Las situaciones adversas ponen a prueba la capacidad de los dirigentes de un país. Desde ese punto de vista la crisis del coronavirus es, sin duda, un test para medir al Gobierno. De ahí el valor del estudio de SocioMétrica que publica hoy EL ESPAÑOL, que sitúa a Margarita Robles como la ministra mejor valorada.
A favor de la titular de Defensa juega la excelente labor los tres cuerpos del Ejército y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la desinfección de residencias de ancianos y de infraestructuras clave en todo el país, así como en la organización de las grandes morgues improvisadas en Madrid.
Pero además de una gestión eficaz, Robles ha demostrado empatía con los ciudadanos y capacidad de diálogo con otros responsables políticos, como quedó demostrado en el solemne homenaje a los fallecidos en el Palacio de Hielo.
Un notable
La competencia profesional de Margarita Robles viene de atrás, está contrastada en momentos peliagudos e incluye un insobornable compromiso ético. Conviene recordar que cuando fue secretaria de Estado en el Gobierno de González fue clave para desbloquear la investigación de los GAL. Huelga recordar las presiones a las que entonces se vio sometida por priorizar el servicio a su país antes que obedecer consignas partidistas.
El 7,2 con el que los españoles la califican, más allá de hacer justicia con una trayectoria, es un hito demoscópico: el CIS, por ejemplo, no ha dado un notable a un miembro del Gobierno en décadas.
Cien días
Ese respaldo a la tarea de la ministra de Defensa hay que interpretarlo junto a otra de las claves que arroja el estudio: los ministros más moderados, Nadia Calviño, Luis Planas o José Luis Escrivá, la suceden en el ranking de preferencias de los españoles.
En el otro lado, la cuota de Podemos en el Ejecutivo suspende sin paliativos, especialmente Pablo Iglesias e Irene Montero, relegados al final de la lista. Hay otra derivada de la epidemia, y es el progresivo desgaste de la imagen de Salvador Illa.
Acaban de cumplirse los primeros cien días del Gobierno y los españoles ya han podido hacerse una idea de cómo gestionan sus ministros. Y lo que refleja el sondeo de SocioMétrica es que cuando se les pregunta, se identifican con la moderación, la empatía y la capacidad profesional.