El acto solemne de inauguración de la nueva legislatura ha mostrado imágenes insólitas en el Congreso hacia el rey. Los 71 diputados de Podemos no aplaudieron el discurso de Felipe VI; más aún, los miembros de su confluencia catalana (En Comú Podem), así como los representantes de IU en el grupo parlamentario ni siquiera se levantaron del escaño en toda la sesión, en una clara muestra de rechazo a la Corona. Y hubo exhibiciones de republicanismo, como la del senador Iñaki Bernal con la bandera tricolor o la de Diego Cañamero y su camiseta.
A ello hay que añadir que los 8 diputados de la antigua Convergència y los 5 del PNV tampoco aplaudieron al rey, y que los 9 representantes de ERC y los 2 de Bildu optaron directamente por no acudir siquiera a la Cámara.
Llamamiento del rey
La actitud de esos 95 diputados, entre ausentes y refractarios a las palabras del monarca, permite obtener una fotografía en la que queda claro que la Corona pasa a ser objeto de disputa política.
Rosa Díez, en un artículo en EL ESPAÑOL titulado "Los farsantes de siempre", no dudó en comparar la actitud hacia Felipe VI de los parlamentarios antimonárquicos con la que mantuvieron los diputados de Herri Batasuna en 1981 en la Casa de Juntas de Guernica contra Juan Carlos I.
De nada sirvió el llamamiento de Felipe VI en el pleno a "iniciar juntos" una nueva etapa para, como en la Transición, andar "el camino de la reconciliación, el de la paz y el perdón; el camino de la desaparición para siempre del odio". La tensión reflejada en la cara de la reina Letizia quedará grabada para siempre como símbolo de lo vivido este jueves.
Los valores y el sistema
La deriva republicana de Unidos Podemos confirma, una vez más, que en los grupos políticos los más extremistas acaban radicalizando al resto. Pablo Iglesias ha pasado de charlar amigablemente con el monarca y regalarle la serie Juego de tronos a mostrarle ahora su desdén en el Congreso. De la misma forma, IU, que recomendó en las pasadas elecciones no exhibir banderas republicanas en los mítines, las agita en el Parlamento y ante la Familia Real. De esta manera, Podemos incorpora el debate monarquía-republicana a su agenda.
La apertura formal de la legislatura demuestra que, junto a la obligada regeneración, es necesario reforzar los valores y el sistema político que han permitido convertir a España en una de las grandes democracias del mundo. Hay que evitar que se salgan con la suya quienes desean romper la convivencia.