Juanma Moreno procesionó el miércoles delante del malagueño Cristo de La Exaltación: bendita paradoja para un hombre tan templado como él. Es como si Pedro Sánchez saliera de nazareno en Humildad y Paciencia o Santiago Abascal hiciera lo propio con la hermandad de Los Negritos.
Con el ingenio que se le supone a un periodista andaluz, Enrique Bermúdez trocó el nombre de La Exaltación por el de La Reflexión a raíz de las siete palabras pronunciadas por el presidente de la Junta en relación al presumible adelanto electoral: "Ocho horas para meditar tranquilo, sin móvil", comentaba un rato antes de cumplir con la penitencia.
Digo yo, que el bueno de Juanma también lo podría haber consultado con su almohada (palabra de resonancia tan andalusí) o con su vicepresidente, Juan Marín, que a estas alturas del partido pinta menos que un acuarelista en ERTE. Pero es tan irresistiblemente andaluz eso de que el futuro de su pueblo se resuelva bajo un capirote…
Isabel Morillo, que tiene más fuentes que un parque municipal, aseguró en Twitter que habrá elecciones en junio, apoyándose en el "efecto Feijóo" que recoge hasta el CIS de Tezanos. Si es así, lo vamos a pasar muy bien esta primavera. Les cuento por qué.
Ir por las calles de Córdoba y que te sorprendan así… Pocas cosas hay que puedan igualar el cariño y la alegría de #Andalucía. ¡Muchas gracias! pic.twitter.com/kIwRDWCn1h
— Juanma Moreno (@JuanMa_Moreno) April 8, 2022
Aunque a Vox le fastidie la denominación, aquí en el sur estamos inmersos en las Fiestas de la Primavera, que van de la Semana Santa hasta El Corpus pasando por la Feria de Abril, la del Caballo, las Cruces de Mayo, El Rocío y, por si faltaba un perejil, este año el Carnaval de Cádiz (del 4 al 12 de junio).
Unas festividades que llevamos tres años sin festejar y que cogemos con más ganas que un gaditano una paguita (sí, Elisa Beni, yo me puedo permitir el chiste). Si a todos estos saraos le sumamos una campaña electoral, que ya es una feria de por sí, nos lo vamos a pasar de categoría. De hecho, no sé de dónde vamos a sacar tiempo para dormir la siesta. Ah, y yo, por si acaso, me he apuntado en la cola de trasplantes de hígado del Reina Sofía.
Vale, que Juanma Moreno, Juan Espadas y Juan Marín, candidatos del PP, PSOE y Ciudadanos, no son Las Ketchup precisamente (vaya, que son unos sosos), ¿pero acaso no es gracioso ver a un esaborío bailando sevillanas o vestido de corto? Ya lo decía la copla: Me casé con un enano, salerito, / pa jartarme de reír.
Pero tranquilos, que el espectáculo está garantizado porque no corre a cuenta de los juanes, sino de ese dúo folclórico, de esas Azúcar Moreno que son Macarena Olona y Teresa Rodríguez (presidenciables por Adelante Andalucía y VOX). Hechas una para la otra, ya han tenido un enganchón en Twitter por ver quién de las dos es más andaluza: si la americana de Rota con su Kichi de Róterdam o la alicantina que dice ser de Graná con acento de Chamberí.
De fachas y ferias. O por qué nuestra cultura y nuestro folclore no son un disfraz electoral.
— Teresa Rodríguez ۞ (@TeresaRodr_) April 8, 2022
Dentro vídeo 💃🏽 pic.twitter.com/ZpsBGp0x3q
Al hilo de las festividades primaverales, me recordaba Instagram anteayer una imagen mía en la Feria de Abril de 2019 con el entonces flamante presidente de la Junta, que ese año era la principal atracción del real de Sevilla. Salía de la caseta de la SER y me lo topé de frente, no dudé en pedirle una foto y, una vez posando, le di la enhorabuena antes de decirle que había votado a Ciudadanos. Me respondió con un pellizquito en las lumbares.
Más allá de la anécdota, reflexioné que de los tres años y medio de su presidencia, sólo ha vivido unas Fiestas de la Primavera, las del año de su investidura. Supongo que desgasta más dirigir una comunidad en pandemia que en fiestas: es mérito del 'califa' Moreno que su imagen, ante la adversidad, haya incluso mejorado.
No en vano, su predecesora, Susana Díaz, máter bulliciosa, se valía de las festividades andaluzas para acrecentar su popularidad. Es por ello que se ganó con creces el título de reina del peronismo rociero.
Tendrá el nazareno hasta el próximo martes, 19 de abril, para decidir si convoca o no los comicios para el 12 de junio. El 20 de abril, día de los Celtas Cortos, nos podremos quitar las mascarillas en interiores (aunque habrá que prohibirlas para que más de uno se la quite en exteriores).
Si al final hay fumata blanca en San Telmo, se darán auténticos mítines electorales dentro de las casetas de feria: viviremos la más ridícula, folclórica, exagerada y gloriosa campaña electoral de todos los tiempos.
No distraigan la mirada del sur, porque con permiso de Ucrania, de aquí a San Juan, los focos mediáticos van a apuntar todos, por una u otra cuestión, a la Bética. Y para las estudiosas Elisas Benis de turno, recordarles la importancia de esta tierra en las sabias palabras de mi tío Acisclo: si se separan el País Vasco o Cataluña de España, es una putada, pero no pasa nada, España seguirá siendo. Pero el día que Andalucía, que es la costalera de este país, se canse y decida pararse, España no vuelve a levantarse por muchas voces que pegue el capataz.