No es nada fácil que Vladímir Putin y su círculo más cercano paguen por sus crímenes de guerra. De hecho, la opción más viable sería un juicio en la Corte Penal Internacional, en La Haya, y es prácticamente imposible.
Rusia se salió del Estatuto de Roma en 2016. Para ellos esto es agua de borrajas. Lo que significa que los militares y políticos rusos pueden ser responsables de crímenes de guerra o de lesa de humanidad, estar detrás de las violaciones y las mutilaciones y las matanzas, y sin embargo escapar de los dominios de La Haya.
La Fiscalía puede pedir a la Corte que ordene la detención de Putin. Y la Corte, después de un largo tiempo de estudio de las pruebas, como lleva para investigar los asesinatos del Maidán en 2014, puede ordenar su captura. Pero eso sólo serviría para que detuvieran a Putin en alguno de los 123 países que reconocen el Estatuto de Roma. Y en esa lista, como digo, no está Rusia.
¿Qué opciones hay, entonces, de que se juzgue a Putin por sus crímenes de guerra? Puedes encontrar algunas pistas en el vídeo.