Pedro Sánchez ha hecho de la destrucción del Estado de derecho su Copa del Mundo particular. Fase eliminatoria, octavos, cuartos de final y semifinales se han ido sucediendo mientras el presidente del Gobierno español anunciaba, en paralelo, la derogación del delito de sedición, luego el de malversación, el ataque al Tribunal Constitucional y, así, con un golazo de último minuto para alcanzar la gran final, dejarle la puerta abierta a ERC para que convoque un referendo independentista en Cataluña.
Para no angustiarme demasiado ante este tenebroso panorama, me fijo en los detalles. ERC. ¿Qué significa?
Busco en Google y lo primero que me sale es Enfermedad Renal Crónica. Claro, debí poner ERC + España. Sin embargo, aprovecho el error y reviso la sección donde aparecen las preguntas frecuentes que los usuarios le hacen al doctor Google.
Pregunta: ¿Qué es ERC en nefrología?
Respuesta: La ERC se considera el destino final común a una constelación de patologías que afectan al riñón de forma crónica e irreversible.
De inmediato caí en la cuenta de que el mapa de España se parece un poco a un riñón.
[Junqueras admite que reformar la malversación es otro paso para la independencia]
Pregunta: ¿Con qué velocidad avanza la ERC?
Respuesta: La ERC avanza lentamente desde las etapas tempranas (1 y 2), que por lo general no tienen ningún síntoma, hasta las etapas avanzadas (3, 4 y 5). Esta última se considera terminal, pues los riñones ya no pueden salvarse.
Entre las cosas que desconozco de la política española, o que simplemente no entiendo, está también la razón por la que Sánchez ha entregado la democracia en la casa de empeños de los independentistas catalanes y los filoterroristas vascos de EH Bildu.
El argumento de que con estas alianzas busca asegurarse la reelección en las elecciones generales me resulta absurdo si se tiene en cuenta que está pactando para continuar a la cabeza de un Estado que se mutila a sí mismo y que con sus políticas se desprecia y se deprecia continuamente. Sánchez es como esos villanos de los cómics cuyo único objetivo es acabar con el planeta (sin decir nunca en qué otro planeta piensan vivir).
Su caso me recuerda a otros en los que una camarilla controla misteriosamente la estructura de un Gobierno constituido. Pienso en las sectas evangélicas en países como Brasil y México, que han gobernado a la sombra de figurines como Jair Bolsonaro y Andrés Manuel López Obrador. O la secta santera de los Castro, que convirtió a Venezuela en su muñeco vudú y de cuyo maleficio mi país aún no se ha liberado.
Los últimos movimientos de Sánchez han generado, por fortuna, una fuerte reacción entre los sectores pensantes de la política española. Sin embargo, este golpe en cámara lenta a las instituciones no parece haber suscitado la más mínima cosquilla entre los sectores de izquierda. Tampoco es un tema que uno escuche que se comente en la calle.
[Indignación en el PSOE por la insaciable ERC: indultos, sedición, malversación… y ahora referéndum]
Es tan dramática esta situación que me he permitido, aprovechando las vueltas del algoritmo, compararlo con una enfermedad tan seria y que provoca tantos estragos como la insuficiencia renal, pues creo que los del sanchismo en el cuerpo político pueden ser (están siendo ya) igualmente devastadores. Lo cual me lleva a citarles una última pregunta de las más comunes de los usuarios de Google sobre la ERC.
Pregunta: ¿Cómo vivir con ERC?
Respuesta: Comer saludable. Desterrar el sedentarismo. Calmar el estrés.
Nada distinto a lo que indica el sentido común, diríamos.
La última frase, sin embargo, resuena con particular elocuencia en el contexto político de estos días de tantos goles en contra para España. Pues el doctor Google te recomienda, finalmente, que para convivir con ERC debes "aprender a regular tus emociones difíciles. Muchas veces las cosas pueden no salirte como a ti te gustaría".