Las autoridades educativas quieren dar carpetazo al caso de la niña de ocho años agredida en el patio de su colegio en Palma de Mallorca. De nada han servido las demandas de los familiares.
Tal y como hoy informamos en EL ESPAÑOL, la Consejería de Educación que dirige Martí March descarta "completamente" que estemos ante un caso de bullying. Su tesis choca con la versión de los expertos independientes consultados, que coinciden en que las características de este episodio, por su brutalidad, no son las propias de un hecho aislado.
Tratar de echar tierra sobre este el asunto sin explicar las evidentes contradicciones -como por qué los dos profesores que la Consejería asegura que estaban en el recreo no actuaron- pone de manifiesto un intento por escurrir el bulto y encubrir a los responsables de no haber evitado un ataque que acabó con una niña hospitalizada.