Tú quieres un Volvo y lo sabes. A lo mejor, alguna vez has soñado con tener un Jaguar. Pero, en realidad, quieres un Volvo.
Y si no lo quieres, vuelve a pensarlo.
Jaguar ha lanzado su nueva imagen de marca esta semana bajo el lema Copy Nothing ("no copies nada").
Copy nothing. #Jaguar pic.twitter.com/BfVhc3l09B
— Jaguar (@Jaguar) November 19, 2024
Su campaña es una sucesión de fotogramas con un elenco igual de diverso que tu manual de inglés de cuarto de primaria y una retahíla de enunciados insulsos, como el de "elimina lo ordinario".
Jaguar, una compañía de automóviles fundada en 1922, ha decidido apostar por el relanzamiento de su marca prescindiendo de su tradición, de su herencia y, lo más llamativo de todo, de sus coches.
No hay ni un solo vehículo en todo el vídeo. "Perdona, se te ha caído este Jaguar entre tanta modernez".
El intento de Jaguar de reinventarse ha coincidido también con la presentación de un nuevo modelo de Volvo.
Oh, sorpresa, el coche sueco sí sale en el anuncio.
Un anuncio que cumple con los básicos de la comunicación: apelar al corazoncito contándote la historia de una pareja que va a tener un bebé mientras te meten el coche por los ojos. No te están vendiendo un vehículo, te están vendiendo un proyecto de vida.
Volvo responds to Jaguar's insane ad by creating the most beautiful ad I've ever seen.
— Tom Pogasic (@TPogasic) November 21, 2024
Enjoypic.twitter.com/HBoIsul5sZ
Un clásico, vamos. Tampoco era tan difícil. Entiendo que en un Jaguar no entra el cochecito del niño o la silla de ruedas de la abuela, pero ya verás como cabe el típico hombre de traje que nunca falla o el infalible perrito con un chaleco de Balenciaga.
La cuestión es que, en la inevitable comparación, no estamos hablando solo de publicidad. Cuando una empresa quiere venderte algo, te está diciendo cómo te ve. Te está diciendo cómo cree que debe ser la felicidad a la que aspiras y te está proponiendo una manera de vivir.
Mientras el anuncio de Volvo era compartido en las redes sociales con emoticonos emocionados, el pobre community manager de Jaguar se ha tirado un colchón en el suelo de la oficina y encadena cafés para ir defendiéndose de la lluvia de comentarios que le están cayendo a la compañía en X.
Los usuarios se preguntan lo mismo que Elon Musk: "¿Pero vosotros no vendíais coches?".
Una de las respuestas de Jaguar es perturbadoramente reveladora: "Pronto verás las cosas a nuestra manera".
Soon you'll see things our way.
— Jaguar (@Jaguar) November 19, 2024
Parece casi una amenaza. Lo que ven tus ojos no es la realidad y necesitas despertar a una nueva forma de percibir el mundo. Al fin y al cabo, en eso consiste esta posmodernidad woke que cada vez convence menos. Entre otras poderosas razones, porque empieza a ser un coñazo.
Al otro lado del río, Volvo ha abrazado la máxima de "si no está roto, no lo arregles". El recurso a la familia es eterno e infalible porque, por mucho que le quieras vender al ser humano que se basta a sí mismo, todo el mundo necesita querer y compartir su vida con alguien.
Una de las principales críticas a la ideología woke es que se dedica a explotar el sentimentalismo. Lo curioso de la campaña publicitaria de Volvo es que consigue recordarnos que es legítimo que nos toquen la fibra sensible si es con una propuesta con sentido.
Afortunadamente, la ternura lleva conmoviendo al ser humano desde que el mundo es mundo.
Además, parece que estemos ante lo mismo de siempre, pero no es del todo así. El anuncio de Volvo tiene sus toquecitos progres. ¡Arriba con esa vulnerabilidad masculina protagonista del anuncio! Ese hombre encantadoramente frágil que llama por teléfono a su madre para desnudar sus miedos ante su inminente paternidad.
Porque sí. Se puede hablar de la familia sin ser casposo (hola, asociación de las familias numerosas, va por ti y por tu rancia y moralizante campaña "se te está pasando el arroz").
No hace falta volver a la época medieval para seguir abogando por proteger lo que se considera una vida buena.
Bien por Volvo y bien por haber encontrado ese punto perfecto de diálogo entre el presente y el pasado. El verdadero conservadurismo es el que custodia la herencia recibida e incorpora los nuevos descubrimientos de lo que es verdadero, bello y bueno.
Jaguar vs. Volvo. Uno de los dos no tiene nada que ofrecer. Decide tú al volante de qué vida quieres ponerte.