Allan J. Lichtman, el profesor de la American University que vaticinó el resultado de prácticamente todas las elecciones recientes en Estados Unidos y se hizo famoso cuando predijo —en contra de lo que decían las encuestas— que Donald Trump ganaría las elecciones de 2016, fue muy cauto cuando lo entrevisté sobre quién ganará los comicios de este año.

Sin embargo, aunque me dijo que pronto emitirá su predicción en septiembre, me dio una buena pista de quién tiene las mejores posibilidades de ganar la carrera entre la aspirante demócrata Kamala Harris y el candidato republicano Donald Trump.

La candidata demócrata a la presidencia de EEUU, Kamala Harris, en la Convención Nacional Demócrata

La candidata demócrata a la presidencia de EEUU, Kamala Harris, en la Convención Nacional Demócrata Reuters

Lichtman, que ha desarrollado un sistema de 13 claves para predecir quién ganará las elecciones estadounidenses, me dijo que "muchas cosas tendrían que salir mal para que pierdan los demócratas". Traducción: a día de hoy, Harris tiene las mejores posibilidades de ganar.

El sistema de predicción de 13 claves de Lichtman, basado en la premisa de que el partido gobernante siempre tiene una ventaja, consta de trece preguntas que deben responderse cada una con un "verdadero" o "falso". Si el partido en el poder obtiene un "falso" en seis de las trece claves, perderá la Casa Blanca.

Desde que comenzó a anunciar sus pronósticos hace veinte años, Lichtman acertó en nueve de las últimas diez elecciones. Él sostiene que acertó en las diez, porque la elección de 2000 fue atípica: su candidato, Al Gore, ganó el voto popular, pero la Corte Suprema le dio la victoria a George W. Bush.

Entre las 13 claves de Lichtman se encuentran si hay un presidente que se está presentando para la reelección, si hay un candidato fuerte de un tercer partido, y si la economía va bien.

"En este momento, los demócratas están abajo en sólo tres claves", y tendrían que estar abajo en seis claves para que Trump gane", me dijo Licthman. Los demócratas están abajo en la clave del "mandato", porque perdieron la Cámara baja en 2022, en la clave de la "incumbencia", porque el presidente Joe Biden ya no es el candidato, y en la clave del "carisma", porque es demasiado pronto para saber si Harris es carismática, me explicó.

Cuando le pregunté si Trump, nos guste o no, acaso no es carismático, Licthman respondió: "No encaja en la definición de la clave (del carisma), porque esa clave requiere que seas atractivo para una amplia audiencia. No puedes atraer simplemente a una base estrecha, como Trump".

Lichtman dice que no le presta atención a las encuestas, porque son sólo una fotografía del presente, que no sirve para predecir qué sucederá el día de las elecciones.

Además, así como los encuestadores subestimaron el voto pro-Trump en 2016, ahora pueden estar subestimando el voto prodemócrata, agregó.

"Los encuestadores dicen, que su margen de error es del 3% aproximadamente. Pero eso es un error estadístico puro", me dijo Lichtman. "La gente puede mentir en las encuestas. Puede que aún no se haya decidido. Puede que cambie de opinión".

En cuanto a las noticias sobre las donaciones a cada campaña, o los debates, me dijo: "Recuerda, con base en las mediciones convencionales, Hillary Clinton debería haber ganado en 2016: recaudó más dinero, tuvo más anuncios, ganó todos los debates, tuvo una mejor organización. Y, por supuesto, perdió".

¿Acertará Lichtman esta vez nuevamente? No me animo a hacer un pronóstico electoral en este momento, pero aquí va mi humilde teoría: Harris ganará fácilmente el voto popular, y Trump — si pierde en el colegio electoral — cuestionará los resultados.

Trump ya está preparando el terreno para impugnar las elecciones, diciendo que Harris organizó un supuesto "golpe de Estado" ilegal contra la nominación de Biden, sigue negándose a aceptar su derrota en las elecciones de 2020 y elogia rutinariamente a los insurrectos que atacaron el Capitolio el 6 de enero de 2021 con el fin de revertir el resultado electoral.

Además, el expresidente aún no se ha comprometido a aceptar un posible resultado adverso en las elecciones de este año. Trump no juega bajo las reglas de la democracia, ni de la decencia. Así que, pase lo que pase, mi predicción es que veremos unas elecciones muy igualadas, y un serio conflicto postelectoral.