Este pasado sábado me planté en un cine de Madrid para ver Alien: Romulus. La película, dirigida por el uruguayo Federico Álvarez, no llega a ser lamentable, aunque a ratos lo hubiera preferido porque eso me habría permitido odiarla esféricamente y desde cualquier ángulo. Pero no puedo negar que, como espectáculo palomitero, la película da el pego. En cierta manera, Alien: Romulus es a Alien lo que OnlyFans al sexo: no es la experiencia real, pero contentará a quien tenga el listón bajo.

Veo que la película ha gustado mucho a gente con poco cine a sus espaldas, aunque tampoco creo que Hollywood busque hoy mucho más que timar a un tipo de público fácil de contentar, así que todo bien. Pides poco, te dan menos y tú, como una perdiz. "No tendrás nada y serás feliz" no es sólo un programa político, sino también cultural. 

Por hacer el cuento corto, Alien: Romulus es un poni de un solo truco. Si llega a aparecer una sola puerta más en la película ("ay que se abre la puerta y entra el bicho", "ay que no se abre y no puedo escapar del bicho", "ay que se cierra y me quedo encerrada con el bicho") me levanto de mi butaca y acuchillo la pantalla con las llaves del coche.

Una escena de 'Alien: Romulus'.

Una escena de 'Alien: Romulus'.

Los actores son lamentables, pero no por jóvenes, sino por sojas. Y eso es lo mejor que se puede decir de ellos. En cuanto a su carisma, antes le pediría el autógrafo a un brócoli. Comparas a Sigourney Weaver con estos chavales y se te cae el alma a los pies, atravesando el suelo como la sangre del xenomorfo.

[Otro, por cierto, de esos clichés de la saga que Federico Álvarez utiliza una y otra vez en Alien: Romulus hasta que literalmente deseas no haber nacido para no tener que ver otro puto suelo derretido más].  

Y aunque ya estoy acostumbrado y lo llevo bien, que es lo que suele ocurrir cuando uno pierde la esperanza en el prójimo, no deja de tocarme las narices la incapacidad de las nuevas generaciones de cineastas para dar a luz sus propios iconos.

O, en el peor de los casos, para dar a luz una visión refrescante de un viejo icono.

En Alien: Romulus, todas las escenas son un refrito de lo ya visto en anteriores películas de la saga. Supongo que ellos lo llamarán homenaje, pero en realidad es impotencia artística. Ni copiar saben.   

Lo cierto es que el único talento artístico en el que las nuevas generaciones cinematográficas han demostrado excelencia es en el de la destrucción de lo realizado por generaciones anteriores con más talento, más frescura y más cariño.

De nuevo, aquí hay que recurrir aquí a J. R. R. Tolkien. "El mal no puede crear nada nuevo, sólo corromper lo que el bien ha construido". Lo mismo vale para los nuevos cineastas, que no son malvados, pero sí llamativamente mediocres. Son carnaza de AI, cuyos boñigos muchos de ellos consideran "indistinguibles de la realidad" porque ya no diferencian un ser humano de un moñeco pintado por la Siri de turno. 

Como hice un hilo en X sobre la película, tampoco me extenderé mucho. Aquí lo tienes.

El caso es que el hilo me ha permitido hacer una taxonomía del usuario medio de X.

Búscate en la siguiente lista porque seguro que te encuentras. 

1. El tuitero que se ríe

Llena su mensaje de emoticonos de carcajada o escribe JAJAJAJA o HAHAHAHA, supongo que dependiendo de si ha nacido en Almería o en Wisconsin. Nunca sabes si se ríe contigo o de ti porque ese es todo su mensaje, pero yo lo interpreto siempre como un "me has hecho reír, gracias". Doy por sentado que los que se quieren reír de ti, y no contigo, lo expresan de otra manera: "JAJAJA MUÉRETE CERDO". Así que siempre a favor de los que utilizan emoticonos de carcajada. Si no te desean la muerte, claro. Entonces no. 

2. El que se lo toma personalmente

Ni el director de la película te respondería con esos golpes de abanico en el pecho. Parece que le hayas mentado a la madre. Su autoestima es tan frágil que la más mínima crítica a una película que a él le ha gustado, sobre todo si te intuye sarcasmo, hace temblar su mundo y tiritar sus convicciones. Exige no sólo que rectifiques, sino que pidas perdón por tu error y te retires a un monasterio para que no tenga que leer de nuevo una opinión tuya que vuelva a poner en duda toda su cosmovisión existencial. En realidad busca que le reafirmes en sus patéticas opiniones. Es un inmaduro. 

3. El que no está de acuerdo, pero te reconoce el acierto

Mi favorito. "Pues a mí me ha gustado la película, pero reconozco que tienes razón en lo que dices". Se trata de un espécimen que no se deja llevar por las opiniones ajenas y que, sin miedo al que dirán, mantiene sus puntos de vista contra viento y marea. Es un ser humano que no navega al pairo y que mantiene el rumbo, pero cuya seguridad en sí mismo le permite reconocer los aciertos ajenos sin complejos. 

Un diez de tío. 

4. El que te utiliza como guía inversa

"Si a Campos no le ha gustado, habrá que verla". Es una variante del número 2. En realidad, es el protagonista del chiste del recluta: "Que se joda el capitán, hoy no como rancho". Sólo que en su caso la cosa sería: "Que se joda Cristian, voy a sacar la entrada ahora mismo y comerme con gusto esta estratosférica bosta". En realidad carece de personalidad porque se obliga a que le guste todo lo que tú desprecias.

Si dijeras que odias comer neumáticos, se liaría a bocados con el primer camión de reparto que pasara por delante. Es un ser sin atributos. 

5. El desordenado sin argumentos

"Y tú que vas a saber de Alien si defiendes a Netanyahu y no eres más que un genocida, ¿es que tienes algo en contra de los jóvenes, boomer? ¡No sabes ni lo que es un videojuego! ¡¡¡Mis pronombres son alien/aliene/aliena!!! ¡Viva Grecia libre! ¡Abajo Ayuso! ¡Forza Betis! ¡A la hojita verde del limoneeero, limón en floor!". 

6. El que se fía de ti y te agradece el ahorro

Confía en tu criterio hasta el punto de descartar la película por lo que has escrito. "Gracias por avisar, no iré a verla" te dice.

Con este, por un lado piensas que le has hecho un favor.

Pero por el otro piensas: "Igual él ve en Alien: Romulus algo que yo no he sabido ver y le estoy privando de disfrutar de la película de su vida".

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. A favor de dilemas morales como este.

7. El niño

Te suelta "y qué cojones vas a saber tú, viejo". Luego vas a su cuenta y está llena de tuits sobre Ibai, Fortnite y las hamburguesas Vicio. Podría ser tu sobrino haciendo tiempo entre bolsa de Cheetos y furiosa masturbación, así que lo dejas correr.

8. El irónico

Otro de mis preferidos. Se ríe contigo de la película con algún chiste ingenioso. 

9. El hiperbólico

"Es la mejor puta crítica de puto cine que he leído en toda mi puta vida de puto cinéfilo". Estos invadirían Rusia si se lo pidieras personalmente. Son tus barra brava. Todos deberíamos tener al menos una docena de estos en nuestras vidas. 

10. Al que le has jodido la vida

"Pues tu hilo me ha pillado en la cola del cine". 

 11. El del mansplaining

Te explica que Alien: Romulus es sólo entretenimiento, que no pretende ser una de Kurosawa, que tal o cual escena es un guiño a tal o cual escena de tal o cual película de la saga, que las puertas que se abren y se cierran añaden tensión a la historia, que el director pretende llegar a un público nuevo y que no hay que buscar en una película de 2024 lo mismo que en una película de 1978.

Sólo puedes darle las gracias por descubrirte la existencia del Mediterráneo.  

Una variante más faltona de este tipo de tuitero es el que te suelta "NO TIENES NI PUTA IDEA CHAVAL", aunque en este caso no suelen explicar en qué te equivocas. Sólo te informan de tu error. 

12. El que vive feliz

"Pues yo sólo quería divertirme durante dos horas y me he divertido durante dos horas". A este se la suda todo tres pimientos. Este es un tipo que se abriría una bolsa de kikos el día del fin del mundo y que salga el sol por Antequera. 

13. El de "ahora dilo sin llorar"

Adolescente woke. Muy probablemente tiene un cociente intelectual inferior a 80. Le han dicho tantas veces lo de la buambulancia en las redes sociales que ahora, en venganza, lo utiliza como respuesta por defecto para todo. Si le dieras los buenos días te respondería "ahora dilo sin llorar". Es cargante y bastante corto, pero inofensivo. 

14. El que te pide que le dejes disfrutar de la película tranquilo

Tu mera existencia le jode la experiencia. Preferiría vivir solo en el planeta para poder ver las películas en paz sin que el resto de seres humanos osara opinar cosas diferentes a las que opina él. Claro que entonces no habría nadie que hiciera las películas que a él le gustaría ver, pero ya cruzará ese río cuando llegue a él. 

15. El que resume mejor que tú la película 

Él no lo sabe, pero tiene todo lo que se requiere para ejercer el periodismo: capacidad de síntesis. Si hubieras podido resumir tu hilo en un solo tuit como ha hecho él, te habrías ahorrado toda la parrafada. Un crack.