El resultado de las elecciones ya lo sabemos: ahora sólo falta votar

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Hay un factor clave en política. Es ese que los anglosajones llaman timing. El timing puede destrozar una carrera política o llevar a un candidato en volandas hasta la Moncloa. Y el timing de esta campaña parece diseñado con mimo por el peor enemigo de Pedro Sánchez, de la misma forma que hasta hace sólo dos años el timing de la actualidad parecía coincidir al 100% con los intereses del presidente. Pronto veremos a Pedro Sánchez decir "yo no mandé a mis candidatos a luchar contra los elementos".  

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EL ESPAÑOL publicó ayer una segunda noticia interesante. Después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional afirmara el pasado día 17 de mayo, en pleno escándalo por las candidaturas de etarras en las listas de EH Bildu, que estas son legales ("tras un riguroso análisis no se aprecia la concurrencia de circunstancia alguna que permita atisbar que nos hallemos ante un supuesto de inelegibilidad de los previstos en la ley"), un sencillo vistazo a la sentencia de una de las condenadas, Sara Majarenas Ibarreta, revela que esta sigue inhabilitada y que la Fiscalía, por tanto, miente. 

Es decir, que ni decente ni legal, en contra de lo que dijo Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados tras conocerse la noticia ("[la presencia de etarras en las listas de EH Bildu] es legal, pero no decente"). ¿Cuántos etarras más siguen inhabilitados y, por lo tanto, forman parte ilegalmente de las candidaturas de EH Bildu? ¿Y cómo fiarse ahora de las decisiones de la Fiscalía? ¿Habrá que revisarlas una a una cuando beneficien al presidente del Gobierno para comprobar que no mienten?

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"La Fiscalía no ha hecho su trabajo" dice un periodista de EL ESPAÑOL. "No, al contrario: lo ha hecho perfectamente" responde otro. Y ambos tienen razón. 

Parece evidente que el "riguroso análisis" de la Fiscalía benefició al presidente cuando más arrinconado estaba. Hay muchas maneras de alterar el resultado de unas elecciones y la compra de votos no es ni siquiera la principal de ellas. 

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Salvo el caso de Melilla, que no afecta al PSOE, pero sí a un socio de los socialistas como Coalición por Melilla, ni Mojácar ni Albudeite tienen la entidad suficiente como para sospechar de una hipotética red de compra de votos a nivel nacional. Mojácar tiene 6.300 habitantes y Albudeite, 1.360. Demasiado irrelevantes en el gran contexto, aunque algunas cavidades intelectuales de la extrema derecha fantaseen ya con una lóbrega conspiración judeomasónica para el amaño de las elecciones en toda España. 

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Cosa diferente, claro, es el caso del secuestro de la concejal de Maracena en el que estaría presuntamente implicado el número 3 del PSOE andaluz, y que parece insinuar una trama de corrupción de mucho mayor alcance. 

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Lo que sí es cierto es que este Gobierno ha hecho muchos enemigos y, sobre todo, muchos amigos intolerables no ya en democracia, sino en una nación que se respete a sí misma y pretenda perdurar en el tiempo. El Gobierno, además, ha cometido una imprudencia elemental. La de señalar con el dedo a todos los "enemigos" que le ha convenido políticamente (empresarios, jueces, periodistas, funcionarios) sin pensar en qué ocurrirá el día que pierda el poder y, con él, su capacidad de intimidación. 

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Hace tiempo que en las conversaciones a puerta cerrada de Madrid suena una teoría nada desdeñable. La de que el sanchismo es un gigante con los pies de barro que verá cómo, a la primera señal de debilidad, son miles los que se presentan voluntarios para abrir de par en par las compuertas de la presa y ver en primera fila cómo el tsunami de barro y detritus arrasa el castillo de paja. Quizá esa presa ha empezado ya a abrirse. 

Pedro Sánchez junto a Reyes Maroto y Juan Lobato. EFE

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En cuanto al resto, los fieles hasta el penúltimo minuto, pero no hasta el último, jurarán y perjurarán que ellos siempre fueron escépticos. Que el presidente ostentaba el mando único y que todas las decisiones fueron suyas y exclusivamente suyas.

Y quizá, sólo quizá, esa señal de debilidad que tantos estaban esperando sea la calamitosa campaña electoral que ha hecho el PSOE, sumada a esos sondeos internos que ya están empezando a circular por muchos grupos de WhatsApp y Telegram. Si esos sondeos son ciertos, este domingo veremos muchos finales de ciclo. 

Pero son sólo sondeos. Todavía puede suceder que el CIS tenga razón. 

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¿Por qué se dice que el sanchismo es un gigante con los pies de barro? Porque lo habitual es que los líderes políticos tengan al partido detrás para amortiguarles en su caída. Pero Sánchez no tiene al PSOE detrás, sino delante. Y eso dando por supuesto que el PSOE siga existiendo. 

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Hay varios canarios en la mina española. Son esos organismos/partidos/individuos que muestran una especial habilidad para detectar los cambios de tendencia sociológicos y políticos. Conviene observarlos con atención para saber cuándo el péndulo está a punto de cambiar de sentido. El más conocido a nivel popular de esos canarios en la mina es el PNV. Otro es el CNI. Pero hay otros. Y están nerviosos.

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Las portadas de las últimas 24 horas de la prensa monclovita son rocambolescas, una señal evidente de desarbolamiento. De desarbolamiento en el Gobierno, que inventó la táctica de la saturación mediática de las defensas del enemigo, pero que ha sido incapaz de dar una respuesta coherente a la avalancha de casos de corrupción propios. De hecho, al PP ni siquiera le ha hecho falta poner la segunda marcha. El PSOE se ha bastado y se ha sobrado para volar su propia campaña por los aires. 

Y esa es una regla de oro de la industria militar. No construyas un arma para la que tú mismo no tengas defensa. 

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Llega ahora la fase de búsqueda de un chivo expiatorio. Alguien al que culpar de ese error que ha sido enfocar las campañas municipales y autonómicas como unas elecciones generales, con el presidente acaparando todo el protagonismo. Todo el protagonismo y todo el desgaste. Porque ¿quién es hoy la imagen del PSOE en España? ¿Son Page, Lambán o Vara? No. Hoy, la imagen de la compra de votos en el PSOE es Sánchez. 

Obviamente, la responsabilidad del presidente en esas tramas corruptas es nula. Pero no deja de ser irónico que alguien que ha hecho del relato el eje de toda su acción de gobierno vaya a quedar manchado, precisamente, por un relato que le hará responsable de unos casos de corrupción de los que él no tenía el más mínimo conocimiento. 

Sánchez le debe en cualquier caso una explicación a los españoles. La duda es si como presidente del Gobierno o como líder del PSOE. Probablemente, ambas.  

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Hay imperios que caen en un solo día, aunque los efectos de esa caída sólo se perciban al cabo de un tiempo. Si el sanchismo cae en las próximas elecciones generales sabremos que ese día, para él, fue ayer jueves 25 de mayo de 2023. 

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Secuestros, agresiones, compra de votos… Esperemos que el PSOE descanse al menos durante la jornada de reflexión. 

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Anteriores entregas de Maldades de campaña:

Día 1 de campaña: La campaña empieza en Barcelona con la tradicional pegada (de mamporros)

Día 2 de campaña: El combate del siglo: ETA y los okupas contra Joe Biden

Día 3 de campaña: A Bildu le molesta "el ruido de Madrid" y pide silencio sepulcral

Día 4 de campaña: Pablo Iglesias amenaza con generar "conflicto" y ERC se estrella en Barcelona

Día 5 de campaña: En el PSOE no son conscientes aún, pero el hechizo se ha roto

Día 6 de campaña: El nuevo Bildu: mismo sabor, un 15% menos de terrorismo

Día 7 de campaña: Los españoles son los seres vivos que más se parecen al PSOE, según el CIS 

Día 8 de campaña: ¿A quién estarán votando en realidad los votantes de Ciudadanos el 28M?

Día 9 de campaña: Podemos señala al hermano de Ayuso como el Goldstein español

Día 10 de campaña: Lo del 28M no es una campaña electoral: es una campaña de exterminio

Día 11 de campaña: El resultado en Valencia decidirá el nombre del próximo presidente del Gobierno (o no)

Día 12 de campaña: No podemos esquivar más este debate: ¿a quién le da votos la violencia en España?

Día 13 de campaña: Vinicius sustituye a ETA en la segunda semana de campaña

Día 14 de campaña: A esta campaña ya sólo le falta un meteorito y el domingo habrá sorpresas