Sigue preso, pero libre

Con ponencia de Maikel Moreno, de conocido prontuario criminal, la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, conoció de oficio la situación de salud de Leopoldo López y consideró ajustado a Derecho, otorgar una medida humanitaria de arresto domiciliario que no elimina su condena. Esta medida está prevista en el artículo 502 del Código Orgánico Procesal Penal.

El arresto domiciliario, conocida como “casa por cárcel” es una pena accesoria de privación de libertad de movimientos y comunicación de un condenado o acusado que se cumple fuera de los establecimientos penitenciarios, bien en el propio domicilio del acusado o en otro fijado por el Tribunal a propuesta del afectado. El Código Penal español lo califica de pena de localización permanente.

El Tribunal venezolano lo aplicó considerando problemas de salud.

En ningún caso y como la alegría y euforia momentánea lo calificó, Leopoldo alcanzó la libertad. Sigue preso, contra toda norma, principio y ley y contra todo lo establecido en los tratados internacionales sobre derechos humanos. Sigue firme en sus ideas en la lucha por la libertad de Venezuela, la recuperación de la paz y la democracia. ! Gloria al bravo pueblo! Son un ejemplo para todos nosotros.

No en vano cuando, se conoce el pensamiento de Leopoldo y su proyecto, se entiende que sea el líder de la oposición democrática. Siguen algunas citas que evidencian lo dicho:

"Ninguna nación se hace grande sofocando al que piensa distinto porque cuando se aniquila el diálogo y se excluye la voz de los otros, no hay patria para nadie".

"Prefiero explicarles a mis hijos por qué estoy preso que por qué no tienen país".

"A los jóvenes, a los que protestan, les pido que mantengamos firmeza en la no violencia, organización y disciplina".

"Si mi encarcelamiento despertara al pueblo, entonces, valdría la pena".

"Querer una mejor Venezuela, no es delito".

"Estar preso me ha acercado, en carne propia, a la descomposición de la justicia venezolana".

"No tengo resentimiento ni voluntad de claudicar ante el régimen. Les reitero mi compromiso hasta conquistar la libertad".

"Si mantener mi convicción de luchar por la libertad, significa correr el riesgo de volver a una celda en la prisión militar de Ramo Verde, estoy dispuesto a asumirlo. Hoy estoy preso en mi casa pero también está así el pueblo de Venezuela".

"El cambio está en cada uno de nosotros, no nos rindamos. Yo no lo haré".

"La lucha no es contra el pueblo oficialista, la lucha es contra el poder corrupto, represivo, hambreador y destructor del país".

Así piensa este líder y éstas son sus normas y principios de vida y acción.

Se llama Leopoldo López Mendoza y es el Mandela del siglo XXI.

*** José Domínguez Ortega, abogado, fue asesor de la Misión Parlamentaria de Venezuela a la promulgación de la Constitución Española.