Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, País Vasco, Burgos, Santander... la generalización de manifestaciones violentas en distintas ciudades de toda España preocupa, y con razón, a las Fuerzas de Seguridad. ¿Qué pasará si se decide confinar de nuevo a los ciudadanos en sus casas, como ya se plantean algunos gobiernos autonómicos? ¿Y cuando se disparen el número de parados y las colas a las puertas de los bancos de alimentos?

Lo que se ha vivido este fin de semana han sido revueltas espontáneas, convocadas por las redes sociales. No hay una organización que las coordine a nivel nacional. La única característica común de los alborotadores es su juventud. Entre el más del medio centenar de detenidos sólo hay uno mayor de 30 años.

Extremistas

A Pablo Iglesias le ha faltado tiempo para señalar a la extrema derecha por los disturbios, pese a que entre los identificados hay ultras de izquierda, como demuestran las imágenes que deja la jornada y la detención de algún seguidor de Bukaneros, el grupo radical de seguidores del Rayo Vallecano. El vicepresidente debería salirse del guion y ver la realidad tal cual es.  

Hay que decir que Vox se lo puso fácil una vez más. En un principio, el partido de Abascal quiso capitalizar la protesta justificando a los manifestantes si su protesta era "pacífica". Y todo porque algunas de las consignas coreadas iban dirigidas al Gobierno por su decisión de generalizar el toque de queda. Enseguida llegó el vandalismo.   

Irresponsabilidad

El incendio de la calle no beneficia a nadie, y quienes caigan en la tentación de agitarla serán unos irresponsables. Se trata de un primer aviso de lo que puede ocurrir conforme vaya agudizándose la crisis sanitaria, la económica y, con ella, la pérdida de expectativas para millones de personas.

La falta de unidad política contribuye a crear el caldo de cultivo propicio para que crezca el malestar social. De la misma forma, los discursos extremistas del Parlamento se contagian a la calle. El mejor antídoto, no nos cansaremos de repetirlo, son los grandes acuerdos. Ojalá estemos aún a tiempo de alcanzarlos.