El mundo y la Biología y la Historia han hecho un largo camino hasta llegar a Quim Torra, independentista mágico según acertado aforismo de Rufián. Se pasó de nómada a recolector, al humanoide se le cayeron los colmillos y, cuando se le fue desdibujando el apéndice, la Humanidad se volvió sedentaria. Entretanto pasaron por este Valle de Lágrimas Arquímedes y Julio César, o Salieri y Newton, o Maradona y la camada de Pujol padre. También pasó Torra con su derecho a la inmortalidad y a estatua en una rotonda en el Prepirineo.
Con Quim Torra en La Sexta, la Historia hace un aparte y un homenaje; el presidente de la Generalitat ya no es una marioneta. Ha evolucionado de pelele a virrey teledirigido.
Puigdemont, como Castilla, hace sus hombres y luego los deshace. Yo no sé cuándo se deshará el president que dicen "vicario", pero hay que pensar en el día a día de Torra, al que las fotos siempre nos muestran en no sé qué pose frailuna. Es un supremacista tan convencido como timorato; de ahí los volúmenes freudianos de esos lazos colgones que nos pasea cuando va a inaugurar un ambulatorio cutre en el Maresme.
Ahora por la Diada veremos a Torra puesto en digno y en solemne; ahora que son las vísperas de la inveterada romería con flores a Casanova. Su discurso de apertura del curso político fue un pregón de Semana Santa con lacito en vez de cristo: es tan radical que, cuando grita, lo entienden dialogante desde Moncloa. Pero Torra lucha contra los elementos, toca un poder que es tan fantasioso como temporal.
Este 11-S nos dirá lo que quiera con el soplo del mistral tímido de otoño y con la inopia en los coros que llevan esteladas. A los pies de la estatua de Casanova, cojines de flores y que no falte el PSC. Cataluña tiene Feria de abril, hermandades del Rocío y la ofrenda a Casanova. Ver a Torra solemne por la 'Diada' es retrotraernos a otros años. La broma del nacionalismo dura ya demasiado.
Lo último fue la invitación de Ana Pastor -la Pastor menos televisiva- para que Torra apareciese en el Congreso. Un golpista por delegación allí, donde Tejero: la Historia verdaderamente se repite como caricatura.
En la víspera del 11-S vamos comprendiendo la tragedia del subsidiario Torra y, personalmente, nos viene dando igual lo que nos contó en prime time. De Gandhi a Luther King está Torra con las causas justas o con las más catetas. Torra se sabe rodeado por bestias ibéricas y la queja de su opresión de hombre blanco seguro que retumba en la ONU. Torra también podría movernos a la compasión, pero le falta algo.
En las vísperas del 11-S catalán, sí, falta el lamento de Torra para tener el pack completo. Sánchez le da vidilla al president, y el 'pájaro' vuela bajo, pero vuela...