Irene Montero en el evento Forbes Summit Women.

Irene Montero en el evento Forbes Summit Women.

LA TRIBUNA

La agenda feminista se abre paso este 8-M pese al Ministerio de Igualdad

Las feministas no están dispuestas hoy a recorrer las calles junto a quienes pretenden acabar con el sujeto político del feminismo. 

8 marzo, 2022 03:55

Una falacia se está difundiendo desde diferentes medios. Los periódicos explican que el movimiento feminista se presenta por primera vez dividido de cara al 8-M. Nada más lejos de la realidad.

La Ministra de Igualdad, Irene Montero, en la manifestación del 8-M de 2020.

La Ministra de Igualdad, Irene Montero, en la manifestación del 8-M de 2020. EFE

Las mujeres y asociaciones feministas hemos decidido no acudir a las manifestaciones de las plataformas oficiales apoyadas por el Gobierno y organizar las únicas manifestaciones realmente feministas que habrá en España. Lo haremos en más de veinte ciudades.

Son muchas las razones que nos asisten. La principal: resistir y acabar con la maniobra de entrismo que padecemos en el feminismo. Tratar de introducir en él ideas que nada tienen ver con su teoría y genealogía es la forma más eficaz de desarticularlo. Es lo que las feministas llevamos soportando desde la histórica manifestación del 8-M de 2018.

En ella, millones de mujeres evidenciaron la fuerza y capacidad de transformación social del movimiento. Defendieron al unísono lo que sí eran reivindicaciones feministas. Desde entonces, grandes corporaciones han instrumentalizado el feminismo para validar sus prácticas capitalistas y partidos políticos varios se han arrogado su representación en busca de nuestro voto.

Sectores y organizaciones que se dicen progresistas han degradado al feminismo a ojos de buena parte de la sociedad. Entre unos y otros lo han convertido en una moda. Nuestra fuerza transformadora ha sido reducida a vergonzosos eslóganes y a un totum revolutum de ideas que vacía y mina la fuerza vindicativa de la lucha de las mujeres.

Los motivos que nos han llevado a la feministas a rechazar las convocatorias oficiales son numerosos. Tres generaciones de mujeres saldremos a la calle para defender la agenda feminista pendiente y manifestarnos en contra de las políticas sexistas e identitarias de este Gobierno. Hace unos meses explicaba en EL ESPAÑOL por qué exigimos la dimisión de Irene Montero. La situación no ha mejorado. Defenderemos y repetiremos la proclama Irene Montero dimisión en las manifestaciones del 8-M.

"El argumentario del trabajo sexual y la libre elección ha sido introducido en el movimiento feminista para desactivar el abolicionismo"

Nuestro hartazgo se entiende mejor si explicamos lo sucedido en las manifestaciones del Día de la Mujer durante los últimos años. Recordemos la infame "revuelta puteril" convocada por la Comisión 8M de Madrid en 2020. Una señora con un cuerno en la cabeza y un varón autoidentificado como el ser más "oprimide" de la Tierra leyeron un manifiesto por la regulación de la prostitución. Tales soflamas antifeministas atentan contra los derechos de las mujeres. En esto consiste el entrismo, en pretender hacer pasar por feministas los intereses del lobby proxeneta.

La industria de la prostitución persigue la legitimación y regulación de la explotación sexual de mujeres y niñas. El argumentario basado en el "trabajo sexual" y la alusión a la "libre elección" han sido introducidos en el movimiento feminista para desactivar su histórica defensa de la abolición de la prostitución.

Son muchas las ideas sexistas y reaccionarias que disfrazadas de inclusión y diversidad se están introduciendo en el movimiento feminista como un Caballo de Troya. Nos acusan de xenófobas las autodenominadas feministas antirracistas cuando denunciamos prácticas que consideramos intolerables. No podemos aceptar la "prueba del pañuelo" de la etnia gitana, ni la asfixiante tutela que la religión islámica impone a las mujeres a través del velo.

Las autodenominadas feministas queer nos acusan también de "tránsfobas" por denunciar la vulneración de los derechos de las mujeres y el maltrato a la infancia que suponen las leyes transgénero. Sin embargo, nosotras nos preguntamos adónde nos conducen estos supuestos avances.

No iremos de la mano ni recorreremos las calles el 8-M con quienes defienden planteamientos tan irracionales y sexistas como que los varones pueden ser mujeres. Esta idea supone acabar con el propio sujeto político del feminismo.

No iremos de la mano ni recorremos las calles con quienes no son capaces de denunciar las prácticas de subordinación sexual que afectan a mujeres de otros países o contextos. Tampoco lo haremos con los que no sólo no han permitido plantear debates que afectan a la agenda feminista, sino que nos han expulsado. Lo han hecho utilizando ignominiosos señalamientos públicos sustentados en acusaciones falaces, llegando hasta a la agresión física en algunas manifestaciones. 

Y, sobre todo, no iremos de la mano ni recorreremos las calles con quienes están destrozando al feminismo desde las instituciones. Nos avergüenza la publicidad institucional del Ministerio de Igualdad realizada para este 8-M. "Cada vez que decimos 'Mari, qué guapa' después de una tarde de cuidados en la peluquería, hacemos feminismo. Tú también".

Este es el mensaje de una campaña institucional que debiera haberse dedicado a la denuncia de la violencia contra las mujeres. En lugar de ello, desde el Gobierno hablan de marcianadas y ridiculeces inasumibles por quienes defendemos la agenda feminista de implementación de políticas de igualdad. Otra ocurrencia de Irene Montero ha sido la propuesta de convertir el 8-M en la manifestación del No a la guerra aprovechando la coyuntura de la invasión rusa.

Una parte del mismo Gobierno que envía armas a Ucrania pretende estar en misa y repicando. Si quieren convocar una manifestación pacifista, que la hagan otro día. Que no instrumentalicen ni destrocen el movimiento feminista. Esta es otra maniobra del entrismo, diluir nuestras reivindicaciones en otras que no son las del 8M hasta hacerlas irreconocibles.

Con esta manifestación oficial, Irene Montero busca contrarrestar una lucha que seguirá denunciando las políticas sexistas de su Ministerio. A la movilización convocada por la Comisión 8-M de Madrid irán las integrantes del Ministerio de Igualdad, Podemos y PSOE.

Las feministas nos preguntamos cómo el PSOE está dispuesto ahora a destrozarlo todo. El mismo partido que en otro tiempo impulsaba políticas de igualdad y desarrollaba normativa para erradicar la desigualdad entre sexos va a colocarse detrás de una pancarta cuyo reclamo principal será la autodeterminación del sexo. Sucumbir a determinadas presiones le costará a los socialistas el apoyo de buena parte del movimiento feminista.

"Las feministas exigiremos la dimisión de Irene Montero por sus políticas identitarias que vulneran los derechos de mujeres e infancia"

Las feministas saldremos a la calle el 8-M para hacer frente a esta reacción disfrazada de diversidad. Nos opondremos a la deriva neoliberal, sexista y posmoderna del Gobierno. El Movimiento Feminista de Madrid convoca junto a otras organizaciones como Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, la Fuerza de las Mujeres, Frente Abolición Prostitución o Espacio Feminista Radical la única manifestación realmente feminista que recorrerá las calles de Madrid. Será a las 19:00h en el tramo de Gran Vía a Plaza de España.

En ella reclamaremos la abolición de la prostitución y de la pornografía. Pediremos la prohibición de la explotación reproductiva de mujeres y la compraventa de bebés. Marcharemos por la erradicación de la violencia sexual.

Bajo el lema El feminismo es abolicionista saldremos a defender la agenda de la lucha de las mujeres. Denunciaremos las prácticas entristas que están destrozando al feminismo. Exigiremos la dimisión de Irene Montero por sus políticas identitarias que vulneran los derechos de mujeres e infancia. Le recordaremos al PSOE que ponerse detrás de una pancarta antifeminista significa traicionar al movimiento y perder nuestro apoyo.

No es cierto que las feministas vayamos a salir divididas este 8-M. Sólo habrá una manifestación feminista. Y tres generaciones de mujeres acudiremos a ella, combativas y unidas frente a quienes pretenden acabar con la lucha de las mujeres.

*** Paula Fraga es abogada especializada en Derecho penal y de familia.

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