El gran contrato social de solidaridad intergeneracional reside, en gran parte, en apoyar y facilitar la vida y el trabajo al autónomo y a la pyme.
En muchos aspectos, España sigue estando diseñada y legislada para una sociedad de tipo industrial perteneciente al siglo XX, donde la memoria era la base de la educación, la productividad se basaba en las economías de escala y la vida laboral comenzaba a los 25 y, tras cuarenta años cotizando, llegaba la jubilación, con una esperanza de vida de 73 años. Una sociedad, en la que su célula más preciada, la familia, tenía un comportamiento prácticamente estándar y homogéneo, con capacidad de endeudamiento gracias a un trabajo estable, un empleo para toda la vida en la misma empresa con 14 pagas, además de un mes entero de vacaciones en agosto, horarios de ocho horas de lunes a viernes y derechos acumulados.
En el siglo XXI, España y Europa se jubilarán en el 2025, con la llegada de los boomers a los 65 años. Esto supone un giro copernicano en la pirámide poblacional, que se invierte en forma de hucha de manera definitiva. Las consecuencias que esto conlleva son enormes porque hemos conseguido dar más años a la vida, pero, además, el ciudadano cotizante exige dar vida a sus futuros años y con calidad, por lo que no será un asunto sólo de pensiones, sino sanitario y de ocio.
Ante la imposibilidad de tener un trabajo estable, muchos han decidido dar el salto y trabajar por su cuenta
Hoy, esa clase media, vive como un malabarista equilibrando trabajo, familia y ocio… La prueba está en que, ante la imposibilidad de alcanzar cualquier trabajo estable, un ingente número de personas han decidido dar el salto y trabajar por su cuenta, bien sea por vocación, como única solución al problema del paro o por no encontrar otra forma de contratación. Me refiero a jóvenes cansados de hacer prácticas, a mayores de 50 años que no se resignan a jubilarse, a madres solteras que no llegan a fin de mes…
Todo un universo de personas distintas, de casos diferentes, de situaciones únicas, que permite observar cómo cada uno ha llegado al mundo de la empresa por un camino, ya que el coste de oportunidad de emprender es cada vez menor. Ante la incapacidad del viejo bipartidismo de afrontar los verdaderos problemas, la sociedad civil se anticipó para prestar apoyo a esta realidad a través de asociaciones de autónomos, business angels…
¿Nuevos emprendedores? Nueva realidad social que necesita nueva estabilidad en la que autónomos y pymes precisan que se les deje trabajar, desarrollarse y, sobre todo, como digo, estabilizarse.
Hay que respetar el desarrollo familiar del autónomo compatibilizando la maternidad o paternidad con el trabajo
Esto significa, entre otras cosas, que los cotizantes mantengan una relación flexible, empática y justa con la Administración. Flexibilidad significa no condenar al cierre por un retraso en el pago de la seguridad social y comprender que la facturación no es sinónimo de cobro y, por lo tanto, no es exigible un IVA no cobrado. Empatizar significa pagar en plazo para que el autónomo pueda pagar nóminas y a la seguridad social. La morosidad sigue siendo una de las principales causas de mortandad. Un gran porcentaje de las 685.986 bajas, en 2016, fue por este motivo. Para que se hagan una idea, las altas fueron 711.533. Justo significa la igualdad de derechos entre cualquier ciudadano, como la cláusula suelo o la embargabilidad de los cobros en autónomos. También es proteger el desarrollo I+D de las copias ilegales en las pymes o al comercio que paga sus tasas municipales frente a las ventas ilegales. Además, justo es respetar el desarrollo familiar del autónomo compatibilizando la maternidad o paternidad con el trabajo.
El reto del legislador es interpretar y afrontar esta realidad para que estos nuevos y viejos proyectos se conviertan en empresas que generen empleos estables y riqueza real, no especulativa o financiera, para la sociedad.
Sólo así, podremos resetear la nueva realidad de España y dar forma a los nuevos tiempos del contrato social intergeneracional que garantice la estabilidad, el progreso y facilite la felicidad de los ciudadanos.
*** Fernando Giner es responsable del Área de Autónomos y Pymes de Ciudadanos y portavoz de este partido en la Comunidad Valenciana.