1. Con 84 diputados basta
"Cualquier candidato que desee intentar su investidura deberá contar al menos con más de los 130 diputados que ya sumamos nosotros" dijo Pedro Sánchez en marzo de 2016, tras fracasar su primer intento de investidura, en una entrevista concedida al diario El País. Y añadió: "Muchas de las reformas que son necesarias en España requieren de aportaciones ideológicas procedentes tanto del centro derecha como del centro izquierda que representamos Ciudadanos y el PSOE. No entiendo de dónde saca Pablo Iglesias tanto odio y rencor con el PSOE".
Dos años después, Pedro Sánchez gobierna a golpe de decreto ley con sólo 84 diputados y en compañía de Podemos, el nacionalismo vasco y catalán y los herederos ideológicos de Batasuna. Ciudadanos, por su lado, ha pasado del centro derecha al franquismo.
2. Que llamen a un exorcista: Albert Rivera está poseído
En la misma entrevista, Pedro Sánchez decía esto: "Yo pensaba inicialmente que, por afinidad ideológica, iba a tener más facilidad en la negociación con Podemos que con Ciudadanos. La sorpresa que me he llevado es que en Albert Rivera me he encontrado una persona que ha antepuesto los intereses generales a los intereses partidistas. Y en el caso de Iglesias, lo único que he visto en él ha sido táctica electoral".
En vista de lo mucho que ha cambiado la opinión de Pedro Sánchez respecto a Albert Rivera y Pablo Iglesias, está claro que el líder de Ciudadanos ha sido poseído durante los últimos meses por Satanás y el de Podemos, por el arcángel San Gabriel.
3. ¿Quién necesita al Poder Legislativo cuando tiene decretos ley?
En noviembre de 2015, Pedro Sánchez decía esto: "El PP ha convertido una figura prevista para circunstancias excepcionales en la forma ordinaria de legislar... Me propongo dar al Parlamento la centralidad que se merece y limitar el uso del decreto ley".
En agosto de 2018, el Parlamento es un florero; el Senado, una piedra en el zapato del PSOE cuyo derecho constitucional de veto debe ser laminado; y el decreto ley, la vía escogida por el Gobierno para comunicarle sus decisiones a sus súbditos. Pedro Sánchez es ya el presidente que más ha abusado del decreto ley en la historia de la democracia española y el único que lo ha utilizado para modificar el Código Civil. Una anomalía democrática que, de haber corrido a cargo de Ciudadanos, el PP o Vox, habría sido calificada por las terminales mediáticas socialistas de "golpe de Estado encubierto".
4. ¡Qué escándalo! ¡Podemos quiere controlar RTVE!
¡Cómo se enfadaba Pedro Sánchez cuando Podemos le pedía tomar el control de RTVE y violar la separación de poderes! "Que le explique Podemos a los parados de Villaverde y de toda España que el 'cambio' empieza por controlar la justicia, la policía y los espías" decía el líder del PSOE, indignado, frente a sus seguidores de la localidad cuando aún no era presidente.
Apenas unos meses después, Pedro Sánchez ha entregado RTVE a Podemos, que ha iniciado una purga de profesionales (Sergio Martín, Víctor Arribas, Pedro Carreño) sin precedentes en democracia.
En cuanto a la Justicia, el PSOE ha criticado sin reparo alguno todas las decisiones judiciales que no han sido de agrado y abandonado a su suerte al juez Llarena en manos de la Justicia belga y de Gonzalo Boye, coordinador de la estrategia legal de los prófugos catalanes y antiguo colaborador de ETA condenado por su participación en el secuestro del industrial Emiliano Revilla.
Por lo que respecta a "la policía", sólo hace falta recordar que una de las primeras medidas adoptadas por el ministro del Interior fue el cese del coronel Manuel Sánchez Corbí, jefe de la UCO. Precisamente, la unidad encargada de investigar algunos de los escándalos de corrupción que afectan al PSOE (como por ejemplo el de la trama de financiación ilegal del Partido Socialista Valenciano), así como la red financiera y política que diseñó y ejecutó el golpe de Estado catalanista de septiembre y octubre de 2017. En el palacio de la Generalidad aún se aplaude la decisión de Grande-Marlaska. En el PSOE valenciano y andaluz, más.
5. Transparente como un gato negro flotando en un pozo de petróleo una noche sin luna
En 2016, Pedro Sánchez se comprometió a aplicar un nuevo código ético en el PSOE que, entre otras medidas, incluía la obligación para los parlamentarios de ser "totalmente transparentes en su agenda, sus actividades y sus viajes, así como en sus retribuciones y sus declaraciones de bienes".
Dos años después, el Gobierno ha declarado "secreto oficial" los detalles relacionados con el viaje de Pedro Sánchez al Festival Internacional de Benicasim en avión oficial. Preguntado al respecto, el ministro de Cultura ha respondido que aquellos que critican el uso del Falcon por parte del presidente del Gobierno están "despreciando la cultura juvenil". De la relación entre los conciertos de The Killers, los secretos de Estado y la cultura juvenil hablamos otro día.
6. Cabeceo mal, genuflexión bien
En abril de 2015, Pedro Sánchez criticó la política de austeridad económica seguida por Mariano Rajoy con el argumento de que se estaba "cabeceando" para complacer a la canciller alemana Angela Merkel. "Merkel elogia al alumno aventajado y usted, aplicado y dispuesto, cabecea agradecido, aunque los intereses de la mayoría de españoles sean contrapuestos a los que defiende la canciller alemana" dijo el líder del PSOE en aquella ocasión.
Sólo tres años después, los intereses parecen menos contrapuestos que nunca:
7. Dijo "amiguetes", no "esposa" ni "miembros del partido"
En 2014, el líder del PSOE pidió la dimisión del director general de FITUR y del presidente de Paradores de Turismo por el supuesto "enchufe" de la mujer del primero.
Cuatro años después, Pedro Sánchez ha nombrado presidente de Paradores a Óscar López, exsecretario de Organización del PSOE y exportavoz del Grupo Socialista. Su mujer, la de Pedro Sánchez, ha sido fichada por el Instituto de Empresa para ocupar un puesto creado ad hoc para ella.
Se calculan en 500 los altos cargos 'colocados' por Pedro Sánchez desde su desembarco en la Moncloa.
8. La derecha miente en sus currículos, el PSOE sólo los embellece
Hace sólo unos meses que Pedro Sánchez pidió la dimisión de Cristina Cifuentes por "mentir" en su currículo. No pareció influir en su ánimo justiciero el hecho de que él mismo mintiera en el suyo, al igual que su mujer, la actual ministra de Hacienda o decenas de ilustres altos cargos socialistas, como José Blanco, Bernat Soria, Patxi López, Elena Valenciano, José Montilla o José Manuel Franco. Porque la derecha miente de forma canallesca en sus currículos. La izquierda sólo los embellece. Y por muy buenas razones.
9. "En ningún caso" quiere decir "a la mayor brevedad posible"
¿Recuerdan cuando José Luis Ábalos, ahora ministro de Fomento, decía que el PSOE no iría ni a heredar con los independentistas catalanes? "Los independentistas catalanes no pueden ser, en ningún caso, aliados nuestros, ni para una moción de censura" fueron sus palabras exactas.
Sólo hicieron falta unas pocas semanas para que los independentistas catalanes no fueran sólo aliados imprescindibles para el éxito de la moción de censura contra Mariano Rajoy, sino también aliados de Gobierno y puntal del PSOE en el Congreso de los Diputados.
10. Cuando la oposición chavista sólo quería "libertad" y Podemos eran unos "miserables"
"Diré algo muy sencillo, muy claro y muy contundente. Me parecen miserables las declaraciones de aquellos responsables políticos que están intentando equiparar y justificar la condena y la prisión de personas que lo que quieren y aman es la libertad y la democracia en su pueblo, Venezuela". Eso dijo Pedro Sánchez en compañía de Lilian Tintori y frente a las cámaras de televisión. Era la época en la que al líder del PSOE le convenía aparecer frente a periodistas y elites financieras como un socialdemócrata moderado y fiable, muy alejado del populismo de Podemos y de todos los valores que dice representar el partido morado.
Llegado al poder, y después de prometer unas elecciones generales que ahora niega, Pedro Sánchez cuenta con Podemos como aliado preferente y aplica, por la vía del decreto ley, buena parte de las medidas aplicadas por el primer Chávez tras su ocupación del poder el 2 de febrero de 1999. Viajar desde la socialdemocracia hacia el eurochavismo sólo le ha llevado a Pedro Sánchez doce semanas. Tres de ellas, en bañador.