Junto a la situación en Cataluña y la propia gestión de Susana Díaz al frente de la Junta, tanto la violencia de género como la inmigración ilegal han capitalizado en Andalucía el debate electoral y la posterior conformación del gobierno autonómico.
Finalmente, en el acuerdo firmado por Vox con el PP para dar apoyo a la investidura de Moreno Bonilla se omitió cualquier mención a la "ideología de género", en contra de lo que exigía el partido de Abascal. Tampoco en el documento figuró mención alguna a la expulsión de 52.000 inmigrantes. En todo caso, estamos ante dos cuestiones de plena actualidad.
Debates
EL ESPAÑOL publica hoy una encuesta que indica que un 58,2% de los españoles respalda la expulsión de los inmigrantes ilegales, con un apoyo mayoritario de esta opción no sólo entre los votantes de Vox (100%), sino entre los de Cs (86,5%), PP (82,1%) e incluso PSOE (46%).
No obstante, una medida como la expulsión de los sin papeles es un asunto complejo. Andalucía no tiene potestad ni capacidad para asumir una decisión de ese calado, en el que el Estado debe establecer unas reglas claras con el mayor apoyo social, y con la complicidad, a ser posible, de la Unión Europea.
Extremismos
El otro gran debate que ha reabierto la irrupción de Vox es el de la violencia machista; eso sí, el acuerdo aquí entre los españoles es mucho mayor. Cerca del 70% apoya la Ley de Violencia de Género. Pero el 20,6% que rechaza la norma es sensiblemente superior al 12,5% de quienes dicen estar dispuestos a votar a Vox, lo que invita a pensar que este partido podría verse estimulado a seguir alimentando la polémica.
Ahora bien, el hecho de que sea Vox el que saca estos asuntos a la palestra no convierte su discusión, automáticamente, en aborrecible. Conviene conocer el estado de la cuestión, la realidad sociológica y la posición de los ciudadanos para encontrar la mejor forma de combatir los extremismos.