Finalmente, y tras trece días de angustia, los especialistas han podido recuperar el cuerpo del pequeño Julen. La posibilidad de encontrarlo con vida era un milagro y, sin embargo, nadie ha querido perder la esperanza. Con esa fe en lo imposible se ha trabajado sin descanso 24 horas al día

La pequeña localidad de Totalán se ha visto desbordada por equipos y material ingente cuya difícil coordinación no debe dejar de ser ponderada. Al igual que la solidaridad espontánea de instituciones y particulares que desde el primer minuto pusieron todos sus recursos al servicio del operativo.

Sumario abierto

Los datos del dispositivo hablan por sí solos: en menos de dos semanas se ha acometido una auténtica obra de ingeniería civil que en circunstancias normales hubiera requerido de varios meses de trabajo. Se ha perforado toda una montaña, el Cerro de la Corona, removiendo más de 80.000 metros cúbicos de tierra, cantidad suficiente para rellenar 33 piscinas olímpicas.

El caso de Julen ha conmocionado a la opinión pública y ha mantenido a España en vilo. Y aunque estamos, antes que nada, frente a una tremenda fatalidad, el caso encierra no pocas incógnitas que el sumario judicial abierto deberá esclarecer: cómo una criatura pudo precipitarse por un agujero de 26 centímetros, por qué el pozo estaba sin sellar, por qué sus paredes no estaban entubadas... 

Valoraciones

Como habrá tiempo de valorar también la eficacia de un operativo que ha tenido que responder a un suceso insólito en situaciones extremas de dificultad, en un terreno difícil de excavar y a contrarreloj. Y eso debe hacerse no para buscar la crítica -se ha hecho todo lo humanamente posible, sin escatimar arrojo y generosidad-, sino para extraer lecciones que puedan servir en situaciones similares.  

La voluntad no ha podido esta vez ni con el tiempo ni con las leyes de la naturaleza. Pero Julen y el esfuerzo de todas las personas que han dado lo mejor de sí estas dos semanas permanecerán siempre en nuestra memoria.