Siempre muy solemne, siempre mucho rato... Pero en ninguna añadía nada. Salvo en la última, en la que dijo que las decisiones las va a tomar cada Ministerio. Y eso no es una buena idea.
¿Por qué?
Porque, en lugar de ser un plan estratégico, horizontal, que mira cada asunto de manera transversal, se lo dan por cachitos a cada Ministerio. Así que cada uno va a hacer lo de su ramo y nada más. Es una cosa como de silos, no está conectada. A las CCAA no nos están consultando absolutamente nada. ¿El lunes nos reúnen? No será para consultarnos, sino para que la ministra de Hacienda nos hable un rato.
Pero sí hay dinero para las CCAA, según ha dicho el Gobierno.
Una pequeña parte de los fondos se nos está informando de que quedará bajo la decisión de las Comunidades Autónomas. Pero eso también se está haciendo desde cada Ministerio a cada Consejería, en cantidades muy pequeñas y además con unos alineamientos muy rígidos por parte del Gobierno.
Eso lo que hace es trocear, pulverizar lo que podrían ser cuatro, cinco o seis grandes esfuerzos estratégicos. De ésos que nunca te pones con ellos porque hacerlo supone enormes cantidades de dinero.
¿Y las reformas? Sánchez ha hablado de 102 iniciativas de transformación...
La UE concibe esto como un plan de modernización acompañado de reformas profundas. Y el Gobierno, en realidad, no pone ninguna encima de la mesa. En algunas porque claramente no quiere -por problemas internos de la coalición-, y en otras porque llama reforma a 'haremos una política en favor de la biodiversidad'. ¡Hombre, eso no es una reforma!
A Sánchez no le importan la monarquía la república, no le interesa nada más que la propaganda para mandar siempre
Pedro Sánchez, en el Congreso, lo presentó como el cuarto de los acontecimientos históricos que conforman la España de hoy, un proceso que comenzó en la II República... ¿Le enseñaba la puerta a Felipe VI?
Todo lo que hace el PSOE es, cada vez más evidentemente, un intento de derribar o sustituir la Monarquía como forma política del Estado. Y eso es cada vez más irresponsable y, por supuesto, más inconveniente. No es Podemos, es el propio Partido Socialista. Que el presidente del Gobierno, para explicar unos fondos europeos que ni siquiera han llegado, llegue a remontarse a abril de 1931, es tomar los rábanos por las hojas. ¡Pero todos los rábanos por todas las hojas!
Eso lo único que hace es reforzar mi convicción de que no les importa nada ninguna de las cosas. Estoy seguro de que no le importa ni siquiera la monarquía o la república, ¡nada! A él lo que le importa es hacer propaganda a beneficio suyo, de su poder personal. De seguir estando en el poder el mayor tiempo posible. A lo largo de la historia, ha habido muchos como él, y esa gente es peligrosísima, porque termina llevando a sus países a unas situaciones de una fricción y ruptura enorme. Al final, todo gira en torno a que un señor quiere mandar toda la vida. ¡Joé... eso no puede ser!
Salvador Illa dejó Sanidad en plena tercera ola. Y este viernes, hemos sabido que la ministra de Industria, Reyes Maroto, dejará la gestión de los PERTE a cambio de ser vicepresidenta económica de Gabilondo si gobierna el PSOE...
En 15 días hemos oído hablar de cuatro personas que no conocíamos como personas en las que Pedro Sánchez ha pensado para el PSOE de Madrid. Y ninguna, por cierto, es Ángel Gabilondo. Una de ellas es Hana Jalloul, otro es Juan Lobato, alcalde de Soto del Real, luego un señor que es director general de algo que ni siquiera me acuerdo y ahora, Reyes Maroto. Yo, si fuera cualquiera de ellos, me sentiría muy utilizado.
¿Por qué a una ministra no la ponen en las listas, pero le dicen que es la que se va a ocupar de todo? Acabamos en lo mismo: es la manipulación constante de las cosas y de las personas al servicio de una estrategia de poder personal.
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