El Premio Planeta es un galardón para los que no leen
El Premio Planeta es una astuta operación comercial disfrazada de certamen literario. Pero el premio de este año a Carmen Mola ha añadido guasa a dicha operación y eso, paradójicamente, puede ser su mayor ventaja de cara a estas Navidades.
Reconócelo, tú también lo has hecho, tú también has regalado un libro a alguien con un poco de guasa, como para recochinearle que no lee y que tú lo sabes, y que él sabe que tú lo sabes, etcétera, y no hay libro más perfecto para llevar a cabo ese acto de afirmación contracultural, pongamos, que un Premio Planeta.
Porque el Premio Planeta es una astuta operación comercial destinada a las personas que no leen. Las estanterías de España están pletóricas de premiosplaneta vírgenes, inexplorados cual mozuela en las fiestas de agosto, deseando que un lector desvergonzado les acaricie el lomo, les hinque la mirada y les dedique largas noches de atención unívoca.
¿Le importaba esto al padre de la criatura, el editor José Manuel Lara Hernández? Pues no. Se le daba una higa. No en vano dijo de él Juan Marsé, premiado con cuatro millones de pesetas planetoides por La muchacha de las bragas de oro, que Lara hubiera ganado el mismo dinero vendiendo libros que vendiendo zapatos o patatas, porque lo suyo era “el instinto del negocio”.
En el país cuyos deportes favoritos son el fútbol y el guerracivileo, el astuto Lara Sénior explicaba que él tendría sus ideas políticas, tendentes al franquismo comercial, para entendernos, pero que no le miraba la ideología a cualquier libro que pudiera cuadrarle las cifras del bisnes al cierre del año contable.
Por eso a quienes ya creíamos tener veteranía en el trasiego de premiosplaneta no leídos, regalados, recibidos e incluso rerregalados, nos ha desperezado la pituitaria el carajal que se ha montado con la concesión del galardón 2021 a un trío de guionistas (Agustín Martínez, Jorge Díaz y Antonio Mercero) embozados tras el seudónimo femenino de Carmen Mola.
"Las cosas que se han dicho sobre el asunto en las redes son graciosas, como que Carmen Mola es en realidad tres hombres y que cada uno de esos tres hombres es en realidad tres enanos dentro de una gabardina"
Llevábamos meses oyendo hablar de la trilogía La novia gitana de la tal Mola de marras, sabiendo que rebasamos ya en varias décadas la edad estándar para leer trilogías de Alfaguara, por muy misteriosas que nos las pongan. Francamente, la tal Carmen Mola nos traía cósmicamente sin cuidado.
Pero las cosas que se han dicho sobre el asunto en las redes son graciosas, como que Carmen Mola es en realidad tres hombres y que cada uno de esos tres hombres es en realidad tres enanos dentro de una gabardina. Y los chismes que circulan sobre los tres premiados son indignantes, como que la falsa Carmen Mola recomendaba en la prensa los libros de los autores verdaderos, o que uno de ellos está dirigiendo la adaptación cinematográfica de la novela de la escritora fantasma.
En medio de todo esto, resulta que es precisamente en esta edición de 2021 cuando la dotación del premio se ha elevado a un millón de euros (ríete tú de los cuatro millones de pesetucas de Marsé), lo justo para superar al Nobel de Literatura, ya que el premio sueco está en 980.000 €, pero lo suficiente para hacer titulares.
"Para leer un panaché de feminismo casamentero, impostado con lenguaje de telenovela de sobremesa, para eso te vuelves a leer a la maldita Jane Austen"
Y a ti también te ha pasado, reconócelo, después de regalar irónicamente tantos premio-planetas, mascullando en tono justificativo “creo que esta vez es bueno”, cuando el receptor abría el paquete cuadrado y veía en la cubierta la franja roja sobreimpresa en letras blancas. Reconócelo, este año 2021 tú también te has planteado revisar algunas convicciones, después de haber recibido premiosplaneta como El jinete polaco y pensar “creo que esta vez va a ser bueno”, para acabar abandonándolo en la página 15.
Este año, reconócelo, has pensado “Carmen Mola tiene que ser la hostia para que hayan organizado este quilombo”. Pero un espíritu cibernético te ha socorrido al compartir en una red social un fragmento de la magnum opus, libérrimo en expresiones del tipo “yacer con ella”, “consumar el matrimonio” y “mera pantomima que ha formado el preludio de la boda”, blandiendo un español entre decimonónico y de Google Translate que te ha hecho recuperar el aplomo. Oséase, que para leer un panaché de feminismo casamentero, impostado con lenguaje de telenovela de sobremesa, para eso te vuelves a leer a la maldita Jane Austen.
Pero, reconócelo, el Planeta 2021 te acaba de solucionar un puñado de regalos de Navidad. Porque a todos esos satélites humanos que no han leído nunca libros, que son los machacas que se pasan el día contando en las redes lo sacrificada que es la vida del esclavo cultural, a esos parientes con los que no has podido hablar jamás de literatura porque no vislumbran ni cocidos a moriles en qué consiste una novela, a todos esos les va a caer un Carmen Mola este año.
*** Gabriela Bustelo es escritora y periodista.