Sobre la corrupción de la FIFA, la furia de Irán y la violencia de género

La Eurocámara acordó una resolución para condenar la elección de Qatar como sede del Mundial y criticó con dureza la corrupción de la FIFA. Además, la represión no cesa en Irán, con cientos de muertes en las protestas y arrestos tan arbitrarios como el del futbolista Voria Ghafouri por una opinión favorable al pueblo kurdo. Por último, un macroestudio sobre violencia de género apunta a que las nuevas generaciones son más tolerantes con el maltrato a sus parejas.

La Eurocámara alza la voz contra la corrupción de la FIFA

Sede de la FIFA.

El Parlamento Europeo aprobó ayer jueves una resolución contra la designación de Qatar como sede del Mundial y contra una corrupción de la FIFA que no tuvo reparos en calificar, con acierto, de “rampante, sistémica y profundamente arraigada”. Los eurodiputados reclamaron rendición de cuentas y la investigación de la muerte de “miles de trabajadores migrantes”, con la correspondiente indemnización a sus familias, desacreditando una versión oficial que limitar los fallecidos al medio centenar.

Bruselas también criticó la presión del máximo organismo del fútbol contra las selecciones que quisieron portar un brazalete de solidaridad con los homosexuales perseguidos en Qatar, y demandaron que los procesos de elección de sedes cuenten con toda la transparencia de la que careció también la apuesta por Rusia para 2018. Porque a nadie se le escapa que los dos regímenes totalitarios ganaron los concursos por criterios poco relacionados con el deporte.

Es probable que esta resolución acabe en papel mojado. El cambio, a fin de cuentas, debe partir de las federaciones de las principales potencias europeas. Con todo, era hora de que se pusiera la lupa y se metiera la mano en el fútbol. Especialmente, en el gran albañal de la corrupción mundial: la FIFA. Y no sólo la FIFA. Cabe recordar que el tercer mandato de Aleksander Ceferin al volante de la UEFA peligra, precisamente, por una acusación de corrupción en Eslovenia.

La Eurocámara tiene razón: el fútbol requiere de un plan de urgencia. Para salvarlo, es imprescindible alejarlo de los peores vicios de nuestras sociedades.

La peligrosa furia interior y exterior de Irán

Ehsan Hajsafi.

Después de la valiente protesta de los futbolistas iraníes en el Mundial de Qatar, que amplificó las manifestaciones masivas que tienen lugar a lo largo y ancho del país, llega la noticia del arresto del futbolista no convocado Voria Ghafouri. El motivo: la defensa en redes sociales de los kurdos de su país, sometidos a la furia del Gobierno. No cabe duda de que la tensión crece sin freno dentro del país. Tampoco de que esa tensión se irradia hacia fuera.

Irán es la principal amenaza para la estabilidad de Oriente Medio y uno de los focos más calientes del mundo. El régimen de los mulás reprime a sangre y fuego los movimientos liberadores internos, con un rastro de muertos que se cuenta por cientos en los últimos dos meses, al tiempo que ultima su principal baza disuasoria y beligerante contra sus enemigos: el desarrollo de armamento atómico.

Alcanzado el 60% en el enriquecimiento de uranio, está muy cerca de conseguirlo. Parece evidente que la ruptura del acuerdo nuclear por parte de Trump no ayudó a evitarlo. Este paso convierte a Irán en un peligro mundial y, para desgracia y desafío de los protagonistas de la revolución incipiente, contribuye a la cronificación de los islamistas en el poder.

Violencia de género.

El feminismo retrocede entre los jóvenes

El III Macroestudio de Violencia de Género Tolerancia cero, realizado por la Fundación Mutua Madrileña, arroja unos datos muy preocupantes. Uno de cada cinco jóvenes de entre 18 y 21 años considera que golpear a su pareja durante una riña, insultarla o espiar su teléfono no es violencia.

Conviene resaltar estas cifras cuando se celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, jornada a la que dedicamos un especial en MagasIN | EL ESPAÑOL. Pero, sobre todo, porque estos números suponen el doble que los registrados entre los jóvenes de 22 a 34 años. También resulta revelador que la media de la población que cree que golpear a su pareja no es maltrato es del 6,7%, mientras que entre los jóvenes de 18 a 21 es del 16,9%. 

Estas estadísticas sólo pueden indicar una cosa: que las nuevas generaciones se están volviendo más tolerantes con las conductas asociadas al maltrato. Este estudio apunta a que se ha producido un retroceso en materia de igualdad de género entre los más jóvenes. Unos porcentajes, además, que se disparan entre los hombres. Queda mucho trabajo de concienciación por delante.

*** El Merodeador es el seudónimo colectivo de la sección de Opinión de EL ESPAÑOL integrada por Cristian Campos, Jorge Raya Pons y Víctor Núñez.